Almudi.org Obispos vascos frente a la ley de parejas de hecho
MADRID, 28 abril 2003 - Los obispos
de Bilbao, San Sebastián y Vitoria hicieron público el pasado jueves una nota
sobre el Proyecto de Ley vasca reguladora de las «parejas de hecho» aprobada
recientemente por el Consejo de Gobierno del Ejecutivo Vasco y que ha iniciado
el trámite parlamentario.
Según la nota, para este Proyecto de
Ley «cualquier tipo de "convivencia afectiva y sexual" de dos
p...
Almudi.org Obispos vascos frente a la ley de parejas de hecho
MADRID, 28 abril 2003 - Los obispos
de Bilbao, San Sebastián y Vitoria hicieron público el pasado jueves una nota
sobre el Proyecto de Ley vasca reguladora de las «parejas de hecho» aprobada
recientemente por el Consejo de Gobierno del Ejecutivo Vasco y que ha iniciado
el trámite parlamentario.
Según la nota, para este Proyecto de
Ley «cualquier tipo de "convivencia afectiva y sexual" de dos
personas, es un "verdadero núcleo o grupo familiar" equiparable a la
familia matrimonial e incluso al mismo matrimonio. Sin embargo --aclaran los
prelados--, las “parejas de hecho” constituyen una realidad distinta a la
matrimonial».
«Son formas de convivencia
difícilmente asimilables o equiparables con el matrimonio y la familia
--subrayan--. Carecen, según los casos, de algunas de las notas fundamentales
que avalan al matrimonio como institución natural, fundamentada en la
naturaleza del hombre y la mujer, y socialmente comprometida».
Los obispos reconocen la potestad de
los poderes públicos de legislar sobre «estas realidades, si consideran que de
esta forma se favorece y se mejora la convivencia social, se evitan otros
males, o se superan discriminaciones o injusticias entre los convivientes o
respecto a terceros. Pero es preciso que dichas realidades se detecten y
analicen con suficiente objetividad y que, de verdad, exista una necesidad
real».
Sin embargo, los prelados recuerdan
que no es «adecuado a la realidad asimilar y equiparar al matrimonio y a la familia
estas otras formas de convivencia sustancialmente distintas. Una operación de
este tipo desdibuja y oscurece, debilitándolos, los perfiles y los fundamentos
del matrimonio y de la familia, instituciones cultural e históricamente
probadas por los beneficios personales y sociales que aportan».
Respecto a la adopción por parte de
parejas del mismo sexo, los obispos recuerdan que «el marco matrimonial es el
más adecuado para el acogimiento o la adopción de un menor que se encuentra en
la penosa situación de carecer de su propia familia. Los derechos y el
"bien superior" del menor se ven plenamente satisfechos en el ámbito
de una familia matrimonial en la que, de forma estable, se le proporcionan la
riqueza y la complementariedad afectiva y formativa de un padre y una madre.
Privar conscientemente a estos menores del disfrute de tales condiciones no
deja de ser una falta de consideración y una insuficiente protección a la que
tienen derecho, una dejación de lo que nuestra sociedad debe proporcionarles y,
en determinados casos, un arriesgado experimento».
Finalmente, los obispos vascos piden
a los poderes públicos y a la sociedad que «incrementen sus esfuerzos en favor
del matrimonio y la familia. Son muchos los matrimonios y familias que
requieren medidas eficaces que faciliten el cumplimiento de los fines
personales y sociales que les son propios. Son muchos los jóvenes que necesitan
múltiples apoyos y recursos materiales que favorezcan el matrimonio y la
familia, para cuya constitución y desarrollo encuentran dificultades de todo
tipo».
VERITAS