El que haya casi cien mil objetores (
) demuestra la vitalidad de los padres en un tema clave como es la educación
Daniel Tirapu, catedrático de Derecho Eclesiástico en la Universidad de Jaén, ha señalado que Educación para la Ciudadanía "supone una intromisión clara en el derecho de los padres a elegir la enseñanza acorde con sus creencias religiosas y morales. Tirapu ha intervenido en las XXV Jornadas Universitarias de los Pirineos.
Daniel Tirapu, catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado en la Universidad de Jaén, ha intervenido en las XXV Jornadas Universitarias de los Pirineos (El Grado), organizadas por la Universidad de Navarra, en las que ha destacado que la asignatura Educación para la Ciudadanía, en su desarrollo reglamentario, supone una intromisión clara en el derecho de los padres a elegir la enseñanza acorde con sus creencias religiosas y morales.
Respecto a esta asignatura, Tirapu ha aseverado que el que haya casi cien mil objetores supone un fracaso del gobierno y demuestra la vitalidad de los padres en un tema clave como es la educación. Es necesario llegar a acuerdos claros en esta materia con las asociaciones de padres.
Tirapu ha puesto de ejemplo a la Iglesia en el buen camino que colabora y aporta a la sociedad española un amplio patrimonio cultural e histórico, unos servicios sociales de dudable calidad y el ejercicio de la libertad religiosa de más del 8 por ciento de la población española: funerales, matrimonios, enseñanza, asistencia religiosa de hospitales, ejército, prisiones, a cambio de una ayuda económica muy baja.
Asimismo el catedrático ha argumentado que hoy, bajo el título de enseñanza laica, el Estado prescinde de valores cristianos y humanos acordes con las declaraciones de derechos internacionales. Se pretende una nueva moral laica, con una cierta tendencia totalitaria del Estado.
Al referirse a la libertad religiosa en España, Tirapu ha indicado que el gobierno actual quiere cambiar la ley orgánica de libertad religiosa de 1980, y el derecho de libertad religiosa es igual para todos los ciudadanos. Aunque ha explicado que las confesiones religiosas y su tratamiento jurídico es cuestión distinta, ya que los poderes públicos se comprometen a tener en cuenta las creencias de la sociedad española y más del 80 por ciento se declara católico. A Tirapu, esto no le parece un tema urgente de revisión.
También ha concretado que el modelo de libertad religiosa de España y de cooperación con las confesiones es un modelo que se sigue con gran interés fuera de nuestras fronteras por su equilibrismo y realismo. Ha indicado, además, que por la tradición de acuerdos con la Iglesia católica, otras confesiones religiosas (judíos, musulmanes y protestantes) tienen acuerdos de cooperación con el Estado.
Por último, este catedrático de Derecho Eclesiástico ha explicado que España como tal Estado no es confesional. Es un Estado que defiende ampliamente la libertad religiosa de personas y comunidades religiosas y coopera con ellas para su marco jurídico y un mejor servicio a la sociedad.