La actual crisis económica debe servir para aprender algunas lecciones
Las Provincias
La actual crisis económica debe servir para aprender algunas lecciones. Se han venido subrayando las causas de la situación que vivimos a nivel mundial y en España, y puede hablarse de cierta aquiescencia generalizada: hay que trabajar más y mejor.
Sólo si estamos de acuerdo en las causas podemos acertar con las soluciones, que es lo que de verdad nos interesa. Mirar en exceso al pasado es paralizante, detenerse en el presente supone abonarse a la inercia: sólo genera energía y creatividad la mirada hacia el futuro. Y no deseo que suene a una afirmación pomposa, que por eso mismo resultaría vacía. Es preciso centrar los esfuerzos en salir lo más pronto posible de la situación en que estamos, cuyo elemento más doloroso es el elevado desempleo.
En síntesis, puede afirmarse que hemos llegado a la situación actual a causa de tres burbujas, que han generado una sociedad y una economía frágiles, como estamos comprobando. La primera burbuja fue la financiera: se construyó un mundo en que algunos mecanismos financieros nos condujeron a una hipertrofia, una especulación imprudente y crecientemente codiciosa, que generaron lo que se ha venido en llamar activos tóxicos, muchas veces sin responsabilidad por parte de quien los adquiría.
Tras la burbuja financiera, podríamos hablar en nuestro país de la segunda, que es la burbuja inmobiliaria. Unos años de cierta locura colectiva, afán de enriquecimiento rápido y falta de previsión han provocado la saturación de nuevas viviendas que ahora tenemos, más de un millón. Unos han sido más responsables que otros de esta locura.
Y la tercera burbuja ha sido la del gasto fácil, la del consumo desmedido, sin atenerse a posibilidades reales y sentido común. Viajes, coches, ropa, ocio, y un sinfín de gastos que casi nadie quería limitar
hasta que se cerrara el grifo.
Pero importa más aprender lecciones. Como afirmó Carlos Mas, presidente de PricewaterhouseCoopers (PWC), no es posible un buen funcionamiento macroeconómico sin comportamiento ético. Es preciso redescubrir el trabajo bien hecho, con sus propiedades de previsión, constancia, lealtad, transparencia y abaratar costes.
Ante este panorama, resulta muy atractiva y de la máxima actualidad la XV Jornada de Estudio para Empresarios de la Comunidad Valenciana, el próximo día 21, en La Lloma. El Comité Organizador, que preside Rafael Ferrando, apuesta cada año por analizar a fondo, en un clima interdisciplinar, alguna cuestión más candente para la vida empresarial. Y es que trabajar mejor incluye la ética y la innovación.
Desde la I Jornada, estas Jornadas apostaron por la ética en la economía. Son unas Jornadas con gran prestigio, precisamente porque el tiempo ha dado la razón a quienes las pusieron en marcha: una economía salvaje, o que esquiva la ética, deshumaniza, y hasta socava los pilares específicos de la economía, como estamos comprobando. Este foro empresarial, que se ha desarrollado todos los años en La Lloma (Rafelbuñol), se ha ganado el calificativo de foro necesario e imprescindible para los empresarios, con una gran repercusión mediática.
Este año la Jornada lleva por título Futuro de la empresa: trabajo, ética, innovación. Líderes empresariales el propio Rafael Ferrando, Damián Frontera, Emma Fernández, Pilar González de Frutos, Juan A. Zufiria y Pedro López y pensadores o creadores de opinión aportarán su visión. Desde sus puestos de responsabilidad en IBM, UNIÓN FENOSA, CEOE o INDRA, asumirán el reto de poner las bases para otra economía ante un centenar de empresarios de Alicante, Castellón y Valencia.
Tal vez nunca como ahora ha habido tanta expectación por cuanto se diga en La Lloma. Es el premio a una Jornada que, desde su inicio, acertó por su enfoque y su buen hacer.