Introducción
Verónica Roth es una autora muy joven. Nació el 19 de agosto de 1988 en Chicago, la ciudad donde se desarrolla la historia de Divergente. Viendo su pasión por la literatura, su familia la animó a matricularse en la prestigiosa universidad de Northwestern para estudiar Escritura Creativa.
Durante sus años de universidad, Verónica tomó la decisión de empezar a trabajar en el primer borrador de Divergente, prefiriendo invertir su tiempo en esta historia en vez de hacer los deberes académicos. Después de su abrumador éxito en más de 15 países, parece que Verónica tomó la mejor decisión.
El tema del cual hablaré en este ensayo es la sinceridad, donde expongo los puntos de vista tanto de la autora del libro del cual escogí este tema como de diferentes personajes que hablan acerca de este concepto, definiciones de diferentes fuentes, explicaciones sobre como desde pequeños se debe inculcar este valor.
La escritora Verónica Roth en su libro divergente ve desde otro punto de vista es significado de sinceridad, pues ella lo explica como una facción, una cualidad que solo algunas personas la tienen y la desarrollan al cien por ciento.
Mientras por otro lado Marianela Hiel quien su punto de vista está en las siguientes páginas nos muestra la manera personal de vivir la sinceridad en cinco pasos.
Existen diferencias en la forma en la que ambas personas explican este concepto, a continuación se verán como diferentes personas y paginas explican el significado de la sinceridad, como también hablan sobre cómo educar a hijos, como vivir siendo sinceros y como se ve desde la religión católica este valor de la sinceridad.
Desarrollo
La sinceridad es una de las cinco facciones de las que se hablan en el libro de divergente, en este libro la escritora Victoria Roth ve la sinceridad como un valor que los integrantes de esta facción deben tener y por eso, deben ser sinceros ante cualquier situación.
Según el catecismo de la iglesia católica La verdad o la veracidad es la virtud que consiste en mostrarse verdadero en sus actos y en sus palabras, evitando la duplicidad, la simulación o la hipocresía.” “La mentira consiste en decir algo falso con intención de engañar al prójimo que tiene derecho a la verdad.”
La sinceridad es una actitud que las personas pueden tener para enfrentar su vida y que se caracteriza por la honestidad y la utilización de la verdad en todos los ámbitos de la vida cotidiana. Esta es uno de los elementos o de los valores más importantes y más loables de una persona ya que se basa en ser y actuar tal como uno es, siente o piensa, dejando de lado todo tipo de fingimientos o hipocresías. La sinceridad siempre es atribuida a los niños y a los locos, dos figuras sociales que por su condición no están tan atados a las pautas de comportamiento social y por lo tanto no tienen miedo o conciencia de decir lo que realmente piensan.
En muchos casos la falta de sinceridad se da a partir de la timidez de una persona, al miedo a decir algo que no será aceptado y podría caer mal en su grupo. En otros casos, la hipocresía o la falta de sinceridad es buscada para obtener determinados resultados, pero en cualquiera de los dos casos genera algún tipo de conflicto en la persona que no se puede mostrar y asumir tal cual es.
Marianela Hiel nos habla sobre la sinceridad en las relaciones humanas y nos dice que a veces, atravesamos malas experiencias. El sentirnos defraudados provoca incomodidad, esta experiencia nos lleva a procurar que nunca nos suceda lo mismo, y a veces, nos impide volver a confiar en las personas, aún sin ser las causantes de nuestra desilusión. Sin embargo la sinceridad, no es algo que debemos esperar de los demás, es un valor que debemos vivir para tener amigos, para ser dignos de confianza.
La sinceridad caracteriza a las demás personas por su actitud, que mantienen en todo momento, basada en la veracidad de sus palabras y/o acciones.
Si queremos ser sinceros necesitamos decir siempre la verdad… esto que parece tan sencillo, resulta una tarea muy difícil para algunas personas. ¿Cuántas veces utilizamos esas “mentiras piadosas” en circunstancias que consideramos poco importantes?: como el decir que estamos avanzados en el trabajo, cuando aún no hemos comenzado, por la suposición de que es fácil y en cualquier momento podemos estar al corriente. Obviamente, una pequeña mentira, llevará a otra más grande y así sucesivamente, hasta que nos sorprenden.
Otra cosa que nos dice Marianela es la manera personal de vivir la sinceridad en cinco puntos que se muestran a continuación en la siguiente tabla:
Actualmente vivimos en una sociedad que acepta la mentira como una cosa normal, en el mundo de los negocios, en la publicidad... Se dice lo que el cliente quiere oír, con tal de conseguir unos objetivos. Por otro lado, el concepto de sinceridad se pervierte continuamente. Muchas veces se autodefinen como sinceras personas que sólo son lo que, coloquialmente definimos como "unos bordes". Esto es algo de lo que piensa la Psicóloga especialista en infancia y adolescencia Dª. Trinidad Aparicio Pérez, a continuación muestra algunos temas o aplicaciones planteados para entender mejor este valor de la sinceridad.
1. ¿Qué significa ser sinceros?
La sinceridad es un concepto que implica un comportamiento consecuente en nuestra vida, no sólo significa decir la verdad, va mucho más allá. Es tener una actitud congruente como persona, actuar según nuestra manera de ser y de pensar.
Por ejemplo, un hombre no puede mantener un discurso progresista e igualitario respecto a las relaciones entre hombre y mujer y no colaborar absolutamente nada en las tareas del hogar, permitiendo que su mujer haga todo el trabajo.
Tampoco se puede ser ecologista de fachada y dejar los papeles y latas tirados por el suelo cuando vamos a pasar un día al campo. Ser sincero es ser honesto con los demás y con nosotros mismos. Por lo tanto, una persona sincera es una persona digna de confianza, una persona que consigue que los demás puedan confiar en él, ya que tienen la certeza de que no les va a engañar.
2. Propiedades que debe tener la sinceridad
En algunos programas de televisión vemos como algunos personajes justifican el insulto, la grosería y la mala educación alegando sinceridad. Nada hay más lejos de la realidad, ser sincero nunca quiere decir ser desagradable ni impertinente. Muchas veces, ese aire de franqueza y sinceridad para airear los defectos de los demás encubre envidias y frustraciones.
La sinceridad debe tener el don del tacto, de la oportunidad y de la discreción. Por ejemplo, si debemos comentar a alguien algo en lo que pensamos que debe rectificar, lo haremos porque creemos que el cambio será positivo para él e intentaremos no herirle. Buscaremos el momento apropiado y cuando estemos a solas con esta persona. Sólo si actuamos de esta manera, nuestro ejercicio de sinceridad tendrá un efecto positivo.
La sinceridad supone un cierto grado de responsabilidad y no se es más sincero por contar o decir las cosas arbitrariamente a todo el mundo.
3. Educar a los niños en la sinceridad
Es muy importante transmitir este valor a los niños. Que tengan arraigado este concepto es fundamental para que en un futuro sean personas honestas y cabales.
También es muy importante conseguir que sean sinceros con los padres, ya que de esta manera podrán entenderlos mejor, podrán ayudarles cuando los necesiten y se establecerá una relación de mayor confianza entre padres e hijos.
Como en toda enseñanza, se debe predicar con el ejemplo y ser congruentes con lo que les decimos, no podemos exigir a nuestros hijos que no mientan y pedirles que hagan lo contrario cuando suena el teléfono y les decimos: "Si es fulanito, dile que no estoy".
Si los hijos ven en sus padres sinceridad y honestidad en su manera de comportarse y de relacionarse con los demás, ellos tenderán a comportarse de la misma manera. Esto no quiere decir que no nos vayan a mentir en un momento determinado, esto es casi inevitable, pero su relación con sus padres será más sincera.
El valor de la sinceridad: Actualmente vivimos en una sociedad que acepta la mentira como una cosa normal, en el mundo de los negocios, en la publicidad. Se dice lo que el cliente quiere oír, con tal de conseguir unos objetivos. Por otro lado, el concepto de sinceridad se pervierte continuamente. Muchas veces se autodefinen como sinceras personas que sólo son lo que, coloquialmente definimos como "unos bordes". La sinceridad es un concepto que está relacionado con otros como: honestidad o confianza.
4. ¿Qué significa ser sinceros?
La sinceridad es un concepto que implica un comportamiento consecuente en nuestra vida, no sólo significa decir la verdad, va mucho más allá. Es tener una actitud congruente como persona, actuar según nuestra manera de ser y de pensar.
Por ejemplo, un hombre no puede mantener un discurso progresista e igualitario respecto a las relaciones entre hombre y mujer y no colaborar absolutamente nada en las tareas del hogar, permitiendo que su mujer haga todo el trabajo. Tampoco se puede ser ecologista de fachada y dejar los papeles y latas tirados por el suelo cuando vamos a pasar un día al campo.
Ser sincero es ser honesto con los demás y con nosotros mismos. Por lo tanto, una persona sincera es una persona digna de confianza, una persona que consigue que los demás puedan confiar en él, ya que tienen la certeza de que no les va a engañar.
5. Propiedades que debe tener la sinceridad
En algunos programas de televisión vemos como algunos personajes justifican el insulto, la grosería y la mala educación alegando sinceridad. Nada hay más lejos de la realidad, ser sincero nunca quiere decir ser desagradable ni impertinente. Muchas veces, ese aire de franqueza y sinceridad para airear los defectos de los demás encubre envidias y frustraciones. La sinceridad debe tener el don del tacto, de la oportunidad y de la discreción. Por ejemplo, si debemos comentar a alguien algo en lo que pensamos que debe rectificar, lo haremos porque creemos que el cambio será positivo para él e intentaremos no herirle. Buscaremos el momento apropiado y cuando estemos a solas con esta persona. Sólo si actuamos de esta manera, nuestro ejercicio de sinceridad tendrá un efecto positivo. La sinceridad supone un cierto grado de responsabilidad y no se es más sincero por contar o decir las cosas arbitrariamente a todo el mundo.
6. Educar a los niños en la sinceridad
Es muy importante transmitir este valor a los niños. Que tengan arraigado este concepto es fundamental para que en un futuro sean personas honestas y cabales.
También es muy importante conseguir que sean sinceros con los padres, ya que de esta manera podrán entenderlos mejor, podrán ayudarles cuando los necesiten y se establecerá una relación de mayor confianza entre padres e hijos. Como en toda enseñanza, se debe predicar con el ejemplo y ser congruentes con lo que les decimos, no podemos exigir a nuestros hijos que no mientan y pedirles que hagan lo contrario cuando suena el teléfono y les decimos: "Si es fulanito, dile que no estoy".
Si los hijos ven en sus padres sinceridad y honestidad en su manera de comportarse y de relacionarse con los demás, ellos tenderán a comportarse de la misma manera. Esto no quiere decir que no nos vayan a mentir en un momento determinado, esto es casi inevitable, pero su relación con sus padres será más sincera.
Por lamentables cuestiones de la vida en sociedad, no siempre es fácil ser sinceros con nuestros seres queridos, con las personas que nos han criado, con nuestros amigos más cercanos; cuando trasladamos la necesidad de compartir nuestras verdaderas ideas con empleadores y gobernantes, las posibilidades decrecen considerablemente.
Conclusión
La sinceridad desde mi punto de vista, después de estas diversas opiniones y fuentes, es el decir la verdad decir lo que pensamos, lo que sentimos sin omitir las cosas o sin pensar antes de hablar ya que así podría llegar a lastimar a las demás personas con nuestras palabras.
Podría decir que tenía en mente otro concepto o significado sobre este valor antes de realizar este ensayo, para mí la sinceridad era decir el decir solo lo que pienso, pero ahora sé que no solo es eso, sino que es el decir lo que opinas, piensas, en fin, es decir la verdad.
El omitir las cosas también se considera una mentira y esto no lo sabía, así que me creía una persona sincera, pero esto no es así.
El ser sincero (a) con las demás personas habla muy bien de uno mismo pues muestra que en realidad eres una buena persona y un buen amigo, y así las demás personas podrán confiar en nosotros.
En resumen para mí la sinceridad es decir la verdad, dejar todo claro, valorar la sinceridad de los demás y demostrar que uno también tiene ese valor.
Diana Elizabeth Gómez de la Rosa, en academia.edu/
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