"A través de la música, siembro la semilla... Y si Dios quiere, dará frutos"
ROMA 200'5 (ZENIT) Se acerca la Jornada Mundial de la Juventud de Colonia, en Alemania. Una vez más, para tantos jóvenes, representará una etapa significativa en su camino de fe.
Con este propósito, ZENIT ha querido entrtevistar al cantautor católico Roberto Bignoli, que ha tenido el gozo de ser parte como artista de algunas Jornadas Mundiales de la Juventud de los años pasados.
Roberto, que es un portador de handicap, ha vivido di niño la experiencia de la pobreza y la enfermedad, para pasara sucesivamente a aquella de la droga y la cárcel. Pero después, el amor por Cristo ha cambiado radicalmente su vida, indicándole un camino nuevo.
¿Qué recuerdos tienes de tu participación en las precedentes Jornadas Mundiales de la Juventud?
Roberto Bignoli: La primera vez que he participado en la JMJ como artista ha sido en el 1997 en París, con una serie de conciertos en varias plazas, ferias y estadios. En el 2000, en Roma he tenido un concierto en Tor Vergata para los voluntarios de la JMJ. En el 2002 en Toronto, he sido parte de un largo tours que se ha concluido con una presentación en la vigilia con el Santo Padre. En todas la JMJ, aquello que me ha impresionado ha sido la presencia de tantos jóvenes unidos por un ideal.
No todos son asiduos frecuentadores de realidades religiosas o movimientos, pero acogen esta ocasión para vivir una experiencia nueva de enriquecimiento interior. He visto siempre mucho respeto y amor por el Santo Padre. Los jóvenes lo acogen con sinceridad y entusiasmo, en cuanto ven en él un auténtico testigo del Amor, de la Esperanza, de la Fe en Jesucristo y en el Evangelio.
¿Qué significado puede tener, en la vida de un joven, la participación en estos encuentros con el Papa?
Roberto Bignoli: Creo que ninguno puede quedarse indiferente de frente a una presencia comprometedora. El Papa entra directamente a lo porfundo del alma. He visto jóvenes conmoverse, reir, manifestar actitudes de grande solidaridad y de sensibilidad, el gozo de estar juntos y compartir las propias experiencias de vida y fe junto a otros jóvenes.
Todo esto deja huellas. Así pues, algunos la cultivan y otros prefieren esperar, teniéndolo como pequeños tesoros dentro de sí. Otros se avergüenzan de manifestar aquello que han sentido y percibido. Pero seguramente en el corazón de cada joven se ha sembrado una semilla de esperanza.
¿Cuándo escuchas al Papa, como te sientes?
Roberto Bignoli: Escucho al Papa y me parece escuchar un Padre bueno. Un gran "papá" para todos los jóvenes. He tenido la gracia de encontrarlo 4 veces en mi camino y ha sido siempre una gran emoción.
En él he notado una fuerte presencia sobrenatural. Sus ojos llenos de luz, su sonrisa y su rostro comunican cuanto su espiritualidad es auténtica y su presencia es verdaderamente gracia y amor. Te sientes acogido, te sientes comprendido. Pero, sobretodo, te sientes amado por lo que eres.
Es como si el Santo Padre te viera dentro e te dijera: te amo porque eres así. Es esta la sensación que prueban los jóvenes durante la JMJ. El Papa transmite a ellos el infinito amor de Cristo.
¿En que modo tus conciertos son un momento de diálogo con los jóvenes?
Roberto Bignoli: Me gusta definirlos: conciertos-testimonio. No se limitan solamente a las canciones, sino preveen el contarles mi experiencia de vida y conversión. A menudo, después del concierto, algunos jóvenes se acercan para hablarme y se instaura con ellos una relación de auténtico diálogo. A veces suceden episodios maravillosos, inesperados.
Por ejemplo, recuerdo con emoción lo sucedido después de un concierto en la cárcel de Panamá. Los prisioneros eran todos jóvenes entre 14 y 20 años. Estos jóvenes, al final quisieron orar conmigo. Han demostrado cuanto mi testimonio ha sido importante para ellos por su situación y para afrontar los problemas con esperanza.
En general, la relación con los jóvenes no se agota con el final del concierto. Muchos me escriben por e-amil. Con muchos ha nacido una amista y todavía hoy continúa.
¿La música puede verdaderamente ayudar a los jóvenes y ofrecerles un mensaje de esperanza?
Roberto Bignoli: Hoy la música se puede considerar un gran medio de comunicación, en grado de llegar al corazón de tantos jóvenes. Por esta razón, creo que sea fundamental proponer canciones con mensajes y valores.
Personalmente, me esfuerzo por afrontar la temática del Evangelio, o de recordar la importancia de la solidaridad y de la oración. Con pequeños pasos, busco de ayudar a los jóvnes a entender que no se vive solo de pan, sino que hay mucho más en la vida de todo hombre.
A través de la música, trato de sembrar la semilla. Y si Dios quiere, darán fruto. Es esto el signficiado que trato de dar a mi actividad artística, junto a mi manager que es la Providencia.
Información sobre las Jornadas Mundiales de la Juventud (Almudí-Google)
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