La película "El crimen del Padre Amaro" ofende a los católicos mexicanos
Comunicado de protesta de la Conferencia
Episcopal
CIUDAD DE MÉXICO , 16 agosto 2002 (ZENIT.org).-
La controvertida película «El crimen del Padre Amaro» llegó este viernes a
400 cines en México, convirtiéndose en el estreno con mayor promoción en la
historia mexicana.
El filme, dirigido por Carlos Carrera, ha creado conmoción en la opinión
pública pues en algunas escenas el padre Amaro, inter...
La película "El crimen del Padre Amaro" ofende a los católicos mexicanos
Comunicado de protesta de la Conferencia
Episcopal
CIUDAD DE MÉXICO , 16 agosto 2002 (ZENIT.org).-
La controvertida película «El crimen del Padre Amaro» llegó este viernes a
400 cines en México, convirtiéndose en el estreno con mayor promoción en la
historia mexicana.
El filme, dirigido por Carlos Carrera, ha creado conmoción en la opinión
pública pues en algunas escenas el padre Amaro, interpretado por el mexicano
Gael García tiene relaciones sexuales con la joven Amelia, que representa la
actriz Ana Talancón, cobijados con el manto de la Virgen María.
En otro momento de la película, una fanática religiosa le da a su gato enfermo
una hostia como remedio.
La Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) ha publicado un comunicado para
protestar públicamente por el contenido de la película «que constituye una
ofensa a las creencias religiosas de los católicos y hace mofa de los símbolos
más sagrados para la comunidad católica».
«Una película por más valores artísticos o cinematográficos que contenga no
debe ser injuriosa ni atentar contra los derechos de las personas o de las
instituciones», afirma el comunicado, firmado por el arzobispo Luis Morales
Reyes, presidente de la CEM y por el obispo Abelardo Alvarado Alcántara,
secretario general.
«La libertad de expresión no autoriza a denigrar personas o instituciones
generalizando hechos o situaciones de excepción», añade el documento.
«Estamos conscientes que la Iglesia católica o su jerarquía no pueden
pretender que una película sea censurada o prohibida --sigue diciendo el
episcopado--, puesto que existe una legislación (Ley Federal de Cinematografía
y su respectivo Reglamento) que norma la exhibición de las películas, pero
está en su pleno derecho a exigir que sean respetadas las creencias religiosas
de la mayoría de los mexicanos».
«Asistir o no a la exhibición de la película es, obviamente, una decisión
libre y personal --aclaran los obispos--; por lo que confiamos en que el
criterio y la madurez de los católicos y de todos los hombres y mujeres de
buena voluntad, les permita juzgar y distinguir la verdad sobre las ofensas a la
fe y a la Iglesia.
«Consideramos una exigencia para la convivencia pacífica y armónica en la
sociedad, que nuestras leyes protejan el buen nombre de las personas e
instituciones, so pena de provocar enfrentamientos estériles», concluyen
diciendo los prelados.
ZS02081611