La salud de Juan Pablo II ha empeorado en las últimas horas. Miles de personas se han dirigido a la Plaza de San Pedro a rezar por el Papa.
01 de abril de 2005
Reproducimos la declaración efectuada a las 6.30 de esta mañana por el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls.
Las condiciones de salud del Santo Padre son muy graves.
Como se anunció ayer por la tarde, 31 de marzo, como consecuecia de una infección a las vías urinarias, el ...
La salud de Juan Pablo II ha empeorado en las últimas horas. Miles de personas se han dirigido a la Plaza de San Pedro a rezar por el Papa.
01 de abril de 2005
Reproducimos la declaración efectuada a las 6.30 de esta mañana por el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls.
Las condiciones de salud del Santo Padre son muy graves.
Como se anunció ayer por la tarde, 31 de marzo, como consecuecia de una infección a las vías urinarias, el Papa sufrió un shock séptico con colapso cardiocirculatorio.
El Santo Padre fue inmediatamente atendido por el equipo médico de guardia en el apartamento privado del Pontífice. Fueron activados todos los procedimientos terapéuticos y de asistencia cardiorrespiratorio apropiados al caso. Se respetó la voluntad del Santo Padre de permanecer en su habitación, donde, por otra parte, estaba asegurada una completa y eficaz asistencia sanitaria.
Ayer por la tarde se obtuvo temporalmente una estabilización del cuadro clínico, que en las horas posteriores evolucionó negativamente.
La situación del Santo Padre está siendo atentamente seguida y vigilada. El Santo Padre está consciente, lúcido y sereno. Ayer a las 19.17 recibió el sacramento de la extrema unción. Esta mañana a las 6 ha concelebrado la Santa Misa.
El Cardenal Secretario de Estado y los immediatos colaboradores del Santo Padre, unidos a él en oración, siguen el desarrollo de las condiciones clínicas de Su Santidad.
El Papa está siendo asistido por su médico personal, el Dr. Renato Buzzonetti, por dos médicos especialistas en reanimación, por un médico cardiólogo y por un especialista en otorrinolaringología, además de por dos enfermeras.
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