La sociedad vigilada, tutelada y desarmada, son los tres supuestos que ya se están implantando en España
Antxón Sarasqueta
La Gaceta de los negocios
Almudi.org
El antiliberalismo fundamentalista y su alianza táctica con el terrorismo une a las corrientes radicales de todo el espectro político. Tiene como ideal común impedir y suplantar la democracia liberal. Que la democracia liberal no sea efectiva ni como Estado, ni como sistema político, ni como expresión de pluralidad y soberanía pop...
La sociedad vigilada, tutelada y desarmada, son los tres supuestos que ya se están implantando en España
Antxón Sarasqueta
La Gaceta de los negocios
Almudi.org
El antiliberalismo fundamentalista y su alianza táctica con el terrorismo une a las corrientes radicales de todo el espectro político. Tiene como ideal común impedir y suplantar la democracia liberal. Que la democracia liberal no sea efectiva ni como Estado, ni como sistema político, ni como expresión de pluralidad y soberanía popular. Lo fundamental en un régimen radical no es lo que es, sino no ser libre. Ni como persona, ni como institución, ni como alternativa. Es un régimen totalitario en distintos grados, cualquiera que sea su apariencia y estética, y une tres rasgos comunes que hoy se dan en España e identifican la etapa actual de Gobierno del socialista Zapatero. Estos rasgos son la combinación de tres tipos de sociedad en un mismo modelo. Una sociedad vigilada, una sociedad tutelada y una sociedad desarmada.
La Sociedad Vigilada. La radiografía de la sociedad vigilada fue hecha en este periódico el pasado 7 de noviembre, en un artículo titulado Un comando de mil ojos. Narraba la vida en el País Vasco. Donde todos vigilan a todos. Desde detrás de la mirilla o de las cortinas o en la escuela. En el País Vasco llevar un periódico determinado puede ser objeto de delación. Se es sospechoso por el hecho de ser y de sentir. Bajo el régimen nacionalista se ha desarrollado una sociedad de redes humanas que se vigilan entre sí, y se informa del profesor que habla a los alumnos en español, o del nacionalista que no ha colaborado con la banda, o del socialista que está a favor o en contra del falso proceso de paz, lo que le hace aceptable o condenable. Es sospechoso de estar a favor o en contra de ETA el establecimiento gastronómico en función de que haya sido objeto de atentados o carteles de condena, o no. No se es libre para ser como se quiera, ni para vivir y pensar en libertad, ni en la práctica se tienen los mismos derechos y oportunidades. Eso ha hecho que cientos de miles de ciudadanos hayan abandonado el País Vasco. Y otro cientos de miles vivan en la clandestinidad interior.
Pero hay otros aspectos que pesan sobre la libertad del individuo para que se note la implantación de ese perfil de sociedad. Se "marca" a las personas para que sean rechazadas por otras personas y grupos alineados en lo políticamente correcto (la verdad oficial). La coacción y mediatización de la libertad individual, y de los comportamientos sociales e institucionales, está penetrando en España en todos los rincones de la vida. El otro día tuve que responder a un cargo académico que cuestionaba la lealtad de los presentes a la institución que representábamos en función de que apoyáramos o no su propuesta, despreciando la libertad de criterio de la persona, todas de distintas ideas y condición personal y profesional.
La Sociedad Tutelada. Es el Gobierno el que tutela a las personas. Les dice si pueden fumar o no, si pueden comer una hamburguesa, si pueden estar más gordos. Todo esto sonaría a pesadilla de una mala noche, si no fuera porque en la España de hoy es tan real como la vida misma. Decir desde el Gobierno a los ciudadanos cómo tienen que vivir, cómo tienen que alimentarse, cómo tienen que desarrollarse físicamente, y mentalmente, y utilizar para ello el BOE y todo el aparato del Estado como una gran maquinaria propagandística, es un atentado directo a la libertad.
La Sociedad Desarmada. El poder de un régimen radical trabaja sólo para desarmar a la sociedad. Intelectualmente, políticamente y moralmente. Para que los sectores críticos de la sociedad no sean el motor de la mayoría, sino para que pasen a convertirse en una serie de grupos desvertebrados y sin otro eco que el de ellos mismos entre sí. Como mucho, se les convierte en disidentes, que es algo más que no ser nada. Mediante las leyes, la coacción, exclusión, y la propaganda, se busca alinear a la sociedad. Una sociedad alineada no es obstáculo para el poder, y sí lo es para desarrollar la libertad.
El manifiesto del PSOE sobre la laicidad es un documento que debe leerse si se quiere conocer mejor los pasos que se están dando para implantar un régimen radical en la España de nuestros días.
Entre otras cosas hace patente que con la asignatura de la educación para la ciudadanía, el Estado suplanta “el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”, como señala el artículo 273 de la Constitución.