16/11/2005
El papa Benedicto XVI ha pedido hoy a los católicos que se comprometan a prevenir el aborto voluntario "con una atenta acción de apoyo a las mujeres y las familias". El Pontífice también ha recomendado a los fieles que "no hagan una distinción entre la economía y el mercado de la solidaridad, contribuyendo siempre al crecimiento social". Joseph Ratzinger ha hecho esa petición a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro con motivo de la celebración de la tradicional audienc...
16/11/2005
El papa Benedicto XVI ha pedido hoy a los católicos que se comprometan a prevenir el aborto voluntario "con una atenta acción de apoyo a las mujeres y las familias". El Pontífice también ha recomendado a los fieles que "no hagan una distinción entre la economía y el mercado de la solidaridad, contribuyendo siempre al crecimiento social". Joseph Ratzinger ha hecho esa petición a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro con motivo de la celebración de la tradicional audiencia de los miércoles.
En su saludo a los fieles, el Obispo de Roma se ha dirigido a los representantes del Movimiento por la Vida y les "agradeció" su "valiente actividad desde hace treinta años para promover y defender el derecho a la vida y la dignidad de cada persona desde su concepción hasta su muerte natural". "Empeñándoos en prevenir el aborto voluntario, con una atenta acción de apoyo a las mujeres y a las familias, contribuís a escribir páginas de esperanza para el futuro de la humanidad, proclamando de forma concreta el 'Evangelio de la Vida'", ha explicado.
Durante la catequesis, Benedicto XVI ha comentado el salmo 135 "Demos gracias por la salvación operada por Dios". "La presencia de Dios entre nosotros alcanza su culmen en la Encarnación de Cristo. Así lo testifican los padres de la Iglesia, que ven el vértice de la historia de la salvación y la señal suprema del amor misericordioso de Dios Padre en el don de su Hijo: Cristo salvador y redentor, que se humilló para levantarnos, se hizo esclavo para conducirnos a la libertad y aceptó morir para ofrecernos la inmortalidad", dijo.
Comentó también el pasaje de la travesía del Mar Rojo y del desierto del Sinaí, que han de ser interpretados como "el paso a través del mal y de la opresión para recibir el regalo de la libertad y de la tierra prometida".
También saludó a los peregrinos de lengua española que se habían acercado a la Plaza de San Pedro, entre ellos, a los de la Parroquia de Santiago Apóstol de El Alamo (Madrid) y a los de Antofagasta de Chile.
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