El pasado 11 de junio, Día Internacional de los Niños víctimas inocentes de agresión, fue presentado La Iglesia: ¿Madre o madastra? El caso de Rosa, un libro revelador, provocador y atrevido. La presentación, corrió a cargo de los hijos de sus autores. Estos escriben estas líneas para Alfa y Omega
El libro está basado en una historia real que conmovió al mundo entero en febrero de 2003. Narra el caso de una niña nicaragüense de 9 años que fue violada en su triple condición de niña, de ...
El pasado 11 de junio, Día Internacional de los Niños víctimas inocentes de agresión, fue presentado La Iglesia: ¿Madre o madastra? El caso de Rosa, un libro revelador, provocador y atrevido. La presentación, corrió a cargo de los hijos de sus autores. Estos escriben estas líneas para Alfa y Omega
El libro está basado en una historia real que conmovió al mundo entero en febrero de 2003. Narra el caso de una niña nicaragüense de 9 años que fue violada en su triple condición de niña, de pobre y de mujer. Un terrible drama humano que, para algunos, terminó con un final feliz, un aborto provocado. La Iglesia católica salió muy mal parada, por discrepar de la versión oficial y mayoritaria, que sentenció al niño por nacer.
Mientras todo esto ocurría, una de nuestras hijas, que estaba a punto de cumplir nueve años, al regreso del colegio, nos lanzó dos preguntas inquietantes que no supimos responder en aquel momento: «Papás, ¿por qué violaron a la niña nicaragüense? ¿Es cierto que quieren acabar con la vida de su hijo?»
Tampoco a la pregunta del millón: «¿Y si le hubiera ocurrido a nuestra hija?»
Somos conscientes de que el tiempo que vivimos no es de búsqueda de la verdad, sino de relativismo y negación de la noción misma de verdad. En consecuencia, se imponen los sentimientos y las emociones, al margen de la razón. Lamentablemente, esos sentimientos vienen muy condicionados por el discurso de la correción política que nos impone sus dogmas, que hay que creer a ciegas. Era necesario declararse en rebeldía. Nosotros asumimos libremente el reto y el compromiso de investigar por nuestra cuenta, para descubrir la verdad, denunciar la mentira, y desenmascarar la grosera manipulación de que fue objeto una menor, su familia, y la sociedad entera.
Con la perspectiva del tiempo transcurrido y tras dos años de investigación, podemos demostrar con documentos oficiales y testimonios inéditos que Rosa fue utilizada como bandera para promover legislaciones abortistas en Nicaragua, en Hispanoamérica; y en España de forma particular, para afear el rostro de la Iglesia presentándola como una mala madre e inhumana.
Juan Pedro Piñonero es autor de El caballero, la muñeca y el tesoro, un libro en el que un niño, el Cid, y una muñeca del Rutestán libran batallas contra los horrores del mundo contemporáneo en la fértil soledad de un desván. «En mi imaginación estaba escribir algo –ha confesado– que fuera dirigido a mis propios hijos sin ser literatura infantil. Al menos me gustaría pensar que, si no lo leen cuando son niños, lo harán cuando sean mayores». A nosotros nos ha ocurrido lo mismo. Por ello, hemos querido dedicar este trabajo a nuestros hijos, menores de edad: María Teresa, José María y Estrella del Mar. Y, por supuesto, especialmente a Rosa, de nueve años. Y a su hija Rosita de cuatro meses. Niños sin nombre. Pequeños. Inocentes. Indefensos. Víctimas del egoísmo de los mayores.
Cuando nos planteamos la presentación del libro, elaboramos una pequeña lista de personas con tirón para atraer al público. La intuición y un sexto sentido nos hizo caer en la cuenta de que nuestros propios hijos, con tirón o sin él, eran los más adecuados para hacer la presentación del mismo. Conocían mejor que nadie la historia, nuestras inquietudes y desvelos, y compartían cierta complicidad que les otorgaba ya el título de rebeldes con causa. Su intervención, con la lectura del poema Muñecas rotas, en defensa de la infancia, escrito para la ocasión, fue, sencillamente, conmovedora. Y su grito infantil y vibrante: «¡Nunca más!» resonó, en una sala abarrotada de público, creíble e irrebatible.
El don de la paternidad
Una observación final, al hilo de la actualidad española. Los Príncipes de Asturias están más felices que nunca: «Tener una hija es lo mejor que me ha pasado en la vida», ha expresado, radiante, don Felipe. Por su parte, doña Letizia ha reconocido que lloró cuando vio a su hija por primera vez. «La maternidad es algo que no se puede explicar». Es ésta una experiencia muy humana y universal. Cuando los Príncipes anunciaron que esperaban un hijo, todos compartimos su alegría y soñamos con el futuro heredero. A nadie se le pasó por la imaginación que la princesa Letizia estaba embarazada de nada, o de nadie.
No ocurre lo mismo cuando la criatura concebida no es deseada. Entonces tendemos a pensar que el hijo concebido no es nada, no es nadie, y, en todo caso, si es algo, hay que desprenderse de él. Por ello, hemos puesto voz, de forma figurada, a un pequeño protagonista que, en esta apasionante y dolorosa historia, pasó desapercibido, al menos para muchos periodistas, intelectuales y gente con buenos sentimientos. El capítulo Entre candilejas, o lo que no se ve tras el telón, muestra la conmovedora historia de Rosita, la hija de Rosa. Es ciencia y es ficción; está escrito con el corazón de una madre, la sensibilidad de una mujer y la ternura de un niño. Por otra parte, los numerosos personajes que desfilan por las 270 páginas de El caso de Rosa… están situados pedagógicamente en un teatro imaginario: en el escenario, Rosa, su familia y la red feminista de Nicaragua; en el patio de butacas, el público de un lado y otro del Atlántico; y en los palcos principales, los medios de comunicación. ¡Se levanta el telón!… en el gran teatro del mundo.
Blanca Rosa Martínez y Miguel Ausín
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