En la Misa celebrada en Roma con motivo de la festividad de San Josemaría, el Prelado ha comunicado que ese mismo día ha comenzado la labor apostólica estable del Opus Dei en Rusia
En la Misa celebrada en Roma con motivo de la festividad de San Josemaría, el Prelado ha comunicado que ese mismo día ha comenzado la labor apostólica estable del Opus Dei en Rusia. Estos son los párrafos de la homilía dedicados al anuncio.
Hoy mi alma siente una alegría especial, de la que me gustaría haceros partícipes. Precisamente hoy, coincidiendo con la festividad de san Josemaría, ha comenzado de forma estable la labor apostólica de los fieles del Opus Dei en Rusia, en esas tierras que se extienden del Mar Báltico al Océano Pacífico, del Mar Negro al Océano Glacial Ártico.
Se cumple así uno de los sueños de san Josemaría, que siempre deseó extender el espíritu del Opus Dei por todo el mundo y, por lo tanto, también por las naciones de la Europa Oriental. ¡No podéis imaginar cuanto deseó que llegase este momento!
Gracias a Dios, los fieles de la Prelatura trabajan ya en esos países, como en otros muchos. Sin embargo, durante muchos años, la realización de este sueño en la Europa centro oriental había sido impedida por la ausencia de libertad.
En 1955, durante un viaje a Viena, san Josemaría confió esta intención a la Madre de Dios, invocándola con la jaculatoria: Sancta Maria, Stella Orientis, filios tuos adiuva! (Santa María, estrella de Oriente, ¡ayuda a tus hijos!). No se cansó jamas de rezar por esta intención, aunque el paso de los años no dejase ver siquiera el inicio de una solución.
Más tarde, cuando inesperadamente comenzaron a caer los muros construidos por la violencia, el queridísimo don Álvaro del Portillo dio inicio a la expansión apostólica del Opus Dei en esos países. En primer lugar, Polonia; luego, Eslovaquia, la República Checa, Hungría y los Países Bálticos. En los últimos años, Eslovenia y Croacia.
Hoy, finalmente, ha llegado el momento de llevar la actividad apostólica también a Rusia. Damos gracias a Dios y pedimos, por intercesión de la Virgen y de san Josemaría, la ayuda divina en estos comienzos (
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Para llevar adelante cualquier actividad apostólica tenemos que acudir, en primer lugar, a Dios. Debemos también poner los medios materiales al servicio del apostolado, pues las actividades apostólicas del Opus Dei necesitan de la colaboración de muchas personas, de sus oraciones y de su ayuda material.
De esta forma, con la gracia de Dios y la generosa contribución de tantos hombres y mujeres de condiciones sociales diversas, se desarrolla en todo el mundo, al servicio de la Iglesia, una obra evangelizadora cada vez más amplia.