El obispo Anthony Muheria ha pasado por Madrid, procedente del Sínodo recién clausurado en Roma
El obispo Anthony Muheria (Muranga, 1963), titular de la diócesis de Kitui (Kenia) ha pasado por Madrid de regreso a su país, procedente del Sínodo recién clausurado en Roma.
Anthony Muheria es administrador apostólico de Embu, y fue consagrado obispo en enero de 2004. Pertenece al Opus Dei.
La diócesis de Kitui cuenta con un millón de habitantes, de los que un 22 por ciento son católicos. El pasado 30 de octubre mantuvo un encuentro con periodistas en la Oficina de Información del Opus Dei, en Madrid, del que seleccionamos algunas declaraciones:
Sínodo: Ha sido un intercambio muy enriquecedor, he tratado pastores de todo el mundo, ha sido una oportunidad excelente para conocer objetivos, logros y retos de la Iglesia, lo que te ayuda también a dar la importancia adecuada a tus problemas. Creo decisivo llegar con la Palabra de Dios a más gente. Somos amplificadores de la Palabra, cables que transmiten sin que se note, sólo se repara en los cables cuando hay problemas de transmisión. Hay que buscar nuevos modos de comunicar, incluso cómics, dibujos o historias para niños. El arte es también vehículo de evangelización.
Clero: Tengo 60 sacerdotes, que trabajan mucho para atender a la gente, tan diseminada en el medio rural. Intentamos organizar actividades para monaguillos y jóvenes, de los que esperamos salgan futuros seminaristas. Organizamos actividades que fomentan el estudio, el deporte y los juegos. En 2007 reunimos a 400 monaguillos y recuerdo una de estas fiestas, donde dimos buena cuenta de cuatro cabras. Disfrutamos mucho.
Jóvenes, violencia: La Iglesia busca la reconciliación y el perdón, y que la fe sea algo vivido. Me preocupa el riesgo de manipulación que tienen los jóvenes y que puede llevarles a la violencia. Hemos organizado festivales para la reconciliación y la paz, que incluyeron la posibilidad de vivir el sacramento de la confesión, destacando que primero hay que reconciliarse con Dios y con los otros.
Opus Dei: Trabaja en Kenia desde los años 50. Conocí la Obra en una de sus iniciativas educativas. La Obra colma la espiritualidad y la apertura de los kenianos, que son muy hospitalarios y que responden muy bien ante lo bueno y lo honesto. Esa es mi experiencia como ingeniero en una consultora, y después como sacerdote, atendiendo pastoralmente a mujeres sin recursos, entre otras tareas.
Evangelización: Admiro y valoro mucho el trabajo de los misioneros. Me bautizó un misionero de la Consolata. Cuidemos la familia para que salgan buenos ciudadanos y también sacerdotes. La formación del laicado es esencial, es lo que cambiará África. Irán africanos a evangelizar Europa, y entre todos contribuiremos a una nueva primavera en la Iglesia.
Europa: Nos han dado la fe y ahora le pido oraciones y que nos dé buen ejemplo, como hermanos mayores que son. Y les pido ayuda material con mucha caridad, como ese pan recién salido del horno, oloroso, crujiente con la caridad de Cristo.
Benedicto XVI: Le he visto muy bien, ágil y muy atento en las sesiones del Sínodo. El Papa, sea quien sea, es siempre el vicario de Cristo. Hace poco, una anciana de una aldea estaba muy contenta con mi visita, porque era la primera vez, y tal vez la última, que veía a un obispo, representante del Señor. Tuve que aceptar el regalo de una de las cuatro cabras que tenía. Si esa veneración la tienen con un obispo, ¡qué amor tendrán hacia el Papa!.
Viaje pastoral a África y Sínodo: Estamos muy contentos porque en marzo Benedicto XVI viajará a Camerún y Angola y entregará el documento preparatorio del Sínodo para ese continente, que tratará sobre el papel de la Iglesia para la reconciliación y la paz.
Enlaces relacionados
Entrevista a Anthony Muheria en "El País"
La realidad de una iglesia misionera, artículo en el Diario Ya