Prodi propone conceder entre 250 y 300 euros mensuales a las embarazadas con dificultades económicas
Ángel Villarino - Ciudad del Vaticano- En Italia ya no está de moda defender el aborto y en los últimos meses el entero espectro político se ha ido montando en la ola revisionista. Arengados por la Conferencia Episcopal (CEI), que preside el cardenal Camillo Ruini, de derecha a izquierda, las agrupaciones parlamentarias compiten ahora para buscar fórmulas con las que promover una d...
Prodi propone conceder entre 250 y 300 euros mensuales a las embarazadas con dificultades económicas
Ángel Villarino - Ciudad del Vaticano- En Italia ya no está de moda defender el aborto y en los últimos meses el entero espectro político se ha ido montando en la ola revisionista. Arengados por la Conferencia Episcopal (CEI), que preside el cardenal Camillo Ruini, de derecha a izquierda, las agrupaciones parlamentarias compiten ahora para buscar fórmulas con las que promover una disminución de los abortos practicados en el país, partiendo de la base comúnmente aceptada en tierras trasalpinas de que se trata de una decisión traumática y dolorosa que sería mejor evitar. A esto, la derecha católica añade que se trata de «un crimen» y que como tal no se pueden hacer excepciones. El resto de partidos suelen reducir su rechazo exigiendo que se evite «siempre y cuando sea posible».
La más polémica de cuantas propuestas se han llevado a cabo con el fin de detener lo que Ruini denomina «la plaga del asesinato de los más inocentes» consiste en introducir militantes de la red de «asociaciones provida» en los hospitales, pagando a los voluntarios para que intenten convencer a las embarazadas de que cambien de opinión. Varios líderes políticos han considerado inviable la propuesta, asegurando que es una aberración que el Estado pague a una asociación con intereses privados «para que aterrorice a una mujer que está pasando por un momento traumático», en palabras del ex primer ministro, Massimo D’Alema. La idea, llegada desde la derecha católica, ha sido contestada, debatida y discutida, hasta que el centro-izquierda ha encontrado una fórmula alternativa que ha conseguido satisfacer a casi todos.
Lo que propuso el líder de «La Unión», Romano Prodi, es ofrecer «subvenciones antiaborto» a las embarazadas, financiarles su hijo para evitar que tomen la decisión de abortar. La idea es conceder entre 250 y 300 euros mensuales a cada mujer cuya renta familiar sea inferior a 40.000 euros. Se trata de un incentivo con el que disuadir a ese 10-20 por ciento de mujeres que, según estudios recientes, abortan por motivos económicos.
La batalla de Giuliano. Las tesis antiabortistas han ido ganando terreno en los últimos meses. En el frente contra la supresión del embarazo apareció recientemente el líder de opinión más controvertido del país, Giuliano Ferrara, director de la publicación editorial «Il Foglio», antiguo militante maoista reconvertido al conservadurismo.
Ferrara decidió dedicar una discusión semanal al tema en su programa de debate político «Otto e Mezzo». Se rodeó de figuras que defendían el aborto para tratar de convencerlos a todos. Partiendo del ejemplo del aborto selectivo que se practica en Asia, arrancó a todos los invitados unas palabras contra la interrupción del embarazo por causas demográficas. «Si os parece un crimen el aborto selectivo, ¿por qué seguis defendiéndolo entre adolescentes que no han puesto la atención para evitarlo?», argumentó.
(La Razón)