Almudi.org Niñas madrileñas en proceso de canonización
ROMA, 28 enero 2003 (ZENIT.org).- El
cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, tiene gran interés en
que los procesos de canonización de tres niñas y una joven madrileñas sigan
avanzando, para que sus vidas puedan ser ofrecidas como ejemplos de santidad a
los niños y jóvenes de España y del mundo.
El delegado episcopal para la Causa
de los Santos, don Ricardo Quintana, ha declarado a Zenit que e...
Almudi.org Niñas madrileñas en proceso de canonización
ROMA, 28 enero 2003 (ZENIT.org).- El
cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, tiene gran interés en
que los procesos de canonización de tres niñas y una joven madrileñas sigan
avanzando, para que sus vidas puedan ser ofrecidas como ejemplos de santidad a
los niños y jóvenes de España y del mundo.
El delegado episcopal para la Causa
de los Santos, don Ricardo Quintana, ha declarado a Zenit que el interés del
arzobispo de Madrid por estas causas de canonización está justificado porque se
trata de «tres niñas y una joven muertas en el siglo XX», y esa proximidad de
sus vidas a las de los jóvenes de nuestros días las convierten en un ejemplo
cercano e imitable.
Con excepción de la joven Teresa González-Quevedo,
que murió con 20 años habiendo profesado como novicia en las Carmelitas de la
Caridad, ninguna de las otras tres niñas superaba los 14 años de edad.
Estas tres niñas nacidas en Madrid
tuvieron en común una «precoz vida espiritual» y la «fama de santidad», tal
como lo acreditan numerosos testigos, muchos todavía vivos. Como recuerda don
Ricardo Quintana, «la fama de santidad no consiste en que hayan echo muchas
cosas buenas», sino en que un gran número de personas así lo reconozca y
comiencen a pedir su intercesión para obtener favores.
Los tres procesos de canonización
han pasado la fase diocesana y están ya en Roma, aunque sólo una de ellas ha
sido declarada venerable. Ninguna será declarada beata antes de la aprobación
de un milagro.
María del Carmen González-Valerio y
Sáenz de Heredia, nació el 14 de marzo de 1930 y murió en Madrid el 17 de julio
de de 1939. Su padre fue fusilado durante la guerra civil, y la niña ofreció su
vida por la salvación de los asesinos de su padre. Es la única de las tres
niñas que ya ha sido declarada venerable mediante el Decreto sobre la
heroicidad de sus virtudes, publicado el 12 de enero de 1996. También hay ya un
hecho extraordinario que se juzga como milagro y que está siendo cuidadosamente
estudiado por la Santa Sede.
María Pilar Cimadevilla nació el 17
de febrero de 1952, y murió en Madrid el 6 de marzo de 1962. Aunque ya ha sido
presentada la «positio» (especie de tesis en la que se recopila toda la
información pertinente para el reconocimiento de las virtudes heroicas),
todavía no ha sido declarada venerable. A «Pilina», como era conocida por sus
amigos, le fue diagnosticada una enfermedad incurable. Durante su estancia en
el hospital se hizo «enferma misionera», ofreciendo sus sufrimientos por todos
los misioneros; por eso su vida fue presentada este año como un ejemplo para la
Infancia Misionera.
Alexia González-Barros y González es
la otra niña nacida en Madrid de la que se están estudiando la heroicidad de
sus virtudes. Nació el 7 marzo de 1971 y murió en Pamplona el 5 de diciembre de
1985. Cuando todavía no había cumplido 14 años, se le declaró un tumor maligno
que en poco tiempo la dejó paralítica. Los sufrimientos de su enfermedad los
ofreció «por la Iglesia, por el Papa y por los demás». También en este caso ya
ha sido presentada la «positio», que está siendo estudiada en Roma.
ZENITESPAÑA03012810