La Vanguardia
Tengo 69 años. Nací en Molfetta: una catedral sencilla y sublime y un seminario pletórico. Soy fan del Milan. Tal vez hoy tenemos menos vocaciones clericales, pero los seglares son cada vez más activos. He disertado en el centro sacerdotal Montealegre del Opus Dei
La Conferencia Episcopal Española medió con ETA y ahora condena el diálogo con ETA... ¿Es coherente?
Los obispos españoles han intervenido no para impedir el diálogo, sino para impedir que el terrorismo -un desorden ético- se convierta en un interlocutor político.
Hubo en su día obispos que no rechazaron ese diálogo sino que lo promovieron.
Quiero advertir -ante todo- que no sigo la realidad española y no soy competente en este asunto, pero creo haber entendido que los obispos españoles no están contra las personas, sino contra el concepto de diálogo político con los terroristas.
Pero, en su día, la Conferencia Episcopal Española medió en ese diálogo con ETA... Y el Vaticano lo sabía.
La Santa Sede no puede intervenir en este campo sin la mediación de la Conferencia Episcopal Española, que es su único interlocutor en España y tiene diversidad de sensibilidades en su interior, pero es la voz de la Iglesia y creo que lo que dice la conferencia en su punto diez es convincente.
La cadena de emisoras de la Conferencia Episcopal Española, la Cope, sigue una línea en la que muchos católicos españoles dicen no verse representados.
También incomoda a algunos obispos. Los obispos debemos apoyar a quienes defienden los valores cristianos. No es una línea contra nadie, sino a favor de valores como la libertad educativa, la familia..
¿Cómo saben lo que es la familia usted y todo el clero si no se casan ni procrean?
¿Hace falta estar enfermo para saber que un enfermo necesita curarse? Debemos apoyar a quienes defienden nuestros valores, pero no tenemos un solo objetivo sociopolítico.
La Cope pide el voto para un partido.
Yo eso no lo sé.
Aquí todos lo sabemos.
En Italia, todos los partidos tienen sus testimonios cristianos...
Pues aquí la línea de la Cope hoy no representa a todos los partidos.
La Iglesia enuncia todos sus valores y deja a las personas la defensa de estos valores. En algunas asociaciones, la defensa de estos valores cristianos es fácil y en otras difícil.
Usted es interlocutor habitual del Santo Padre: ¿tienen la sensación de que España está dejando de ser católica?
La Iglesia siempre ha convivido con los desafíos culturales y ha dialogado con ellos. La Iglesia tiene buena salud porque sabe que esa contraposición es una lucha continua. La situación del catolicismo español no es patológica sino fisiológica. España es una nación sana y debe seguir siéndolo.
¿Por qué les obsesiona tanto a ustedes en la Santa Sede el estadísticamente irrelevante matrimonio homosexual?
La palabra matrimonio ya implica en su etimología la unión entre hombre y mujer: así nace la vida. Se puede respetar la unión homosexual... ¡Pero que no le llamen matrimonio! Porque es un suicidio de la sociedad. Y en eso coinciden todas las religiones.
¿Qué es lo último que ha hecho su congregación, antigua Inquisición?
Publicar una nota sobre los políticos.
¡Cuéntenos!
Un político católico no puede separar la ética de la política: santo Tomás Moro demostró que es posible llevar ese compromiso hasta el final.
Si los políticos fueran como santo Tomás Moro, el mundo sería mucho mejor.
Deberían...
... Pero dudo que se jugaran la cabeza por la verdad como santo Tomás Moro.
Hoy los políticos saben defenderse muy bien y son ellos los que hacen perder la cabeza a los demás.
¿Que más ha hecho su congregación?
Pedir libertad religiosa, que es un valor no sólo cristiano sino antropológico, universal.
¿Por qué ahora?
Porque hay muchos países en los que un católico no puede santiguarse.
¿Por qué?
¡Porque está prohibido! Pedimos que cualquier ser humano pueda ejercer su libertad religiosa en cualquier país del mundo.
¿Cómo se lleva usted con la historia de su congregación? ¿Le avergüenza el pasado de la Inquisición?
No, porque la historia más autorizada ha demostrado ahora que la Inquisición católica española y también la italiana fueron garantistas ciento por ciento, al contrario que otras inquisiciones pasadas y presentes.
¿Qué es lo último que ha condenado su congregación, monseñor?
Tres errores cristológicos...
¿Arrianismo?
¡Exacto! ¡Casi sabe usted más que yo!
Ha sido el santo Google, monseñor.
El arrianismo es una herejía que retorna. Es el error de creer que Jesucristo no fue Dios y hombre a la vez, sino tan sólo un hombre carismático.
Si Jesús no fuera también Dios, su congregación sobraría... Y toda la Santa Sede.
No tendría sentido la comunión ni el culto.
Supongo que quieren acercar el hombre a Jesús acercando a Jesús al hombre.
También por esa desviación hemos condenado ese error en el padre Dupuy y en John Roger Haight...
A este jesuita le han prohibido enseñar. ...
Y también hemos condenado esa desviación en Jon Sobrino.
Introducción a la serie sobre “Perdón, la reconciliación y la Justicia Restaurativa” |
San Josemaría, maestro de perdón (1ª parte) |
Aprender a perdonar |
Verdad y libertad |
El Magisterio Pontificio sobre el Rosario y la Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae |
El marco moral y el sentido del amor humano |
¿Qué es la Justicia Restaurativa? |
“Combate, cercanía, misión” (6): «Más grande que tu corazón»: Contrición y reconciliación |
Combate, cercanía, misión (5): «No te soltaré hasta que me bendigas»: la oración contemplativa |
Combate, cercanía, misión (4) «No entristezcáis al Espíritu Santo» La tibieza |
Combate, cercanía, misión (3): Todo es nuestro y todo es de Dios |
Combate, cercanía, misión (2): «Se hace camino al andar» |
Combate, cercanía, misión I: «Elige la Vida» |
La intervención estatal, la regulación económica y el poder de policía II |
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