Las Provincias
Hoy acaba el VI Encuentro Mundial de las Familias en México. Desde Valencia, donde se celebró hace tres años el V EMF, lo seguimos con especial interés, porque ha cogido el testigo de Valencia y porque aquí vivimos en 2006 con intensidad lo que supone esta iniciativa de Juan Pablo II, que ha continuado Benedicto XVI.
Fuimos muchos los que colaboramos en los preparativos del EMF en 2006, miles de personas. Tuvo ciertos tintes de reto para toda la sociedad valenciana, porque asistió más de un millón de personas, muchos más lo siguieron a través de los medios de comunicación, y la ingente tarea preparatoria que supuso años de trabajo- sirvió para calibrar las repercusiones que, en práctica, tienen los EMF en los cinco continentes.
No son líneas de nostalgia, sino de vivo recuerdo, que pretenden recordar lo que vivimos con intensidad. Del 1 al 9 de julio recibimos y amplificamos el impacto mundial que la Iglesia pretende con los EMF: ahondar en los valores humanos y cristianos de la familia, profundizando en sus aspectos básicos y permanentes, a la vez que se abordan con hondura las circunstancias modernas que le afectan, y no poco.
La labor del Comité Organizador del V EMF, presidido por el ahora cardenal Agustín García-Gasco, recibió elogios. La hospitalidad de los valencianos fue muy valorada. El trabajo de los miles de voluntarios todavía se recuerda con gratitud. La cobertura de Canal 9 recibió diversos premios por su alto nivel técnico, y desde luego ahora tenemos la ocasión de visionar el DVD de la televisión autonómica, para valorar con una perspectiva de casi tres años las palabras del Papa y el alcance de aquellos días.
Valencia supuso un punto y seguido, que ahora ha tocado a México continuar. En ciertos medios de comunicación españoles se ha prestado escasa o nula atención al VI EMF. Una iniciativa de la Iglesia Católica a nivel mundial merece menos tratamiento que, por ejemplo, unos anuncios en autobuses ateos de Barcelona: se opta por difundir polémicas que dañan a la religión, y en particular a la católica, en vez del mensaje actual de la Iglesia y del Papa. Los organizadores de México estiman que hoy habrá más de un millón de personas en la Basílica de Guadalupe, concluyendo el VI EMF: insignificante para algunos. Aconsejo consultar la web www.emf2009.com
Juan Pablo II vio con claridad que urgía reforzar las familias, revitalizando la doctrina de siempre. En prácticamente todo el mundo se ha extendido una corriente cultural, que ha provocado una legislación familiar desconcertante, con frecuencia antifamiliar, y asoma el desánimo entre los católicos, casi en retirada y con cierto pesimismo ante una institución tan crucial. En todas las encuestas es la más valorada, pero tal vez se ve como un ideal inalcanzable o de contornos distorsionados.
La Iglesia refuerza los trazos permanentes, no los inventa, y su visión es positiva, no limitadora de la libertad ni de la felicidad: reforzar la estabilidad del matrimonio en vez de dejarlo en manos del capricho y alentar una paternidad responsable bien entendida son inyecciones necesarias en estos momentos.
Por más que parezcan oponerse algunos, hay valores estables y permanentes: si no, nada podríamos hacer ante crímenes contra la humanidad, atentados contra la dignidad humana o condiciones infrahumanas. Lo que sucede es que la estabilidad del matrimonio y la naturaleza de la familia entraña esfuerzo y compromiso, y nuestra actual cultura consumista y tendente a la comodidad rechaza con facilidad cuanto entraña generosidad. El relativismo es la postura cómoda: el nihilismo, su consecuencia necesaria.
La Iglesia está atenta a la evolución social: migración, nuevas tecnologías, conciliación laboral y familiar, violencia o seguridad se han tratado en México, recordando el protagonismo educativo de la familia.
Benedicto XVI espera que sirva para redescubrir la belleza de la familia y suscitar en todos nuevas energías a favor de esta insustituible célula fundamental de la sociedad y de la Iglesia. Los EMF buscan sumar, no evocar nostálgicamente nada: viven el presente, y pretenden contribuir a diseñar el futuro de la familia. Por eso no debe extrañarse nadie de que a algunos moleste esta iniciativa, porque es eficaz. Seguro que de México nos llega aire fresco, enriquecedor, alegre, como simboliza el logotipo del VI EMF.
Introducción a la serie sobre “Perdón, la reconciliación y la Justicia Restaurativa” |
San Josemaría, maestro de perdón (1ª parte) |
Aprender a perdonar |
Verdad y libertad |
El Magisterio Pontificio sobre el Rosario y la Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae |
El marco moral y el sentido del amor humano |
¿Qué es la Justicia Restaurativa? |
“Combate, cercanía, misión” (6): «Más grande que tu corazón»: Contrición y reconciliación |
Combate, cercanía, misión (5): «No te soltaré hasta que me bendigas»: la oración contemplativa |
Combate, cercanía, misión (4) «No entristezcáis al Espíritu Santo» La tibieza |
Combate, cercanía, misión (3): Todo es nuestro y todo es de Dios |
Combate, cercanía, misión (2): «Se hace camino al andar» |
Combate, cercanía, misión I: «Elige la Vida» |
La intervención estatal, la regulación económica y el poder de policía II |
La intervención estatal, la regulación económica y el poder de policía I |