Almudi.org Jóvenes y abortos
La noticia que difunde hoy la prensa nacional sobre la investigación realizada por la investigadora del CSIC Margarita Delgado que habla del drama que representa que un 50% de los embarazos en adolescentes acaben en aborto, si bien ha motivado editoriales cabales como el de ABC, que reproducimos a continuación, tiene como objetivo servir los intereses de la multinacional Shering en la difusión y venta de la píldora del d&iac...
Almudi.org Jóvenes y abortos
La noticia que difunde hoy la prensa nacional sobre la investigación realizada por la investigadora del CSIC Margarita Delgado que habla del drama que representa que un 50% de los embarazos en adolescentes acaben en aborto, si bien ha motivado editoriales cabales como el de ABC, que reproducimos a continuación, tiene como objetivo servir los intereses de la multinacional Shering en la difusión y venta de la píldora del día después.
Shering se dedica a vender la píldora del día después y otros diversos anticonceptivos y abortivos, y financia los trabajos de la señora Delgado, como no tienen rubor en afirmar en el nuevo portal apadrinado por el CSIC y Shering (saludreproductiva.com), en el que se considera el aborto como parte integrante de la salud reproductiva.
Hay algo cierto en todo esto: el fracaso de los programas de salud sexual es evidente y nuestros jóvenes se merecen algo mejor. La solución no está en seguir los intereses de los mismos que han fracasado adquiriendo el mal y el remedio del mismo fabricante. Más bien el remedio, como defiende el editorial que sigue, está en la formación y difusión de una sexualidad responsable.
A ello se viene dedicando el IVAF desde hace unos años con notable éxito. El programa SABE (Sexualidad Adolescente Básica para Educadores vid. www.ivaf.org/distancia y www.ivaf.org/presencial/sabe.htm) que ofertamos tanto en modalidad presencial como a distancia tiene como objetivo capacitar al profesorado para transmitir a los jóvenes una visión responsable de la sexualidad acorde con las exijencias de una vida equilibrada y sana.
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JOVENES Y ABORTOS (Editorial del diario ABC de Hoy Miércoles 7 de Julio)
En sólo una década, entre 1990 y 2001, el porcentaje de embarazadas menores de 18 años que optan por abortar en España creció del 21 al 50 por ciento, según un estudio dirigido por el Instituto de Economía y Geografía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). En algunas Comunidades Autónomas, el número de abortos voluntarios entre las adolescentes llegó a dispararse de forma espectacular: más de un 99 por ciento. En cualquier caso, nos encontramos en una tendencia generalizada desde el punto de vista territorial, que viene a reflejar el indisimulable fracaso de las políticas de educación sexual emprendidas en la década de los 90. La estadística refleja un agravamiento del problema desde 1995, cuando la curva descendente de embarazos en menores empieza a crecer.
Las causas de este preocupante fenómeno no se vislumbran con toda nitidez, pero parece fraguar la hipótesis de que las adolescentes, aunque conocen la existencia de métodos anticonceptivos, no tienen consciencia de los riesgos que comportan las relaciones sexuales inseguras. Que en la mitad de los casos el resultado final sea la interrupción del embarazo, con las secuelas físicas y psicólogicas que arrastra el aborto, sobre todo en mujeres que no han cumplido 18 años de edad, parece una muy indeseable situación, en términos personales y sociales. La seguridad del aborto debe estar garantizada en los supuestos que establece la ley, pero también resulta del todo evidente que no puede fomentarse como un método de planificación familiar.
Todas las estrategias públicas deben centrarse en las raíces del problema: los embarazos no deseados entre los adolescentes. Y ese objetivo sólo es alcanzable con programas de educación que fomenten la sexualidad responsable. Únicamente con información rigurosa se conseguirá que los menores valoren las consecuencias que las relaciones sexuales sin protección pueden tener en sus vidas. A la luz de los datos aportados por el CSIC, no parece que la educación sexual esté logrando los efectos deseados en los colegios y los hogares españoles. Si observamos las políticas impulsadas en los países con menor tasa de embarazos entre adolescentes, con Holanda a la cabeza, el camino adecuado sería introducir la educación sexual a edades más tempranas, de forma gradual pero constante durante toda la vida escolar. No basta con campañas esporádicas o una asignatura concreta que se imparte a una cierta edad. Como proponen los autores de este informe, es necesario un esfuerzo sostenido para poder cosechar los resultados preventivos que algunos países europeos ya han conseguido.
Instituto Valenciano de Fertilidad, Sexualidad y Relaciones Familiares
www.ivaf.org