Monseñor Manuel Monteiro de Castro presidió el lunes en LA RAZÓN un seminario de estudio sobre el documento de Benedicto XVI «Dios es amor»
El acto fue organizado conjuntamente con la Fundación San Pablo-CEU
L. R. R. -- Madrid- El diario LA RAZÓN acogió, el pasado lunes, una mesa redonda para analizar el contenido y las repercusiones de la primera encíclica de Benedicto XVI, «Dios es amor», que en su día fue ofrecida de manera íntegra a nuestros lectores. El acto e...
Monseñor Manuel Monteiro de Castro presidió el lunes en LA RAZÓN un seminario de estudio sobre el documento de Benedicto XVI «Dios es amor»
El acto fue organizado conjuntamente con la Fundación San Pablo-CEU
L. R. R. -- Madrid- El diario LA RAZÓN acogió, el pasado lunes, una mesa redonda para analizar el contenido y las repercusiones de la primera encíclica de Benedicto XVI, «Dios es amor», que en su día fue ofrecida de manera íntegra a nuestros lectores. El acto estuvo organizado conjuntamente con la Fundación Universitaria San Pablo-CEU, y fue presidido por el nuncio de Su Santidad en España, monseñor Manuel Monteiro de Castro, quien señaló que este evento se planteaba como respuesta a una petición que el Papa hacía en la encíclica: «Suscitar en el mundo un renovado dinamismo de compromiso en la respuesta humana al amor divino».
Además del nuncio, en el acto participaron el director de la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), Pablo Cervera; el mercedario Alfonso López Quintás, catedrático emérito de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid; Rafael Rubio de Urquía, catedrático de Teoría Económica de la Universidad San Pablo-CEU; la hermana Mª Luz Ibarz, Hija de la Caridad; Susana Martín de Blas, profesora del colegio San Pablo-CEU; el sacerdote jesuita Jaime Garralda, fundador de la asociación «Horizontes abiertos» y su presidenta, María Matos; y por parte de LA RAZÓN, su director, José Alejandro Vara y los periodistas Álex Navajas, Álex Rosal, Sara Martín y José R. Navarro Pareja.
Un tema muy actual. Monseñor Monteiro de Castro comenzó su intervención señalando que el tema de la encíclica es « sumamente actual porque en la familia chica que son nuestros hogares y en la gran familia que es la sociedad, vemos venganza, odio y violencia. La respuesta a esto es justo lo contrario, lo que plantea el Papa: Dios es amor». De tal forma, puntualizó el nuncio, que «la fe cristiana está plenamente contenida en esta expresión: Deus caritas est».
Continuó su intervención para destacar como «el Papa presenta el servicio de la caridad como un elemento esencial en la vida de la Iglesia, junto con el servicio de la Palabra y el de los sacramentos».
En este sentido puntualizó que «el amor es el corazón de la fe cristiana. El corazón es una bomba maravillosa que lleva la sagre que da vida a todo el ser humano. Así es el amor de Dios para la vida cristiana».
En la segunda parte de su intervención, monseñor Monteiro se adentró en la definición que el Papa hace de Dios y la imagen que de él tiene el hombre actual. «Podemos tener una imagen con la base de la razón, pues observando el orden del universo o el funcionamiento del cuerpo humano, podemos llegar a admirar la imagen de Dios creador», señaló. «También -concretó- a partir de la fe de Israel, vemos la imagen de Dios creador, que ama al hombre y le ordena amar al prójimo».
El nuncio precisó que «el Papa desarrolla la imagen cristiana de Dios, que nos la da Jesucristo, y la podemos ver en las parábolas del buen pastor, del hijo pródigo, del samaritano. La imagen cristiana de Dios es, no sólo de un un Dios creador, no sólo de un Dios bueno que escucha, sino que va más allá, en un amor infinito que encuentra su plenitud en Jesucristo, con quien el cristiano tiene una experiencia de encuentro personal».
A partir de la encíclica, también distiguió entre las tareas del Estado y de la Iglesia: «La tarea principal de la política es el orden justo de la sociedad y el Estado, que implica no imponer la religión, garantizar la libertad y la paz entre los seguidores de las diversas religiones y respetar la fe de los creyentes. Por su parte la Iglesia tiene su independencia y vive su forma comunitaria basada en la fe».
http://www.larazon.es/noticias/noti_rel10730.htm