Almudi.org Fallece el periodista al que Juan Pablo II cambió la vida
De ser un crítico durísimo del
Papa, se convirtió en discípulo espiritual
ROMA, 28 enero 2003 (ZENIT.org).-
Este martes se celebraron en Roma las exequias de Domenico del Río, considerado
por sus colegas periodistas como uno de los mejores corresponsales en el
Vaticano.
Del Río, cronista diario del
pontificado de Juan Pablo II, pasó de ser uno de los mayores críticos de este
Papa a ser su disc...
Almudi.org Fallece el periodista al que Juan Pablo II cambió la vida
De ser un crítico durísimo del
Papa, se convirtió en discípulo espiritual
ROMA, 28 enero 2003 (ZENIT.org).-
Este martes se celebraron en Roma las exequias de Domenico del Río, considerado
por sus colegas periodistas como uno de los mejores corresponsales en el
Vaticano.
Del Río, cronista diario del
pontificado de Juan Pablo II, pasó de ser uno de los mayores críticos de este
Papa a ser su discípulo espiritual.
Nacido en Roma hace 76 años, del Río
amaba con pasión desde su infancia a la Iglesia y pronto decidió seguir los
pasos de san Francisco haciéndose religioso capuchino y sacerdote, recorriendo
el mundo como misionero.
Su entusiasmo por la Iglesia lo
vivía con un agudo espíritu crítico, lo que le llevó tras el Concilio Vaticano
II a pedir el regreso al estado laical. Más tarde se casó con Jaja, tras haber
recibido la dispensa pontificia.
Corresponsal del diario «La
Repubblica», criticó duramente, por ejemplo, los viajes de Juan Pablo II al
extranjero por considerar que se basaban en un «triunfalismo» que no era
evangélico.
Ante las duras críticas, la Sala de
Prensa de la Santa Sede le impidió participar en 1985 en uno de los viajes que
el Santo Padre realizó a América Latina. Aquel «castigo», como fue interpretado
por sus colegas, cambiaría su vida.
Juan Pablo II se encontró
personalmente con él tras este incidente y en aquel encuentro personal, no
oficial, el periodista comenzó a descubrir aspectos que hasta entonces no
conocía de la personalidad del obispo de Roma.
A partir de entonces, se dedicó con
pasión a investigar sobre la vida del pontífice, escribiendo cinco libros,
incluyendo el último que en las próximas semanas será publicado en Italia con
el título «Karol el Grande».
Luigi Accattoli, corresponsal del
Corriere della Sera, y gran amigo, fue a visitarle hace una semana al hospital
Gemelli de Roma, donde se encontraba ya gravemente enfermo. Como el periodista
no había querido decir a sus colegas que estaba internado, por lo que Accattoli
le preguntó si quería decirles algo.
«¡Al Papa! --le dijo
inmediatamente--. Quisiera que le dijeras al Papa que le doy las gracias. Trata
de ver cómo se lo puedes decir. Dile que le doy las gracias, con humildad, por
la ayuda que me ha dado a creer. Yo tenía muchas dudas y muchas dificultades
para creer. Me ha ayudado la fuerza de su fe. Al ver que creía con tanta
fuerza, entonces yo también encontraba fuerza. Esta ayuda la recibía al verle
rezar, cuando "se pone en Dios", se ve que esto le salva de todo».
ZS03012804