La plataforma ciudadana HazteOir.org ha elaborado un dossier con la cronología de los ataques contra la libertad religiosa desarrollados durante los últimos meses. Haz oír tu protesta frente a la campaña de manipulación que está haciendo el Gobierno al desmentir la existencia de estos ataques contra derechos humanos fundamentales, hasta el punto de calificarlos como “una historia un poco fantástica”, o incluso -en el colmo de la desfachatez- culpando a la propia Iglesia Católica de dicha confron...
La plataforma ciudadana HazteOir.org ha elaborado un dossier con la cronología de los ataques contra la libertad religiosa desarrollados durante los últimos meses. Haz oír tu protesta frente a la campaña de manipulación que está haciendo el Gobierno al desmentir la existencia de estos ataques contra derechos humanos fundamentales, hasta el punto de calificarlos como “una historia un poco fantástica”, o incluso -en el colmo de la desfachatez- culpando a la propia Iglesia Católica de dicha confrontación. Este dossier ha sido elaborado para con el objeto de desenmascarar este intento de engañar a la opinión pública.
Desenmascarado el intento de engaño del Gobierno a la opinión pública
Después de unos meses de airear sistemáticamente su fobia contra lo religioso y especialmente contra la Iglesia Católica, el Gobierno asiste ahora con creciente miedo a la reacción de un enorme sector de ciudadanos que se sienten atacados y se esfuerza por hacer creer que dicha “confrontación no existe” y que es “una historia un poco fantástica” –en palabras de la misma Vicepresidente- creada por una Jerarquía Católica que estaría divorciada de los laicos. "Estos intentos solapados de camuflar el hostigamiento a un enorme cuerpo de ciudadanos culpando a la Jerarquía católica es un paso más en la estrategia de acoso laicista contra todos los creyentes", afirma Ignacio Arsuaga, Presidente de HazteOir.org. "Con la publicación de este dossier", puntualiza Arsuaga, "queremos desenmascarar este intento de engañar a la opinión pública".
Según queda de manifiesto en el informe publicado, desde que José Luis Rodríguez Zapatero dijese el 8 de febrero de 2004 en un mitín que era necesaria “más gimnasia y menos religión”, hasta hoy, se han desarrollado un cúmulo de hechos que muestran no sólo el intento de gobernar contra los creyentes, sino también el acreditado carácter religofóbico de importantes miembros de Gobierno y PSOE. “No sé qué hace todavía la Iglesia Católica en este país”, fueron declaraciones públicas de la hoy Ministra de Cultura, Carmen Calvo, cuando era concejal en Córdoba. El 25 de mayo pasado, el cabeza de lista del PSOE a las Elecciones Europeas y hoy Presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, afirmaba que “detrás del cristianismo se esconden la Inquisición, la tortura, la quema de libros, la aberrante enseñanza moral de la Iglesia en materia sexual”, y que en lo tocante a “democracia, derechos humanos e igualdad, Dios es un converso reciente; se acomodó durante siglos con la esclavitud, ayer todavía bendecía a Franco y no ha sido ajeno a la tragedia de los Balcanes”.
Desde entonces, se han multiplicado los ataques: notas internas del PSOE apoyando la estrategia laicista, declaraciones de Peces-Barba amenazando a la Casa Real por manifestar su religiosidad en actos públicos, la expulsión injustificada de la escuela católica del Consejo Escolar de Estado, la amenaza de impedir a los contribuyentes aportar parte de sus impuestos a su Iglesia, el apoyo de destacados políticos del PSOE a una obra de teatro blasfema, la acusación de ministros y miembros del Gobierno de que los ciudadanos creyentes “interfieren en la actuación del legislador” al ejercer su libertad de expresión o el menosprecio que recibe la asignatura de Religión en los proyectos educativos gubernamentales. Una campaña que cierran hasta la fecha las declaraciones de José Blanco el 8 de noviembre calificando de “casposas” las posturas de los Obispos católicos y los millones de fieles que las defienden.
Una reacción proporcionada frente a los atentados desde el Gobierno contra derechos humanos fundamentales
HazteOir.org rechaza la opinión de que la reacción de los creyentes es desproporcionada y recuerda que las medidas propuestas a lo largo de esta campaña de acoso atentan contra derechos humanos fundamentales. "Están intentando crear distancias entre los Obispos católicos, sus fieles y otras confesiones religiosas, para amortiguar nuestra voz", ha señalado Ignacio Arsuaga, al tiempo que afirmaba que "las iniciativas ciudadanas de protesta ante este atropello están siendo organizadas y promovidas por ciudadanos laicos con múltiples convicciones religiosas".
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