En el mensaje para la próxima Jornada Mundial del Enfermo
CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 9 diciembre 2005 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha hecho un llamamiento a la sociedad en general y a las comunidades cristianas en particular para que incrementen su compromiso de solidaridad con los enfermos mentales.
Constatando nuevas formas de trastorno mental surgidas de la influencia negativa de la crisis de valores y de la soledad, el pontífice ha querido dedicar la reflexión de la dec...
En el mensaje para la próxima Jornada Mundial del Enfermo
CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 9 diciembre 2005 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha hecho un llamamiento a la sociedad en general y a las comunidades cristianas en particular para que incrementen su compromiso de solidaridad con los enfermos mentales.
Constatando nuevas formas de trastorno mental surgidas de la influencia negativa de la crisis de valores y de la soledad, el pontífice ha querido dedicar la reflexión de la decimocuarta Jornada Mundial del Enfermo a los enfermos mentales.
La Jornada, creada por Juan Pablo II, se celebra todos los años el 11 de febrero, memoria de Nuestra Señora de Lourdes. En esta ocasión, el eje central de las celebraciones tendrá lugar en la ciudad australiana de Adelaide.
En un mensaje escrito con motivo de esta Jornada, con fecha del 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción, el Santo Padre comienza haciendo un análisis de las causas de los trastornos mentales.
«La prolongación de conflictos armados en varias regiones de la tierra, las terribles catástrofes naturales, la expansión del terrorismo, además de causar un número impresionante de muertos, han generado en muchos sobrevivientes traumas psíquicos, de los que difícilmente se recuperan», reconoce el obispo de Roma.
En los países que cuentan con un elevado desarrollo económico, sigue aclarando, los expertos reconocen también «como origen de nuevas formas de trastorno mental la influencia negativa de la crisis de los valores morales».
«Esto aumenta el sentido de soledad, socavando e incluso disgregando las tradicionales formas de cohesión social, comenzando por la institución de la familia y marginando a los enfermos, especialmente los mentales, a menudo considerados como un peso para la familia y para la comunidad», denuncia e mensaje.
Por este motivo, Benedicto alienta «los esfuerzos de quienes trabajan para que se otorgue a todos los enfermos mentales el acceso a los cuidados necesarios» y la solidaridad a favor de las familias que tienen a su cargo a personas enfermas de mente.
El pontífice se dirige también a las personas afligidas por este tipo de enfermedad, para invitarles a «ofrecer junto con Cristo» su «sufrimiento al Padre».
La Iglesia, asegura, «no dejará de ofrecerles su ayuda, ya que está totalmente convencida de que está llamada a manifestar el amor y la solicitud de Cristo hacia los que sufren y los que se ocupan de ellos».
Benedicto XVI se hará presente en las celebraciones de Adelaide, que tendrán como centro la catedral de san Francisco Javier, a través de un enviado especial, cuyo nombre será anunciado posteriormente por la Santa Sede.
La organización del acontecimiento corre a cargo del Consejo Pontificio de la Pastoral de la Salud, cuyo presidente es el cardenal mexicano Javier Lozano Barragán, en colaboración con la arquidiócesis local, cuyo arzobispo es monseñor Philip Edward Wilson.
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