Benedicto XVI subrayó que "la Jornada Mundial de la Juventud es más que un evento. Es un momento de profunda renovación espiritual, de cuyos frutos se beneficiará toda la sociedad"
Al final de la audiencia general de hoy, el Papa se dirigió a los jóvenes del mundo que se están preparando para la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en julio de 2008 en Sidney (Australia).
El Santo Padre animó a los jóvenes a prepararse bien "para esta maravillosa celebración de la fe. (...) ¡Participar plenamente en la vida de vuestras parroquias y en los eventos diocesanos! De este modo, estaréis provistos espiritualmente para experimentar una nueva manera de entender en mayor profundidad todo lo que creemos cuando nos reunamos en Sidney en julio próximo".
"Ya sé que las autoridades eclesiales y gubernamentales, junto con numerosos jóvenes australianos, están trabajando duramente para que sea una experiencia excepcional para todos nosotros. Les doy las gracias de todo corazón".
Benedicto XVI subrayó que "la Jornada Mundial de la Juventud es más que un evento. Es un momento de profunda renovación espiritual, de cuyos frutos se beneficiará toda la sociedad".
"Algunos de vosotros tenéis amigos con pocos objetivos reales en su vida, quizá atrapados en una búsqueda vana de infinitas experiencias nuevas. ¡Traedles también a la Jornada Mundial de la Juventud! Me he dado cuenta de que contra la corriente del secularismo, muchos jóvenes están volviendo a descubrir la satisfactoria búsqueda de la auténtica belleza, bondad y verdad. Con vuestro testimonio, les ayudaréis en la búsqueda del Espíritu de Dios".
El Papa concluyó pidiendo a los jóvenes que fueran "valientes en este testimonio. Tratad de difundir la luz de Cristo, que guía y da sentido a la vida, de modo que la alegría y la felicidad estén al alcance de todos".