A falta de proyectos de justicia social, la ideología socialista recurre a la erosión de la familia
Gaceta de los Negocios
En el debate sobre el estado de la Nación, el presidente del Gobierno recomendó la lectura de un determinado texto de la asignatura Educación para la Ciudadanía. ¿Fue propaganda subliminal gratuita? Zapatero retó a encontrar, en este manual o en cualquier otro, algo ofensivo para las sensibilidades morales o religiosas.
No hace falta ser especialmente suspicaz para comprender que, ante las protestas suscitadas por su programa cívico, el Gobierno ha sometido el aspecto externo de la disciplina a una especie de lustración a la polaca. Y ahora puede decir, como un ilusionista, nada por aquí, nada por allí. Pero puede suceder que, en la manga y la chistera, comiencen a asomar algunos de los objetivos que realmente persigue la Educación para la Ciudadanía.
Han caído por casualidad en mis manos unos textos que pertenecen a unas ayudas para el profesor tituladas Cuento contigo. Figuran en la página web educaragon, publicada por el departamento de Educación de la Comunidad Aragonesa. Se da la significativa circunstancia de que el módulo 3 de esas instrucciones no aparece en esa página. Y el módulo 3 trata justo del género en educación: relaciones de género en los centros educativos, aprendizaje de los códigos de género, feminidad y preferencia sexual, la diferencia sexual en imágenes
Las asignaturas a las que se hace referencia explícita, para aplicar estas enseñanzas, son la Educación para la Ciudadanía y la Ética.
Queda claro, desde el primer momento, el carácter cultural del género y su universal penetración en la vida social: El género se transmite por numerosos cauces. Está presente en todos los canales de socialización. El tipo de familia al que pertenecemos, los primeros amigos y amigas, los compañeros de clase, son modelos que tendemos a imitar. De la percepción del género que tengan los grupos sociales de los que formamos parte dependerá, en buena medida, nuestra propia concepción de cómo comportarnos por ser hombre o ser mujer. Según el planteamiento que el actual socialismo español tiene de la enseñanza, corresponde a los centros educativos un papel decisivo para difundir la perspectiva de género. Desde ellos se pueden difundir modelos de relación basados en la libertad y la igualdad entre hombres y mujeres. Modelos que liberen a los chicos y chicas de concepciones encorsetadas que condicionan su libertad sentimental y sexual. Al parecer, lo que encorseta es el atenimiento a la naturaleza humana y a las normas que en ella se basan.
Semejante liberación consiste, al menos para el Gobierno socialista de la Comunidad de Aragón, en el logro de que cada alumna y cada alumno pueda dar un significado personal a su feminidad y masculinidad: tener la libertad de ser como su cuerpo siente que tiene que ser, sin necesidad de recurrir a los estereotipos de género que se transmiten de manera dicotómica desde las familias tradicionales. Por tanto, en la niñez y en la adolescencia, han de tener en cuenta la experiencia y las sensaciones tanto de los cuerpos masculinos como de los femeninos. Por ejemplo se lee textualmente en el citado documento cuando las niñas descubren que los niños tienen pene es conveniente que ellas sepan que tienen vulva, y que es igual de importante. Si desconocen esto o no le conceden relevancia, en las primeras relaciones sexuales, muchas adolescentes creen que son frígidas.
Las diferencias sexuales, se sostiene, han de entenderse como riqueza, no como desigualdad, de manera que a la diferencia se le puedan dar varios significados, diversas formas de ser hombre o mujer. Más claramente expresado: El hombre y la mujer pueden optar por ser heterosexuales, homosexuales o bisexuales, porque su preferencia sexual es una elección libre y personal. Se pueden aprender formas no tradicionales de ser persona, en las que primen la libertad y la igualdad, desmitificando el amor romántico.
Para conseguir estos fines, Cuento contigo propone la acción tutorial, el análisis de historias de amor interiorizadas, el conocimiento de otras formas de relación, la imaginación de la propia relación de pareja. Se recomiendan las películas Philadelphia, Brokeback Mountain y Frida Kahlo. Se aconseja una amplia exhibición de imágenes sexuales dibujadas por los alumnos y alumnas, además de otras tomadas de periódicos o revistas, en las que no falten penes y vaginas, además de corazones.
Quizá sea esta una de las dimensiones ocultas del iceberg. Estamos, según parece, ante un plan de deformación programada. A falta de proyectos de justicia social, la ideología socialista recurre a la manipulación del sexo, a la erosión de la familia, a un retorcimiento del significado de las relaciones sociales. ¿Qué tienen que decir al respecto el PP o Unió Democrática de Catalunya? Y, sobre todo, ¿hasta dónde llegará la paciencia y el conformismo de los ciudadanos españoles?