En el contexto de los 25 años de la Prelatura del Opus Dei, el arzobispo de Madrid echó una mirada agradecida "a los frutos pastorales de la obra del Opus Dei que han llegado hasta el presente de la Iglesia en Madrid y en España
El cardenal arzobispo de Madrid Antonio Rouco Varela clausuró en la noche del lunes en Madrid un acto conmemorativo del 25 aniversario del Opus Dei como Prelatura personal, figura jurídica que ha sido una fórmula buena, feliz, adecuada para recoger el espíritu, el carisma y el servicio del Opus Dei a la Iglesia, afirmó mons. Rouco, y que ha sido ofrecida desde la legislación general de la Iglesia, desde los textos del Vaticano II.
El acto, celebrado en la sede madrileña del IESE, contó también con las intervenciones del cardenal Julián Herranz, presidente emérito del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, y de monseñor Francesco Monterisi. Asistieron entre otros el Nuncio Manuel Monteiro, los obispos auxiliares de Madrid Fidel Herráez y Juan Antonio Martínez Camino, SJ, junto a mons. Ramón Herrando, vicario regional de la Prelatura en España, y otras autoridades civiles y académicas.
El cardenal Herranz hizo un recorrido histórico y canónico por el camino seguido por el Opus Dei hasta su configuración como Prelatura Personal, querido y animado este iter por el Papa Juan Pablo II. Por su parte Mons. Monterisi destacó que la comunión entre la Prelatura y las diócesis es una gozosa realidad práctica. En su opinión, la labor que realiza la Prelatura favorece directamente a las diócesis donde trabaja, pues los beneficiarios de esa labor son los fieles de las diócesis.
Cardenal Herranz
El acto comenzó con la intervención del cardenal Herranz, quien se refirió al itinerario jurídico del Opus Dei, del que ha sido testigo directo, hasta ser erigido en Prelatura personal, lo que supuso dar la configuración jurídica a un carisma que llevaba al laicado a la asunción plena de sus responsabilidades eclesiales. Según dijo se alcanzó la armonía entre el carisma y la norma jurídica.
Cardenal Rouco
El cardenal Rouco expresó su felicitación a la Prelatura, a la que agradezco el servicio que presta a la Iglesia y en concreto a la archidiócesis de Madrid y animó a vivir ese servicio sin miedo ni vergüenza, con el objetivo no de adaptarse al mundo sino de convertirlo y renovarlo. En el contexto de los 25 años de la Prelatura del Opus Dei, el arzobispo de Madrid echó una mirada agradecida "a los frutos pastorales de la obra del Opus Dei que han llegado hasta el presente de la Iglesia en Madrid y en España y destacó que ofrece un panorama rico de servicio a la iglesia que tenemos que agradecer.
Durante su intervención, el cardenal hizo alusión al contexto histórico del nacimiento del Opus Dei y destacó que sucedió en décadas muy atormentadas, cuando se daba una antropología doliente donde habían nacido frases curiosísimas sobre el hombre, primero la muerte de Dios, pero también social, cultural y políticamente pues habían inventado una figura de super-hombre, que desde una perspectiva puramente inmanentista de la historia, iba a ser el salvador del mundo.
Por ello destacó que san Josemaría Escrivá de Balaguer hiciese una propuesta viva en la que todo cristiano tenía que vivir su vida cristiana como una sentida vocación, lo que supuso un papel ejemplar para constituir una sociedad que Europa y el mundo necesitaba, tras las dos guerras mundiales.
Es la hora de llamar la atención sobre la contribución de católicos en la Iglesia para superar los grandes problemas de aquella sociedad macada por la lucha de clases, nuevos estados sociales democráticos de derecho, afirmó el cardenal Rouco, que expresó que una Prelatura personal es una fórmula feliz, buena y adecuada.
El arzobispo de Madrid afirmó al concluir su intervención, que la integración en el mundo no se consigue cuando uno se adapta al mundo, sino cuando uno convierte al mundo y bromeó sobre las encuestas que dan muy bajo a la imagen pública de la Iglesia, puesto que la encuesta final, la que vale es la de San Pedro en el Evangelio, recordando que fueron las fuerzas espirituales las que ayudaron a renovar a Europa y el mundo después de 1945.
Mons. Monterisi
Por su parte mons. Monterisi destacó que la comunión entre la Prelatura y las diócesis es una gozosa realidad práctica. En su opinión, la labor que realiza la Prelatura favorece directamente a las diócesis donde trabaja, pues los beneficiarios de esa labor son los fieles de las diócesis.
También afirmó que la Prelatura no queda al margen de la Jerarquía, al contrario, el Opus Dei está sometido al régimen de un prelado que la dirige en comunión con la Sede Apostólica y con los demás obispos.
Monseñor Monterisi recordó que el fundador del Opus Dei, san Josemaría Escrivá, quería sobre todo que el reconocimiento jurídico definitivo del Opus Dei se llevara a cabo dentro del Derecho común de la Iglesia, sin privilegios y sin régimen de excepción.