«El cristianismo no es un paquete complicadísimo de muchos dogmas, imposible de conocerlos todos; no es algo sólo para académicos, sino algo sencillo: Dios existe y Dios está cerca en Jesucristo»
La credibilidad del anuncio del Evangelio depende de los auténticos cristianos, reconoce Benedicto XVI quien confiesa que ve en las familias «penetradas por la fe» la presencia de Dios.
Lo explicó el 24 de julio al responder a las preguntas de algunos sacerdotes de las diócesis de Belluno-Feltre y Treviso en Auronzo, localidad de los Dolomitas italianos.
«El cristianismo no es un paquete complicadísimo de muchos dogmas, imposible de conocerlos todos; no es algo sólo para académicos, sino algo sencillo: Dios existe y Dios está cerca en Jesucristo».
Llevar a Dios a los demás, explicó, «implica sobre todo, por una parte, el amor, y por otra la esperanza y la fe».
Por tanto, «el mejor testimonio de Cristo, el mejor anuncio es siempre la vida de los verdaderos cristianos».
«Me parece que el anuncio más bello hoy es ver cómo familias nutridas por la fe viven con alegría, cómo viven incluso el sufrimiento con profunda alegría, cómo ayudan a los demás, cómo aman a Dios y al prójimo», reconoció.
«Incluso para mí el anuncio más reconfortante es siempre el de ver familias católicas o personalidades católicas que están penetradas por la fe; en ellas resplandece realmente la presencia de Dios y llega este agua viva».
«Por tanto --concluyó--, el anuncio fundamental es precisamente el de la vida misma de los cristianos».