Simposio Internacional de Ética en la Universidad de Navarra
Simposio en el IESE: "Trabajo, familia y sociedad en el siglo XXI"
Sólo al 10% de las empresas españolas les preocupa conciliar la vida
laboral y familiar de sus empleados. Esta tensión entre trabajo y familia
centró el XII Simposio Internacional del IESE, donde se recordaron las
aportaciones de Josemaría Escrivá.
05 de julio de 2002
Los simposios de "Ética, Empresa y Sociedad" del...
Simposio Internacional de Ética en la Universidad de Navarra
Simposio en el IESE: "Trabajo, familia y sociedad en el siglo XXI"
Sólo al 10% de las empresas españolas les preocupa conciliar la vida
laboral y familiar de sus empleados. Esta tensión entre trabajo y familia
centró el XII Simposio Internacional del IESE, donde se recordaron las
aportaciones de Josemaría Escrivá.
05 de julio de 2002
Los simposios de "Ética, Empresa y Sociedad" del IESE están
dirigidos a promover la discusión interdisciplinar sobre temas vitales a los
que se enfrenta la sociedad y la comunidad empresarial. Esta edición se ha
celebrado en el contexto del centenario del nacimiento del beato Josemaría
Escrivá, fundador de la Universidad de Navarra, pues su vida y enseñanzas
contienen valiosas aportaciones para el tema.
Juan Carlos Aparicio, ministro de Trabajo y Asuntos Sociales del Gobierno
español, realizó en la apertura "una reflexión que, por obvia, a veces
olvidamos: la familia es uno de los protagonistas decisivos de la sociedad del
bienestar". Dado su papel "imprescindible" para el desarrollo de
la sociedad, "justifica la especial atención de que debe ser objeto por
parte de los poderes públicos".
Recordó la importancia de la igualdad
hombre-mujer, que pasa por "incrementar la participación de los hombres en
el cuidado y atención de los hijos, por fomentar un entorno, estructura y
organización laborales que respondan a las necesidades de los padres y madres
con hijos a su cargo, y por apoyar el desarrollo de servicios y prestaciones
para cuidar a los familiares con graves problemas de dependencia".
Subordinar el bienestar propio
Gloria Kan, experta de Asuntos Sociales de la ONU, afirmó que "la familia
nos aporta seguridad emocional, amor... pero también nos enseña a dar, a
subordinar el bienestar de uno al de los demás, a ser solidarios y altruistas,
a desarrollar nuestro espíritu cívico", dijo Kan. El trabajo, por su
parte, es el medio de subsistencia de esta familia: da a las personas
reconocimiento social, propicia el intercambio... "Gozar de un trabajo
reconocido nos hace mejores personas y nos ayuda a mejorar las relaciones
familiares".
Otras tendencias son las socioculturales, las socioeconómicas y las
sociopolíticas: la creciente exigencia de una autonomía individual trae
consigo consecuencias para la economía y la estructura de la familia. Se está
produciendo una generalización del concepto de derechos individuales frente a
la debilitación del concepto de disciplina.
Frente a esto, Kan señaló que la globalización se presenta como un movimiento
inverso compensatorio. La gente regresa a la familia en busca de la protección
y el refugio maternos ante las transformaciones que trae consigo este fenómeno.
La solución estriba en la involucración de gobiernos nacionales y
organizaciones de la sociedad civil en la búsqueda de nuevas maneras de
conciliar familia y trabajo. "La política social debe estar por encima de
la política económica", concluyó Kan.
La profesora del IESE Nuria Chinchilla señaló que tan sólo el 10% de las
empresas españolas tienen políticas que ayuden a conciliar vida laboral y
familia. Sectores como la consultoría, el mercado electrónico o las
telecomunicaciones son más proclives a implantar políticas familiarmente
responsables frente a sectores industriales como la construcción o el metal y
la automoción.
En España, un matrimonio necesitaría tener 18 hijos y ganar menos de 7.439,92
euros/año para lograr las mismas prestaciones que una familia con tres hijos y
sin límite de ingresos en Alemania. Por lo mismo necesitaría tener también 18
hijos con respecto al Reino Unido y 14 hijos con respecto a Francia.
Labores compartidas
Por su parte, Alfonso de Salas, jefe de la División de la Cooperación
Intergubernamental para los Derechos Humanos del Consejo de Europa señaló que
el hombre tiene capacidad de afecto y la mujer capacidad de dirección
empresarial. "Las labores de la casa también deben ser compartidas".
El Dr. Patrick Fagan, investigador de la Heritage Foundation de Washington,
habló de los papeles de mujer y hombre como complementarios dentro de la
familia. Presentó algunos datos ilustrativos al respecto: en EE.UU. tan sólo
el 20% de los adolescentes viven con su dos progenitores. Esto demuestra una
creciente tendencia a la enajenación entre los sexos. Vivimos, según Fagan, en
una cultura sumamente enajenada y llena de rechazo. Hay una incapacidad entre
hombres y mujeres para interrelacionarse que se traduce en una difícil
conciliación entre trabajo y familia.
Para Amalia Gómez, ex secretaria de Estado de Asuntos Sociales, el hombre ha
comenzado a preocuparse por la familia cuando la mujer ha salido al mercado
laboral. Igual que Fagan, considera fundamental la complementariedad entre
hombres y mujeres, aunque no la suplantación. "La casa es un espacio de
convivencia, de reciprocidad. La familia no es una suma de individuos".