Representa una señal alentadora porque demuestra que la buena voluntad y el diálogo son capaces de vencer los prejuicios. Los intelectuales afirman que el `diálogo cortés´ no basta para erradicar la violencia religiosa
Un grupo de 138 sabios musulmanes escribieron esta semana al Papa y a otros líderes cristianos con el fin de promover una convivencia pacífica entre los fieles de ambas comunidades religiosas. La misiva era clara: «Juntos, musulmanes y cristianos, representamos más de la mitad de la población mundial. Sin paz y sin justicia entre esas dos grandes comunidades religiosas no puede haber paz significativa en el mundo», informa Efe. «Lo que está en juego es nuestro futuro común. Y tal vez incluso la propia supervivencia del mundo», sentenciaban.
El paso dado por este nutrido grupo de intelectuales islámicos -entre ellos, grandes muftíes que tienen cada uno millones de seguidores- ha sido recibido con mucho optimismo en las dependencias vaticanas. Así lo aseguró ayer el cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, quien consideró, en declaraciones a Radio Vaticana, que la carta «representa una señal alentadora porque demuestra que la buena voluntad y el diálogo son capaces de vencer los prejuicios».
Para el cardenal Tauran, sin embargo, la importancia de esta misiva no queda sólo aquí, sino que además, afirmó, se trata de «un documento nuevo pues está firmado tanto por musulmanes chiíes como suníes». De hecho, según aseguró el profesor Aref Ali Nayed, de la Universidad de Cambridge, «han sido necesarios casi tres años para lograr este consenso sin precedentes». Los sabios islámicos coinciden también en señalar en esta carta que no basta con «un cortés diálogo ecuménico» para erradicar la violencia religiosa y promover una auténtica paz en el mundo. En este sentido, y a la pregunta de qué pueden hacer juntos los líderes cristianos y musulmanes para evitar que las confesiones se conviertan en motivo de disputa, el purpurado francés señaló que hay que convencer a los fieles de tres conceptos de los que habla la propia misiva: «Dios es único, Dios nos ama y tenemos que amarle, y nos indica que debemos amar al prójimo», informa Efe.