Ayudar a la familia es la solución a muchos de los problemas de la sociedad

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España sigue en el furgón de cola en ayudas a la familia. En cinco años debería alcanzar la media europea occidental

El Gobierno acaba de dar un nuevo paso contra la familia y la vida con la decisión dada a conocer esta semana por la ministra Trinidad Jiménez de difundir sin receta médica la Píldora del Día Después. Es su forma de conmemorar el Día Internacional de la Familia que se celebra cada año el 15 de mayo.

La decisión del Gobierno Zapatero contribuye, una vez más, a una mayor banalización de las relaciones sexuales y a la promiscuidad. Es una verdadera lástima que los objetivos del Gobierno en estos campos vayan siempre dirigidos a empeorar a la sociedad y a las personas.

Han difundido los preservativos de todas las maneras y por todas partes, a la vez que se imparte información sexual con los máximos detalles e impudor hasta la náusea, pero todo fracasa y siguen incrementándose los embarazos entre las jóvenes y adolescentes por relaciones sexuales prematuras.

Pero en lugar de enmendarse, de cambiar de rumbo a la vista del camino equivocado, realizan nuevas huidas hacia delante. Ahora, más píldora del día después.

De otro lado, se dispense la PDD con receta o sin ella, quieren ocultar que esta píldora es abortiva y que tiene efectos secundarios sobre el organismo de la mujer. Nos bombardean recordando que nadie se automedique, que nos lo pensemos y consultemos al farmacéutico antes de tomarnos hasta una aspirina, pero resulta que en la PDD, vía libre a todas horas para quien sea, incluido las menores.

Ayuda a la Familia

Como dirigente de organizaciones familiares siento pena de que en el Día Internacional de la Familia tengamos que poner énfasis en la sistemática política antifamilia y antivida del Gobierno. Desearíamos actuar en positivo, reivindicar en pro de aquélla.

Sabemos que invertir en familia, ayudarla, es la solución a muchos de los problemas de la sociedad. El eje del Estado del Bienestar y del buen funcionamiento de la economía está precisamente en la familia, en su estabilidad, en su desarrollo. La familia es la gran creadora de capital social. En esta época de crisis económica se demuestra una vez más la importancia de promover la solidez de la familia. En ella encuentran su apoyo principal las personas en dificultades.

España sigue estando en la cola de los países de la Unión Europea en ayudas a la familia. Están aún muy por debajo del 1 por ciento del Producto Interior Bruto, cuando la media de los 15 países de la Unión Europea (antes de la ampliación al Este) supera el 2 por ciento.

Desde entidades familiares llevamos años proponiendo que España vaya subiendo de forma rápida tales ayudas, de forma que en cinco años alcance la media europea. Es cierto que la crisis aporta problemas adicionales para conseguirlo, pero los demás países también pasan la crisis y sin embargo prestan las ayudas.

“Mobbing maternal”

La crisis económica ha puesto en evidencia que el fenómeno del “mobbing maternal” en algunas empresas se acentúa. Ello no es algo exclusivo del momento, pero llegan informaciones de que ha crecido con la crisis. Es un fenómeno real ante el que las mujeres afectadas no suelen presentar denuncia ni lo declaran públicamente.

Se habla mucho de discriminación a la mujer. A veces es verdad. Otras no tanto. Pero el problema de discriminación de la mujer no viene tanto de ser mujer como de ser madre. La principal discriminación laboral de la mujer se produce por la maternidad. Y tampoco se está avanzando en serio en la conciliación de la vida laboral y familiar.

Libertad de elección educativa

Otro problema del momento ante este Día Internacional. En diversas partes de España las familias tienen dificultades para elegir el tipo de centros educativos que desean para sus hijos en función de sus criterios sociales, religiosos, morales o educativos. Incluso en una ley como la catalana no desaparece la zonificación o algunos pretenden poner obstáculos a la educación diferenciada.

Es curioso en contraste. Se promueve hasta extremos inverosímiles la supuesta libertad sexual mientras en otros campos muy claramente enlazados con los derechos de la persona se pretende restringir al máximo la libertad.

Algunos no parecen entender que la Administración debe ser garante de la prestación de servicios y exigir que se cumplan los requisitos de calidad, pero ni tiene por qué ser siempre quien los preste directamente ni interferir en la libertad de elección de los ciudadanos.