No sé si para bien o para mal, soy gay. No sé si para bien o para mal, no he salido del armario. Lo que sí sé es que el día 18 acudí a la manifestación. Sé muchas cosas más. Sé que Zerolo no me representa. Ni Beatriz Gimeno. Ni me representan sus continuos ataques, insultos y provocaciones a la Iglesia o a sus representantes. Acusa la postura de la Iglesia de nacional-catolicismo. Una imbecilidad, como muchas de las que dicen o escriben algunos gays, en nombre de no sé de quién. No del mío. Yo m...
No sé si para bien o para mal, soy gay. No sé si para bien o para mal, no he salido del armario. Lo que sí sé es que el día 18 acudí a la manifestación. Sé muchas cosas más. Sé que Zerolo no me representa. Ni Beatriz Gimeno. Ni me representan sus continuos ataques, insultos y provocaciones a la Iglesia o a sus representantes. Acusa la postura de la Iglesia de nacional-catolicismo. Una imbecilidad, como muchas de las que dicen o escriben algunos gays, en nombre de no sé de quién. No del mío. Yo me represento a mí mismo. En mi dolor por ser gay, o por no asumirlo. En mi soledad, a veces.
Fui a la manifestación por varios motivos. El primero, porque esta ley perjudica a la familia tradicional, y por mucho que le moleste al intolerante Zerolo y a la totalitaria Gimeno, yo soy tradicional. Gay, pero tradicional. ¿Incongruencia? ¿Esquizofrenia? Puede que sí. Pero en todo caso, es mi decisión. Y soy yo quien decido.
Porque ahora parece que todos los gays del mundo han de pensar como Zerolo, y vestir como ellos, y opinar como ellos. Esta ley es fruto de un gran error de Zapatero. Y es pensar que puede comprar el voto a todos los gays. Muchos de mis amigos tampoco están de acuerdo con la ley. Esa pretendida uniformidad, tan propia de los totalitarismos, es falsa. Ha faltado talante, diálogo, consenso. Todo lo que prometió Zapatero y aún no ha cumplido.
Queda dicho. Ni Zerolo ni Gimeno pensarán por mí. Por razones evidentes no daré mi nombre: me da miedo, también, que algún gay radical me encuentre y me descubra, otra forma brutal de ejercer la represión rosa.
Un gay anónimo y librepensante
Ciudad Real