El Papa Benedicto XVI es autor de más de 700 textos teológicos entre libros y artículos científicos: el entonces Cardenal Ratzinger mantenía el ritmo de un libro cada dos años, a veces recurriendo al sistema de entrevistas.
SELECCIÓN DE LOS PRINCIPALES ESCRITOS:
J. RATZINGER, Mi vida. Recuerdos, Encuentro, Madrid 1997, 133 p. Memoria de sus primeros cincuenta años
J. RATZINGER, Una mirada a Europa, Rialp, Madrid 19...
El Papa Benedicto XVI es autor de más de 700 textos teológicos entre libros y artículos científicos: el entonces Cardenal Ratzinger mantenía el ritmo de un libro cada dos años, a veces recurriendo al sistema de entrevistas.
SELECCIÓN DE LOS PRINCIPALES ESCRITOS:
J. RATZINGER, Mi vida. Recuerdos, Encuentro, Madrid 1997, 133 p. Memoria de sus primeros cincuenta años
J. RATZINGER, Una mirada a Europa, Rialp, Madrid 1993, 224 p. Examen de la situación y perspectivas para Europa.
J. RATZINGER, La sal de la tierra, Palabra, Madrid 1997, 310 p. Una larga entrevista realizada por el periodista alemán P. Seewald.
J. RATZINGER, Dios y el mundo, Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, Barcelona 2002, 441 p. Segunda ronda de conversaciones con P. Seewald.
J. RATZINGER, Verdad, valores, poder, Rialp, Madrid 1995, 108 p. Respuesta al relativismo, seguida de una explicación positiva sobre los fundamentos de la libertad.
J. RATZINGER, Creación y pecado, Eunsa, Pamplona 1992, 104 p. Estudios sobre los primeros capítulos del Génesis.
J. RATZINGER, Convocados en el camino de la fe, Cristiandad, Madrid 2004, 390 p. Una serie de conferencias y otros textos elaborados en distintas ocasiones.
J. RATZINGER, Un canto nuevo para el Señor, Sígueme, Salamanca, 1999, 210 p. Colección de ensayos y conferencias del periodo 1984-1995.
J. RATZINGER – C. SCHÖNBORN, Introducción al Catecismo de la Iglesia Católica, Ciudad Nueva, Madrid 1994, 111 p.
J. RATZINGER, El espíritu de la liturgia, Cristiandad, Madrid 2001, 256 p. Ensayo sobre el movimiento de renovación litúrgica.
Uno de los más significativos para conocerle es «La sal de la tierra», de 1996. Dejando a un lado su cargo, el teólogo alemán confiesa la debilidad humana de los sacerdotes y reconoce que “parte de la culpa de la descristianización es nuestra: no encontramos un lenguaje que permita comunicar con la conciencia contemporánea”.