Aprobado un milagro atribuido a la intercesión del Beato Josemaría
El Papa ha aprobado hoy un decreto que
reconoce la curación milagrosa de un médico español aquejado de una grave
enfermedad en las manos. En la misma sesión, se han aprobado, entre otros,
milagros del Padre Pío y del beato Juan Diego
20 de diciembre de 2001.Juan Pablo II ha
aprobado hoy el decreto de la Congregación para las Causas de los Santos sobre
un milagro del beato Josemaría Escriv...
Aprobado un milagro atribuido a la intercesión del Beato Josemaría
El Papa ha aprobado hoy un decreto que
reconoce la curación milagrosa de un médico español aquejado de una grave
enfermedad en las manos. En la misma sesión, se han aprobado, entre otros,
milagros del Padre Pío y del beato Juan Diego
20 de diciembre de 2001.Juan Pablo II ha
aprobado hoy el decreto de la Congregación para las Causas de los Santos sobre
un milagro del beato Josemaría Escrivá. Se trata de la curación milagrosa de una
grave enfermedad profesional (la radiodermitis crónica) que padecía el doctor
Manuel Nevado Rey y que le desapareció, en noviembre de 1992, tras acudir a la
intercesión del beato Josemaría Escrivá. Se leyeron también otros decretos de
milagros, entre los que se encuentran uno atribuido al Padre Pío y otro al beato
Juan Diego.
La radiodermitis
La radiodermitis es una enfermedad típica de
los médicos que han expuesto sus manos a la acción de las radiaciones de los
equipos de Rayos X durante un tiempo prolongado. Se trata de una enfermedad
evolutiva, que progresa de forma inexorable hasta provocar, con el paso de los
años, la aparición de cánceres de piel. La radiodermitis no tiene curación. Los
únicos tratamientos conocidos son quirúrgicos (injertos de piel, amputación de
las zonas de las manos interesadas). De hecho, en la literatura médica no se ha
reseñado, hasta hoy, ningún caso de curación espontánea de radiodermitis crónica
cancerizada.
La curación
El doctor Manuel Nevado Rey es un médico
español nacido en 1932, especialista en traumatología, que durante casi quince
años operó fracturas y otras lesiones exponiendo sus manos a los Rayos X. Empezó
a realizar este tipo de intervenciones quirúrgicas con mucha frecuencia, a
partir de 1956. Los primeros síntomas de la radiodermitis empezaron a
manifestarse en 1962, y la enfermedad fue empeorando hasta que, en torno a 1984,
tuvo que limitar su actividad a la cirugía menor, porque sus manos estaban
gravemente afectadas, e incluso dejó totalmente de operar en el verano de 1992.
El Dr. Nevado no se sometió a ningún tratamiento.
En noviembre de 1992, el Dr. Nevado conoció a
Luis Eugenio Bernardo, un ingeniero agrónomo que trabaja en un organismo oficial
español. Éste, al saber de la enfermedad de D. Manuel, le ofreció una estampa
del fundador del Opus Dei, beatificado el 17 de mayo de aquel año, y le invitó a
acudir a su intercesión para curarse de la radiodermitis.
La intercesión del beato Josemaría
El Dr. Nevado comenzó a encomendarse al Beato
Escrivá desde aquel momento. Pocos días después de ese encuentro, viajó con su
esposa a Viena para asistir a un congreso médico. Visitaron varias iglesias, y
encontraron estampas del Beato Josemaría. "Esto me impresionó —explica el Dr.
Nevado—, y me animó a rezar más por mi curación". Desde el día en que comenzó a
encomendar su curación a la intercesión del Beato Josemaría Escrivá, las manos
fueron mejorando y, en unos quince días, desaparecieron totalmente las lesiones.
La curación fue total, hasta el punto que, a partir de enero de 1993, el Dr.
Nevado volvió a realizar operaciones quirúrgicas sin ningún problema.
El proceso canónico
Sobre esta curación se llevó a cabo, en la
archidiócesis de Badajoz —donde reside el Dr. Nevado—, un proceso canónico que
concluyó en 1994. El día 10 de julio de 1997, la Consulta Médica de la
Congregación para las Causas de los Santos estableció por unanimidad el
siguiente diagnóstico: «cancerización de radiodermitis crónica grave en su 3º
estadio, en fase de irreversibilidad»; y, por tanto, con un pronóstico
ciertamente infausto. La curación total de las lesiones, confirmada por los
exámenes objetivos efectuados sobre el paciente en 1992, 1994 y 1997, fue
declarada por la Consulta Médica «muy rápida, completa y duradera,
científicamente inexplicable».
El 9 de enero de 1998, el Congreso Peculiar de
los Consultores Teólogos, ha dado respuesta positiva unánime a la atribución del
milagro al beato Josemaría Escrivá. La Congregación ordinaria de Cardenales y
Obispos, con fecha 21 de septiembre del 2001, ha confirmado esos dictámenes.
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