En 2005, hubo un 26% más de visitantes. Entre los españoles, la cifra subió un 142%
Tras años de intifada en los que se vivió un descenso brusco del número de peregrinaciones, los datos más recientes alientan la esperanza de un nuevo repunte de las visitas a Tierra Santa por motivos religiosos. El flujo de peregrinos para conocer los Santos Lugares es muy importante para los cristianos allí, puesto que no sólo les da impulso material, sino que les permite vivir, como hasta hace unos año...
En 2005, hubo un 26% más de visitantes. Entre los españoles, la cifra subió un 142%
Tras años de intifada en los que se vivió un descenso brusco del número de peregrinaciones, los datos más recientes alientan la esperanza de un nuevo repunte de las visitas a Tierra Santa por motivos religiosos. El flujo de peregrinos para conocer los Santos Lugares es muy importante para los cristianos allí, puesto que no sólo les da impulso material, sino que les permite vivir, como hasta hace unos años, de la actividad económica generada por las peregrinaciones
El año 2000 parecía prometedor. La visita de Juan Pablo II a Tierra Santa para celebrar el Jubileo potenció sustancialmente las peregrinaciones, hasta el punto de que casi se alcanzó la cifra récord de los tres millones de visitantes. Sin embargo, todo cambió cuando Ariel Sharon se plantó en la explanada de las mezquitas. Las revueltas que respondieron a la provocación no se hicieron esperar y, casi de la noche a la mañana, estalló la segunda intifada. El largo período de conflictos, con atentados suicidas palestinos, ataques armados israelíes y férrea división de los pueblos, motivó un profundo descenso de las peregrinaciones, hasta poco más de 800.000 visitantes.
A pesar de que durante mucho tiempo la inestabilidad política ha mantenido en cifras muy bajas el número de visitantes, los datos del último año son esperanzadores. Según fuentes del Gobierno israelí, el volumen total de turistas se incrementó, en 2005 respecto a 2004, en un 26%, y pasó de 1.505.571 en 2004, a 1.903.176 en 2005. Y un dato que resulta especialmente esperanzador es el del caso español, donde el aumento registrado ha sido espectacular, del 142%, pasando de los 21.396 visitantes en 2004, a los 51.868 del año pasado.
La situación para los cristianos en Tierra Santa se ha convertido en muy difícil en el último siglo. Esta circunstancia se ha podido constatar en el éxodo masivo. Según un informe elaborado en el año 2003 por los franciscanos custodios de Tierra Santa, mientras que en 1840 los cristianos de Jerusalén, en su mayoría palestinos, representaban un amplio 25% de la población, en 2002 la cifra se había reducido drásticamente hasta tan sólo el 2%.
Al éxodo cristiano de Jerusalén en el siglo XX se suma un sustancial aumento de las poblaciones palestina e israelíe. En el caso de los judíos, pasaron de ser unos cuatro mil en 1840, a los cuatrocientos mil de 2002. Los musulmanes, gracias a su elevada tasa de natalidad, también han llenado la ciudad, pasando de los 4.600 aproximadamente, que residían en 1840, a los 143.000 que viven en la actualidad.
Pero, como señala el informe, la gravedad de la ausencia de cristianos en Tierra Santa no estriba sólo en sus consecuencias numéricas y económicas. «Con el éxodo cristiano se va también la visión cristiana del hombre, universal e igualitaria, con el respeto a la persona y a la vida, en una región en la que estos valores están en franca regresión». Por eso, el regreso de los peregrinos a Tierra Santa es una noticia cargada de esperanza.
María S. Altaba
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