Millones de personas han seguido el histórico funeral de Juan Pablo II cuyos restos mortales han sido trasladados a las grutas vaticanas, en la capilla donde se encontraba enterrado Juan XXIII, para su inhumación.
Antes de ser trasladado a las Grutas Vaticanas,
los cardenales hacen una reverencia ante el feretro de Juan Pablo II
Según sus deseos, ha sido enterrado en la tierra y sobre él se ha colocado únicamente una lápida de mármol y no un sarcófago. Terminada la Mis...
Millones de personas han seguido el histórico funeral de Juan Pablo II cuyos restos mortales han sido trasladados a las grutas vaticanas, en la capilla donde se encontraba enterrado Juan XXIII, para su inhumación.
Antes de ser trasladado a las Grutas Vaticanas,
los cardenales hacen una reverencia ante el feretro de Juan Pablo II
Según sus deseos, ha sido enterrado en la tierra y sobre él se ha colocado únicamente una lápida de mármol y no un sarcófago. Terminada la Misa, el féretro se ha llevado en procesión a través de la puerta de Santa Marta hacia las grutas acompañado por algunos cardenales. En la capilla, el Camarlengo ha recitado el Canto 'Salve Regina' antes de la inhumación. El ataúd de cedro, con la Cruz y la M de María, ha sido introducido en otro féretro de plomo, para evitar la humedad, y por último en otro de madera de avellano. La tumba se ha cerrado con una lápida de mármol blanco con las únicas palabras "Johannes Paulus P. P. II".
Cientos de fieles que han asistido en la plaza de San Pedro a los funerales de Juan Pablo II han pedido a gritos y con algunas pancartas que Juan Pablo II sea proclamado santo lo antes posible, interrumpiendo con sus aclamaciones la ceremonia. En 12 ocasiones han interrumpido la homilía. Una hermosa homilía, en la que cardenal y decano del Colegio Cardenalicio, el alemán Joseph Ratzinger ha destacado la labor de Juan Pablo II como sacerdote, como Buen Pastor que ha ofrecido su vida a Dios por sus ovejas, enteramente al servicio de la Iglesia, “Juan Pablo II, el Buen Pastor”. “El amor de Cristo ha sido la fuerza dominante del Santo Padre; por eso ha podido llevar este peso, más allá de la fuerza humana” . Ratzinger ha recordado el último domingo de Pascua de la vida del Pontífice en el que se asomó a la ventana del Vaticano para dar su bendición Urbi et Orbe a los fieles. Hoy - ha dicho - “seguro que está en la ventana de la casa del Santo Padre , nos vé y nos bendice”. El funeral del Papa ha concluido con un inmenso y cerrado aplauso de más de cinco minutos.
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