Es un bien insustituible para los hijos, que han de ser fruto del amor, de la donación total y generosa de los padres
AnalisisDigital.com
Nada más natural que celebrar la fiesta de la Sagrada Familia con una gran Eucaristía en la madrileña Plaza de Colón, con familias venidas de toda España. La fecha es muy oportuna, el lugar muy conveniente pues allí las familias nos encontramos por última vez con Juan Pablo II, y la Navidad es el tiempo que muestra en Belén el Santuario de la Familia.
Una Eucaristía en Colón
El Cardenal Rouco y muchos obispos han invitado a este acto de fe en Dios creador del hombre y de la mujer, que les da una participación en su poder creador, capaces de engendrar una nueva vida en cada hijo. Los obispos saben también que las familias encuentran serias dificultades para mostrar lo que son y hacerse oír en medio del estruendo hostil que llama familia a cualquier cosa.
Los creyentes y la mayoría de la gente, no nos engañemos por el ruido ensordecedor a favor del hedonismo y en contra de la fidelidad, esa mayoría mayoritaria quiere mostrar con naturalidad qué es la familia. Por todo ello estamos invitados a mostrar la relevancia de la familia en la fiesta de la Sagrada Familia en un sencillo pero notable acto religioso, en que participarán decenas de miles de personas como señal de fe, sin caer en el síndrome de Jonás, es decir, el miedo y la huida ante la presión del laicismo que desearía relegar la fe al ámbito privado de la conciencia.
La Iglesia, es decir los millones de creyentes en España y en el mundo entero, no renunciamos a los actos públicos que expresan la fe de un pueblo, sin ningún afán beligerante pero con el mismo derecho que otros ciudadanos minoritarios manifiestan sus preferencias o sus protestas, por cierto casi siempre con violencia y ofendiendo a los que no pensamos como ellos. Algo que ni se ha visto ni se verá en la Plaza de Colón.
Un tesoro para la sociedad
Juan Pablo II explicó repetidas veces la naturaleza del matrimonio, y lo mismo Benedicto XVI en el gran Encuentro de las Familias en Valencia, cuando decía: «La familia es un bien necesario para los pueblos, un fundamento indispensable para la sociedad y un gran tesoro de los esposos durante toda su vida. Es un bien insustituible para los hijos, que han de ser fruto del amor, de la donación total y generosa de los padres. Proclamar la verdad integral de la familia, fundada en el matrimonio como Iglesia doméstica y santuario de la vida, es una gran responsabilidad de todos». Y la Conferencia Episcopal Española ha publicado varios documentos de importancia sobre la familia como santuario de la vida y esperanza de la sociedad. Más claro no puede estar, y tenemos así todo un programa para revitalizar la familia y sanear la sociedad, asegurando una convivencia con menos traumas y en libertad, sobre todo para los jóvenes.
El genio de Cervantes recoge los consejos que Don Quijote dio a Sancho Panza para gobernar aquella famosa ínsula: Come poco y cena más poco; que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago. Algo semejante podríamos decir acerca de la sociedad: que la salud de todo el cuerpo social se fragua en la oficina de la familia, y llega la hora de afrontar sin complejos las causas de esta crisis y seguir aplicando soluciones. El bueno de Sancho decidió poner en práctica los consejos recibidos porque el gobierno de aquella ínsula le desbordaba, y por eso ahora cada familia se fortalece con el testimonio de otras familias.
Hoy el santuario de la familia no es un templo determinado sino que se halla en cada familia que se reconoce como esperanza de la sociedad y como camino de santidad para los cristianos. De ahí que Juan Pablo II afirmara que el futuro de la humanidad se fragua en la familia: una familia sana es el fundamento de una sociedad libre y justa, es el mejor legado que podemos dejar los jóvenes, y el mejor regalo de Navidad para una sociedad en crisis. Por estas razones miles de familias vamos a participar en la Eucaristía en la Plaza de Colón el próximo día 28 de diciembre, solemnidad de la Sagrada Familia.
Jesús Ortíz López. Doctor en Derecho Canónico