La encíclica social que el Papa Benedicto XVI trabajó durante sus vacaciones en Lorenzago di Cadore en julio abordará el desafío del justo desarrollo de los pueblos en el marco de la globalización, señaló un vaticanista italiano
Ignazio Ingrao, observador del Vaticano para la revista Panorama, citó esta semana fuentes del Vaticano señalando que la esperada encíclica social del Papa, la segunda de su pontificado, conmemorará los 40 años del histórico documento del Papa Pablo VI Populorum Progressio (El Desarrollo de los Pueblos), publicado en la Pascua de 1967.
Según Ingrao, el Pontífice abordará el tema de la justicia social y la ética en el marco de una economía globalizada, donde incluso se denunciarán los paraísos fiscales donde se evaden impuestos como socialmente injustos.
La segunda encíclica del Papa Benedicto también abogará por un mundo donde el comercio mundial y la economía estén reguladas de tal manera que impida mayor injusticia y discriminación, como consecuencia de la globalización.
Es previsible que la encíclica social, según observadores vaticanos, contenga importantes criterios éticos más que recetas para el manejo de la economía mundial.
Al respecto, señalan como emblemático el deseo del Papa Benedicto de conmemorar la Populorum Progressio, un encíclica en la que Pablo VI argumentaba a favor del desarrollo de los países más pobres mediante la acción directa de los más ricos; pero al mismo tiempo describía así las estructuras de más alto grado de desarrollo humano: El reconocimiento, por parte del hombre, de los valores supremos, y de Dios, que de ellos es la fuente y el fin. Más humanas, por fin y especialmente: la fe, don de Dios acogido por la buena voluntad de los hombres, y la unidad de la caridad de Cristo, que nos llama a todos a participar, como hijos, en la vida de Dios vivo, Padre de todos los hombres.