Testimonios de fe en el mundo de la moda
«Modelos» cristianas
Son guapas, elegantes, atractivas, seductoras... y, también, católicas.
Son modelos, dedicadas a lucir vestidos y vender imagen en pasarelas
internacionales, promocionar un producto en sesiones de fotografía... y, también,
a dar testimonio de fe cristiana. En definitiva, son jóvenes modelos que dan
testimonio de Cristo en su trabajo, vinculado, en muchas ocasiones, a un mundo
frívolo y superficial.
Entre las jóvenes que viven la fe en estos ambientes destaca Turris
eburnea, una asociación que significa Torre de marfil y que está inspirada en
la Virgen María. Se trata de una entidad con personalidad jurídica propia,
fundada por el sacerdote Michele Peyron en 1941 e integrada, en su mayoría, por
modelos y personas católicas vinculadas al mundo de la belleza y el espectáculo,
cuya sede está en Italia. Y son, precisamente, los desfiles de moda, sin fines
comerciales, una de sus principales actividades desde donde afirman la presencia
de Dios.
Desde sus pasarelas, las jóvenes lucen modelos de diversos diseñadores,
pero, sobre todo, en ellas encuentran la ocasión para decir que el amor
verdadero, Cristo, existe. Así, amor y belleza van íntimamente relacionadas
porque, según explican, «el que no sabe amar, no será nunca verdaderamente
bello, aunque sea físicamente perfecto, y difícilmente encontrará en sí
mismo o en otra persona la felicidad». Se tarta de una belleza que «va más
allá del simple aspecto físico. Es la belleza de nuestro corazón, la belleza
de ser criaturas que desean ser felices porque tienen capacidad de amar»,
subrayan desde esta asociación.
En Turris eburnea la Virgen María es el punto de referencia para
valorar la dignidad de la mujer y vivir la verdadera feminidad, que no se impone
ni de un modo agresivo, ni provocativo. Sus integrantes explican que «ser
modernas y estar arregladas no es contradictorio», siempre y cuando prevalezca
en cada una el crecimiento interior.
Hace dos años, el Papa Juan Pablo II, durante una audiencia con
algunas modelos de Turris eburnea, destacó la importancia y el testimonio que,
con su belleza, dan en su trabajo «de cara a la afectividad». Es la belleza y
juventud puestas al servicio de Otro para manifestar que la vida consiste en
amar a Cristo.
María Luisa Bernal.
Modelo. Licenciada en Geografía e Historia
«En mi trabajo he descubierto que, detrás de tantas luces y colores,
hay una gran falta de humanidad. Sin embargo, trabajar en el mundo de la moda
fue una ocasión para dar testimonio de mi fe. Que no nos convenzan fácilmente
los medios de comunicación con su constante bombardeo de que la belleza externa
es el objetivo prioritario de nuestras vidas. Lo cierto es que la belleza es una
cuestión de estima, formación y personalidad. No hace falta pasarse la vida
haciendo dietas de adelgazamiento o someterse a operaciones de cirugía estética
para poder sentirnos a gusto con nosotros mismos. Ser persona es lo primero,
cada uno de nosotros es un ser rico e irrepetible, porque es hijo de Dios. Un
cristiano que reconozca esto puede estar en el mundo y cuidar su imagen sin
llegar a esclavizarse».
Laura Fernández. Miss
Soria 1998
«Participé en el concurso de Miss España en 1998 y fue una bonita
experiencia. Sin embargo, en este tipo de certámenes eres una más y sólo
representas una región. He intentado siempre no perder nunca el horizonte. Por
eso, me dedico a la moda como hobby y, al mismo tiempo, estudio cuarto curso de
Ingeniería de Agrónomos. Sé por experiencia que, en este mundo del modelaje,
todo se basa en la imagen y la belleza, pero yo valoro otras cosas en la vida:
la amistad, la familia, ser feliz y, ante todo, ser persona».
María José Suárez. Miss
España 1996 y presentadora de televisión
«La imagen, sobre todo en este mundo de la moda y dada mi profesión,
es importante. Es cierto que me debo a una imagen pública, pero también son
importantes otras cosas, y de entre ellas valoro el intentar, cada vez más, ser
mejor persona. Hay que cultivar el interior de cada uno. La familia y los amigos
tienen una papel importante en mi vida y me apoyan. Además, sin su compañía
nada de mi trabajo tendría sentido».
(Alfa y Omega)
Introducción a la serie sobre “Perdón, la reconciliación y la Justicia Restaurativa” |
Aprender a perdonar |
Verdad y libertad |
El Magisterio Pontificio sobre el Rosario y la Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae |
El marco moral y el sentido del amor humano |
¿Qué es la Justicia Restaurativa? |
“Combate, cercanía, misión” (6): «Más grande que tu corazón»: Contrición y reconciliación |
Combate, cercanía, misión (5): «No te soltaré hasta que me bendigas»: la oración contemplativa |
Combate, cercanía, misión (4) «No entristezcáis al Espíritu Santo» La tibieza |
Combate, cercanía, misión (3): Todo es nuestro y todo es de Dios |
Combate, cercanía, misión (2): «Se hace camino al andar» |
Combate, cercanía, misión I: «Elige la Vida» |
La intervención estatal, la regulación económica y el poder de policía II |
La intervención estatal, la regulación económica y el poder de policía I |
El trabajo como quicio de la santificación en medio del mundo. Reflexiones antropológicas |