Jesús Colina, en ZENIT.org
Benedicto XVI ha escrito una carta al filósofo y senador italiano Marcello Pera para agradecer la contribución que ofrece en su último libro dedicado a exponer que el fundamento del liberalismo se encuentra en la relación de la persona con Dios.
El volumen, que lleva por título "Por qué tenemos que decirnos cristianos. El liberalismo, Europa, la ética" ("Perché dobbiamo dirci cristiani. Il liberalismo, l'Europa, l'etica", Mondadori, Milán, 2008), será presentado este jueves en Roma.
Tras confesar que ha sido «una lectura fascinante», el Papa aplaude el análisis que hace del liberalismo «a partir de sus fundamentos, mostrando que en la esencia del liberalismo se encuentra el enraizamiento en la imagen cristiana de Dios: su relación con Dios, de quien el hombre es imagen y de quien hemos recibido el don de la libertad».
Marcello Pera (Lucca, 28 de enero de 1943), presidente del Senado italiano en la última legislatura, dedicó su investigación académica al filósofo austriaco Karl Popper, teórico de la "sociedad abierta", de quien era amigo personal.
«Con una lógica irreprochable, usted muestra cómo el liberalismo pierde su base y se destruye a sí mismo si abandona este fundamento», reconoce el obispo de Roma.
El Papa también manifiesta su admiración por el análisis que hace el filósofo de la libertad y la multiculturalidad, en el que «muestra la contradicción interna de este concepto y, por tanto, su imposibilidad política y cultural».
«Es de importancia fundamental su análisis sobre lo que pueden ser Europa y una Constitución europea en la que Europa no se transforme en una realidad cosmopolita, sino que encuentre, a partir de su fundamento cristiano-liberal, su propia identidad», señala.
El Santo Padre se detiene también en el análisis del senador sobre los conceptos de diálogo interreligioso e intercultural.
«Usted explica con gran claridad que un diálogo interreligioso en el sentido estricto de la palabra no es posible, mientras que es particularmente urgente el diálogo intercultural, que profundiza en las consecuencias culturales de la decisión religiosa de fondo».
«Si bien sobre esta última un verdadero diálogo no es posible sin poner entre paréntesis la propia fe, es necesario afrontar en el debate público las consecuencias culturales de las decisiones religiosas de fondo», indica.
El Papa considera que las propuestas de Pera son necesarias para superar «la crisis contemporánea de la ética».
«Usted muestra que el liberalismo, sin dejar de ser liberalismo, más bien, para ser fiel a sí mismo, puede referirse a una doctrina del bien, en particular a la cristiana, que le es familiar, ofreciendo así verdaderamente una contribución para superar la crisis», indica.
A veces surge un liberalismo anticristiano:
En una entrevista concedida a Radio Vaticano (28 de noviembre de 2008), Pera explica los motivos por los que el liberalismo en ocasiones se ha convertido en anticristiano.
«Por lo que se refiere a Europa, en particular, se da una explicación histórica indica. Muchos se han encontrado con frecuencia en conflicto con la Iglesia católica, y es un hecho amargo de la historia de Europa que no se da en la historia de los Estados Unidos».
«Algunos estados nacionales Italia, Francia..., se han constituido como estados-nación con una lucha, con una disputa en contra de la Iglesia católica», recuerda.
«Esto ha generado lo que es conocido como el fenómeno del anticlericalismo, y el anticlericalismo ha generado otro: lo que llamo en el libro la 'ecuación laica', es decir, 'liberal = no cristiano'».
«Esto es un error, pues se puede discutir históricamente sobre los méritos y deméritos de la Iglesia católica en Europa en los momentos de la fundación de los estados nacionales, pero no se puede discutir la importancia del mensaje cristiano», indica.
Si se opta por el anticristianismo, lo que Pera llama "la apostasía del cristianismo", «perdemos las mismas virtudes, los mismos fundamentos de esas libertades y esos derechos sobre los que se fundan nuestros estados liberales».
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Carmen Vila, en ZENIT.org
El político italiano Marcello Pera, presentó el pasado jueves en el Palazzo Wedekind de Roma, su último libro en el que se pregunta «por qué debemos llamarnos cristianos», un evento al que acudieron más de trescientas personas.
Marcello Pera escribe en la introducción de su libro: «Mi posición es la del laico y liberal que acude al cristianismo para pedirle las razones de la esperanza». El Papa Benedicto XVI, en una carta dirigida al autor, aseguró que el libro es «de importancia fundamental en este momento de Europa y del mundo».
Pera fue presidente del senado italiano entre los años 2001 y 2006. Ha escrito varios libros, entre ellos una aproximación al pensamiento de Popper o un ensayo sobre el método inductivo en Kant y Hume. En el año 2004 publicó el libro Sin raíces, con la colaboración del entonces cardenal Joseph Ratzinger. En este se analizaban algunos de los males que más aquejan a Europa.
El autor subrayó que su nueva publicación «no es polémica sino crítica», y aseguró que «si la identidad europea no tiene una connotación precisa, se convierte en una suma multicultural distinta».
«Es la raíz cristiana de Europa la que puede unir estos elementos», añadió.
Varios eventos ocurridos de la historia reciente, confesó Pera, son los que lo han llevado a estas conclusiones: «El fundamentalismo, el 11 de septiembre, los problemas de integración, los problemas de la ética pública o de la bioética». Problemas que llevan a que el hombre «se pregunte por su existencia, por el sentido de su vida».
Para el ex presidente del Senado, es necesario «ponerse el problema de quienes somos, en qué creemos, cuál es nuestra identidad», de lo contrario «no sabremos cómo afrontar estos problemas, no sabremos siquiera qué enseñar».
El autor se refirió a un encuentro reciente que tuvo con el Papa Benedicto XVI. Pera aseguró que el Papa no le preguntó si creía en Dios pero que en cambio le preguntó: «¿Cómo justificas tú laico, tú liberal, tú europeo occidental los principios y los valores que consideras fundamentales? ¿Cómo estás dispuesto a justificarlos y a confrontarlos con los otros?»
Según el autor, el Papa le preguntó «cuál es el terreno sobre el cual creyentes y laicos pueden encontrarse para salvaguardar estos principios y valores sin los cuales están de acuerdo en que no existiría la civilización occidental».
Pera señaló que el concepto de persona «creada a imagen de Dios» que tiene el cristianismo «no lo tienen otras culturas», y aseguró que este existe «antes de que intervenga el Estado, antes de que la política nos garantice que los derechos sean los derechos naturales fundamentales».
«Si se prescinde de estos principios cristianos habremos eliminado nuestro legado constitucional», afirmó, y añadió que «lamentablemente el liberalismo ha perdido su esencia al convertirse una 'ética del supermercado'».
También señaló que Europa «ha querido desterrar a Dios de tal manera que la promesa de un candidato es decir Yo soy laico» mientras que en Estados Unidos «la promesa de un candidato es decir Yo soy creyente».
Por último afirmó que en un continente de tanta diversidad cultural, como es Europa, es necesario encontrar un patrimonio común que diga «Esta es Europa».
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