Mayor productividad, atracción o retención de talento son algunos de los beneficios de las empresas que apuestan por sus trabajadores
Gaceta de los Negocios
Sobre nuestra sociedad planea un panorama sombrío. Hoy más que nunca existe la conciencia ecológica. Cada vez hay más empresas que se suben al carro de lo verde. Los productos ecológicos aumentan y los días internacionales del medio ambiente se suceden sin solución de continuidad. Pero, ¿existe de verdad una cultura empresarial conciliadora?
Los efectos de las maratonianas e interminables jornadas laborales, las rigideces empresariales y la desatención de su recurso más preciado, las personas, están pasando factura: retraso en la edad de tener hijos y hasta rupturas familiares.
Durante el congreso Building Sustainable Societies, celebrado recientemente en Madrid, la profesora del IESE Nuria Chinchilla ha señalado al respecto que la conciliación de la vida laboral, familiar y personal "es un requisito indispensable para preservar la ecología humana. Un elemento, que a su juicio, no se está respetando. Muchas empresas, señala, ignoran hoy que están destruyendo la ecología humana, contaminando su propia organización y la sociedad con prácticas que la dañan y deshumanizan cuando no permiten que los empleados ejerzan su papel como esposos y padres, esposas y madres. De este modo se debilita la familia, ese hábitat natural de todo ser humano y única humanofactoría forjadora de capital humano y social.
Todo esto, ¿a qué responde? A que el contexto empresarial en que vivimos no ayuda a la familia.
Chichilla alerta además de algunos posibles riesgos de no llevar a cabo políticas conciliadoras. Si los miembros de la familia no tienen tiempo para convivir y desarrollar sus competencias en la familia, afirma, no se forman personas completas para la empresa, capaces de comprometerse en proyectos a medio y largo plazo, y además, desciende el número de hijos.
Con este horizonte, Chinchilla plantea la necesidad urgente de una nueva cultura empresarial, con una dirección por objetivos y misiones y no por horas de presencia, que da en la diana del problema laboral más grave de nuestro país: jornadas laborales eternas que en absoluto favorecen la productividad y que generan nuevos problemas como la adicción al trabajo o el síndrome del quemado, con la consecuencia del absentismo y la falta de compromiso.
La introducción de medidas de conciliación entraña importantes beneficios para las empresas. Entre otros, Chinchilla señala una mejora de la imagen de las compañías, mayor facilidad para atraer y retener talento, mayor productividad y reducción del absentismo laboral.
Familiarmente responsables
Empresa Familiarmente Responsable (EFR) es un movimiento internacional que se ocupa de avanzar y dar respuestas en materia de responsabilidad y respeto a la conciliación de la vida familiar y laboral, apoyo de la igualdad de oportunidades y de los más desfavorecidos. En España, EFR comenzó su andadura a finales de 2005, bajo el paraguas de la Fundación + familia. La primera empresa que ha obtenido el sello EFR, por su política en favor de la familia y por desarrollar medidas que favorecen la igualdad de oportunidades, la integración laboral y la conciliación, ha sido MRW. Rafael Fuertes, director general de la Fundación + Familia, habla para La Gaceta de las ventajas de ser empresas conciliadoras.
Nuestra organización, comenta Fuertes, surgió ante la inoperancia del gobierno español en este ámbito. Nuestro modelo es una herramienta que ha demostrado ser rentable para las empresas que lo aplican. Calidad en el empleo, especial la lucha contra la temporalidad, flexibilidad temporal y espacial, apoyo a la familia de los empleados, desarrollo de la competencia profesional de los trabajadores e igualdad de oportunidades, son los cinco pilares sobre los que trabajamos.
Si hay algo que trasluce la implantación del sello de calidad de la Fundación en las compañías es la rentabilidad y la mejora en la productividad en las 93 empresas que lo poseen. No hay ninguna duda, señala Fuertes, que apostar por los trabajadores es una cuestión rentable para las compañías. Además, les proporciona otros beneficios como reducir el absentismo o la rotación y la fidelidad de sus empleados. Hemos podido comprobar que las empresas que tienen nuestro sello han llegado a reducir hasta un 25% el absentismo y un 8% las rotaciones.
Algunos gobiernos regionales han empezado a ofrecer ventajas a estas compañías. En Castilla y León, comenta Fuertes, están siendo las primeras beneficiarias de una línea de subvenciones de la Consejería de Familia. En Valencia han anunciado que tendrán preferencia en contrataciones públicas y La Rioja ha creado un Protocolo específico de subvenciones de 3.000 a 6.000 euros.