3. Acercamiento desde una relectura en clave psicosocial del relato evangélico del endemoniado de Gerasa (MC 5, 1-20).
A lo largo del capítulo anterior, el concepto del milagro fue abordado desde la exégesis, aseverando que la perícopa de Marcos 5, 1-20 es un relato compuesto (exorcismo y curación) [165], según Estévez López, apoyada en X. León Dufour y G. Theissen, para quienes la estructura típica del exorcismo y el v. 15 son propios de un relato de curación.
Desde el punto de vista exegético los vv. 6-13 son considerados en la estructura de exorcismo como el centro de la perícopa en los cuales se expresa la supremacía de Jesús sobre Satanás [166]; sin embargo, siguiendo a Juan Mateos y Eugen Drewermann, no se puede pasar desapercibido ante el v. 15, como evidencia de un relato de curación. Estos autores se acercan a la perícopa desde una mirada sociológica y psicológica respectivamente [167], que permiten al lector de Marcos ir más allá de lo que ofrece el método histórico crítico [168] desarrollado magistralmente por autores clásicos, entre los que se puede mencionar a Joachim Gnilka.
El evangelista Marcos en la perícopa Mc 5, 1-20 centra la atención en Jesús y un hombre endemoniado, los personajes que más evolucionan en la narración, en contraste con los gerasenos (porquerizos y testigos) que permanecen en su incapacidad para reconocer a Jesús. Así, El "endemoniado de Gerasa" es caracterizado como un personaje anónimo, sin palabra, con un "yo disociado" [169], violento y habitante de los sepulcros; notas características de un hombre excluido o marginado. Este personaje evolucionará hasta llegar a ser sociable, saludable ("sentado, vestido y en sano juicio") y hasta predicador de lo que Jesús (accesible, sereno, dialogante, exorcista con autoridad, Hijo de Dios) ha hecho por él. Al final, en Jesús, por su poder y autoridad [170] venida de Dios, este hombre es incluido a la sociedad y sanado.
Jesús, por su mentalidad abierta [171], en contraste con el grupo de los Doce, que no desembarcaron con Él, derriba las fronteras construidas por el poder político que discrimina y margina, por el sistema religioso de pureza que excluye y por el sistema de creencias en los espíritus y demonios que disocian la personalidad del poseído para alternar su voz con la de él. El "endemoniado de Gerasa", tan pronto Jesús pisó tierra pagana, inmediatamente se acerca a Él, encontrando para sí su mejor alternativa. Un camino de salida que no había encontrado en los hombres que le sujetaban con "grillos y cadenas", ni en los dioses salutíferos a los que les gritaba "día y noche".
En palabras de José Antonio Pagola, este endemoniado, y todos los excluidos representados en él, encuentran en Jesús la cura en perspectiva de una sanación integral de la persona, pues la fuerza de su palabra y sus manos "bendicen a los que se sienten malditos, toca a los leprosos que nadie toca, comunica fuerza a los hundidos en la impotencia, transmite confianza a los que se ven abandonados por Dios, acaricia a los excluidos" [172].
3.1. Lectura en clave social.
Para la lectura en clave social de Mc 5, 1-20 se considera necesaria la pregunta:
¿Cuál es la sociedad que hay detrás del texto de Mc 5, 1-20? Para encontrar respuesta a tal interrogante se aborda el texto en la perspectiva socio-política de J. Mateos y L. Romero; además, se tiene en cuenta de manera particular las normas de pureza en las que este relato está enmarcado temáticamente (Mc 1, 1 – Mc 8, 30), según C. Bernabé Ubieta.
El texto centra la atención en los siguientes elementos: la sociedad que hay detrás del marco narrativo de Mc 5, 1-20, la presencia opresora de los romanos a nivel social/político/cultural y religioso en Gerasa, los términos "cerdo" y "Legión" vinculados a los demonios, a la impureza, al orden oficial religioso (Jerusalén), el nuevo orden que se inspira en las acciones de Jesús en Galilea, al hombre poseído, a la marginación y a los episodios de trance. Los elementos enunciados llevan a concluir hermenéuticamente, y desde lo psicosocial, que se está frente a un problema tipificado por un psiquismo frágil y un trastorno disociativo. A continuación, tales afirmaciones serán explicadas según el parecer de algunos teóricos pertinentes.
Autores clásicos como G. Theissen y X. León Dufour y contemporáneos como los ya citados, ubican la obra de Marcos en torno al gran acontecimiento de la guerra judío-romana, entre otros hechos, la persecución y muerte de Nerón, la muerte de Pedro, la catástrofe de Jerusalén, las secuelas posteriores a la guerra, acontecimientos ubicados entre el año 66 hasta 74 d.C. Lo anterior, lleva a considerar que la narración de Mc 5, 1-20 obedece a un contexto situacional marcado por la presencia del Imperio romano, evidenciándose en la perícopa una gran variedad de elementos [173] que indican la presencia opresora de los romanos en el aspecto socio-político en Gerasa y toda la Decápolis, quizás se menciona a Gerasa por ser considerada la más importante en la época y la más conocida por los romanos.
En la versión que presenta J. Mateos del "encuentro de Jesús con el poseído" se indica el contexto de opresión al que este hombre está sometido, y con él todos los lugares donde la presencia y hasta la sombra de los romanos pudiera llegar. J. Mateos afirma que al poseído "nadie tenía la fuerza de domeñarlo" (Mt 5, 4), de manera indirecta estaría afirmando que el sistema opresor, inspirado en un paradigma económico (el dinero más importante que la persona), tienen el poder para dominar a la manera como se vence a un enemigo o se doma a un animal [174]. Y el sistema cultural y/o religioso tampoco era capaz de dar respuestas incluyentes al personaje.
Otros elementos que indican la presencia de las tropas romanas en Palestina, y de manera particular en Gerasa, son el "cerdo" y el término "Legión", ambos interiorizados por los gerasenos, de tal manera que el primero se consideró para los paganos como cualquier poder opresor, y los judíos, además de asociarlo a los demonios, lo asumieron como símbolo de opresión en contexto judío-religioso; en cuanto a la palabra "Legión", cualquier persona del siglo I al escucharla, inmediatamente la asocia con los demonios para referirse a la dominación extranjera de los romanos [175].
Alessandro Pronzato presenta un mostrario [176] de interpretaciones acerca de "Legión", y luego de mencionar varios autores, termina afirmando con J. Jeremías que los dos mil puercos nacieron de un error de traducción, "el espíritu inmundo habría respondido a Jesús: 'Me llamo soldado, porque hay muchos como yo'. El traductor, en cambio, habría traducido 'Legión'" [177].
Para seguir encontrando respuesta a la pregunta por la sociedad que hay detrás del relato de Mc 5, 1-20, los apuntes de L. Manuel Romero acerca de las connotaciones socio-políticas del nombre de "Legión", son muy pertinentes, pues, habiéndose resaltado la familiaridad para asociar cerdo-fuerza demoniaca- dominación extranjera, el autor en mención puntualiza, como hecho significativo, que en la época que Marcos escribe su obra, Palestina, incluida la Decápolis, estaba ocupada por legiones, es decir, por fuerzas militares imperiales, las cuales, tenían como tarea restablecer la paz romana, según las circunstancias.
Entre las legiones romanas conocidas en Palestina se encontraba la denominada "X Fretensis" que tenía como símbolo la figura de un cerdo. Este dato permite suponer como una hipótesis que Marcos, al utilizar el término "Legión", estaría pensando en estas fuerzas militares romanas y, de manera particular, en la Legión "X Fretensis", reconocida por los habitantes del lugar [178].
Recapitulando lo anterior, se puede decir que la presencia de la "Legión" romana instala un sistema opresor que deshumaniza al hombre poseído, que Marcos describe en condiciones de marginación (sociales, psíquicas y religiosas) extremas.
En cuanto a lo religioso, C. Bernabé Ubieta subraya el tema de la impureza haciendo un contraste entre Jerusalén, centro del orden religioso oficial y de las acciones de Jesús que lleva a cabo en Galilea, y "al otro lado de la orilla", para establecer un orden nuevo, que hace ver como caduco al de la religión oficial de Jerusalén.
"Al otro lado de la orilla", Jesús pisó tierra pagana, es decir, territorio marginado por la religión oficial como impuro, entonces, el hombre que sale de allí está marcado por la impureza, inhumanidad y muerte, está poseído y habita entre las tumbas. Este poseído, marginado por las normas socio-religiosas, entra en contacto con Jesús, que por medio de un exorcismo lo libera de todo mal, lo restaura en su dignidad humana y lo incluye en el nuevo orden de pureza querido por Dios. Jesús, con tal conducta a favor del poseído, expresa su rechazo a todo sistema opresor, ya sea religioso-institucional o sociopolítico-romano.
C. Bernabé Ubieta, desde los esquemas culturales, que inspiran acciones y creencias, asume la posibilidad de relacionar las posesiones demoníacas con las normas de pureza, estas últimas discriminan y las primeras afectan las relaciones personales, familiares y sociales, hasta excluirle de la sociedad como en el caso de Mc 5, 3-5. Por eso "liberar a una persona de la posesión demoníaca significaba algo más que expulsar al demonio o curar sus síntomas, pues tanto en la enfermedad como en la sanación entraban en juego sus relaciones familiares y su ubicación en esos grupos" [179].
A manera de síntesis de lo desarrollado en este apartado, se puede decir que el relato de Mc 5, 1-20 y el tratamiento que hace a la presencia de lo demoníaco en Palestina está conectada con la opresión imperial, promotora de la marginación socio-política, y unida a ella, la institución religiosa (Jerusalén), como instrumento que discrimina y excluye, según el criterio de las normas de pureza.
Esto conduce a una primera conclusión, que parece ser corroborada por estudios recientes, el fenómeno de las posesiones es constatable en personas de un contexto social marginado y/o con relaciones subordinadas, o que responden a sistemas opresivos, además de tener un psiquismo débil. Estas aseveraciones, también pueden ser corroboradas, en un contexto secularizado para la ciudad de Medellín, por el sociólogo Carlos Arboleda Mora y otros [180], quienes tipifican la población que manifiesta el fenómeno de las posesiones, con características sociales de marginación, opresión política y económica, y un psiquismo [181] de formación religiosa frágil y manipulable.
En un contexto europeo, L. Romero Sánchez tiene afirmaciones similares, y cita a S.L. Davies, afirmando que "los individuos que sufren este tipo de problemas son personas que están en la periferia del contexto que les rodea y son dependientes de un sistema social que los ha marginado" [182].
Y por último, el “Manual diagnóstico y estadístico para los desordenes mentales", de la Sociedad Americana de Psiquiatría, les califica como personas con trastornos disociativos [183], a quienes, independiente de pertenecer o no a contextos marginales, tienen un psiquismo frágil y padecen episodios de trance [184], fenómeno en el que la persona realiza acciones estereotipadas que son consideradas involuntarias.
La Sociedad Americana de Psiquiatría ha fundamentado la clasificación de los trastornos disociativos en las investigaciones de una gama amplia de profesionales miembros de asociaciones de salud y clínica, expertos en aspectos relacionados con el sexo, la edad y la cultura, a nivel internacional. Entre los consultores para los trastornos disociativos, se pueden mencionar: Paul S. Appelbaum, M.D., Allyson Ashley, D.S.W., entre otros [185].
Un grupo de investigación conformado por los siquiatras Ligia Eugenia Uribe y Orlando Tamayo, el médico Pablo Gómez, el teólogo Guillermo Zuleta y el sociólogo e historiador Carlos Arboleda quien actuó como director, estudió el fenómeno de la posesión diabólica en el Área Metropolitana de Medellín, investigación que terminó en el año 2001 [186]. Metodológicamente se entrevistaron a 31 personas supuestamente "poseídas" que asistieron a exorcismos en iglesias católicas, 29 mujeres y dos varones, pertenecientes a los estratos uno al cuatro. Los resultados finales de la investigación se registran así: se diagnosticaron 22 casos con Trastorno Disociativo de Trance y Posesión, únicamente dos casos con Trastorno Disociativo de Trance con estado de Posesión y se descartaron siete casos: dos por estar en episodio psicótico, dos por dependencia a drogas psicoactivas, dos por otros trastornos emocionales inespecíficos, y uno, por tener un síndrome mental orgánico confirmado por resonancia magnética y tests neurosicológicos.
La National Geographic, en la serie de televisión documental "Tabú Latinoamérica", presentó la historia de “Sandra”, una mujer de nacionalidad argentina, desesperada por liberar su cuerpo de un espíritu que le mantenía bajo su poder. Ella, descartada por la medicina tradicional, buscó al "padre Manuel", un obispo de la Iglesia Católica Luterana que batalla contra el diablo. Para el religioso exorcista, este caso constituía una realidad ontológica que se podía vencer por la fe de la persona que se sometía al ritual. Según el documental, el exorcista- liberador realizó el rito haciendo énfasis en el acercamiento cálido a "Sandra", la cual llegó al religioso convencida por la fe de que se iba a liberar de esa fuerza que la sometía. El documental afirma que "el padre Manuel" había realizado hasta entonces más de 100 exorcismos sacando demonios, pero a ninguno se le llevó nunca un seguimiento de verificación posterior [187].
El Canal Caracol de Colombia [188] por su parte en el programa "Séptimo día", realizó una crónica llamada "Prueba de fe", en la que presentó al sacerdote católico Freddy Martínez, llamado, por todos los que acuden a él, como el "cura sanador", por los resultados en sus misas de sanación. El periodista Diego Guauque acompaña a tres de las personas enfermas que se pondrán en manos del sacerdote: Carlos Escobar atormentado por un cáncer gástrico, Luisa Fernanda Martínez en una silla de ruedas y Maicol Morales quien pierde progresivamente su visión a causa de un glaucoma. Ellos llegaron confiados de que el padre hará lo que la ciencia no puede, y el sacerdote está convencido de que Dios le ha dado el poder de sanar, pues según él, a su haber se registran como hechos: la curación de su propia mamá, la de un bebé y la de un policía. Los presentadores del programa estratifican en un nivel social y educativo bajo, a las personas que buscan al padre Martínez. En el momento del rito, todos los que son tocados por el padre se desmayan, excepto el periodista de Caracol que igualmente participa en la misa de sanación. Ocho días después, el periodista hace seguimiento a Carlos, Luisa y Maicol para descubrir que en ninguno se dió el milagro, y en el caso de Carlos, el cáncer que padece, se elevó a fase crónica, por concepto del especialista.
Las investigaciones anteriores se pueden clasificar de dos maneras, una por su rigor científico como es el caso de la realizada por la Sociedad Americana de Psiquiatría y la del grupo de investigación dirigida por Arboleda, y otra, como información de divulgación masiva, siendo el caso del documental de la National Geographic y la crónica de Caracol Televisión "Séptimo día". Por los datos que tales investigaciones ofrecen se puede afirmar que el fenómeno de las posesiones es altamente frecuente y constatable en personas, como se describe anteriormente, de un contexto socialmente marginado, con un siquismo frágil y religiosamente manipulable, en esta última variable no se excluye ningún estrato social y/o educativo.
3.2. Lectura psíquica.
Un acercamiento psicológico al relato de Mc 5, 1-20 tiene que hacerse con mesura, ya que en el propósito del evangelista hay un énfasis kerigmático sobre la persona de Jesús, aunque no se desconozcan los elementos psíquicos, llamados en este trabajo investigativo contexto socio-cultural greco-latino. Así, por ejemplo, la pregunta por la identidad (v. 9: ¿cómo te llamas?), es un recurso literario, lo mismo que las contradicciones existenciales, repeticiones o duplicaciones, todas ellas Marcos las documentó y consignó en su relato sin pretender hacer un tratado de psicología clínica [189].
En esta investigación se ha centrado la mirada en los siguientes elementos del texto: endemoniado de las tumbas de Gerasa, fenómeno de la posesión, alternación de voces, episodio de trance, relato de curación, "sentado, vestido y en sano juicio", poder de la palabra de Jesús, pregunta por el nombre, "sanador" y "terapeuta", angustia y fe. Todos los elementos enunciados llevan a concluir hermenéuticamente, y desde la psicología, que se está frente a un problema tipificado por rasgos esquizofrénicos y psicóticos, conciencia alterada, "yo disociado", exégesis en clave hermenéutica, psicología profunda, problemas de orden existencial, sentido de vida, personalidad saludable psico-física-espiritual, neurosis, psicoterapia y logoterapia.
Teniendo claridad de lo anterior, al texto nos podemos acercar desde la perspectiva pragmática [190], y para ello, se toma el v. 15 que explicita la evidencia de un hombre, antes poseído, ahora curado, dato que en Marcos se considera muy relevante, pues, en los relatos de curación este versículo se vuelve excepcional [191]; además, queda conectado con el lugar de destino de los espíritus expulsados por Jesús. Juan Mateos, señala que lo anterior "es un recurso narrativo del evangelista para conectar la destrucción de los cerdos con la salud del hombre" [192].
Mc 5, 15 relata que el hombre antes endemoniado, o en términos clínicos, con un "yo disociado" [ante la pregunta por el nombre responde, sea el hombre o el demonio: "Me llamo, Legión, porque somos muchos" (v. 9), desde el punto de vista de la antropología cultural en el fenómeno de la posesión se identifica la alternación de voces, creando una confusión entre la voz del hombre y la voz del demonio [193], todo esto en un episodio de trance], ahora se le contempla "sentado, vestido y en sano juicio".
Este último dato, de manera retrospectiva, permite hacer el contraste entre el hombre curado y el antes endemoniado, el cual poseía una fuerza descomunal, poco común, y se encontraba en una situación que Marcos narra en términos patéticos, no por un episodio de su vida sino de todo el tiempo: "noche y día" (v. 5); este hombre siempre pasaba así: desnudo (no se menciona en el texto pero se intuye porque es presentado vestido después del exorcismo), con una fuerza poco común [194], sin control de sus movimientos [("rompía las cadenas y hacía pedazos los grillos" (v. 4 )], y su conciencia alterada con rasgos psicóticos, de esquizofrenia, delirante o disociativo.
Continuando con la descripción extremadamente trágica que hace Marcos del endemoniado, señala que se acerca a Jesús con ambigüedad, por una parte se postra y le reconoce ("Hijo del Dios Altísimo") y en el mismo diálogo expectante, a la vez que tenso, de los vv 7 al 10, le grita [195] a voz en cuello y lo desafía ("¿Qué tienes tú contra mí?”). La actitud paradójica de este hombre indica un episodio esquizofrénico en comorbilidad [196] con rasgos psicóticos y disociativos de personalidad, pues, su realidad de persona se confunde con la "Legión" que le oprime en su interior, y que le incita a defenderse de quien, utilizando estrategias diferentes a las usadas por los gerasenos, renuncia a la violencia y le contrarresta con el poder de su palabra para curarlo.
Eugen Drewermann, propone que la exégesis trabaje de la mano de la psicología profunda, la cual hará que los textos bíblicos no se queden anclados en el pasado sino que repliquen en las circunstancias vitales que atormentan al hombre de cada época; advierte él mismo que sin psicoterapia y psicoanálisis "lo que se dice en el plano histórico resulta un balbuceo inútil” [197].
En su texto "Psicologia del profondo e esegesi II" [198]desarrolla ampliamente la "historia del endemoniado de las tumbas de Gerasa", aplicando todos los elementos que se han desarrollado en este apartado, y que por su interpretación a partir del supuesto exegético [199] que maneja, aporta al énfasis de esta investigación en cuanto a la relectura en clave psicosocial de Mc 5,1-20.
En palabras de este teólogo alemán, el hombre es demandante de sentido de vida y por ello expone sus miedos, enfermedades y formas de conducta, que ellos no entienden y el saber teológico tampoco, pero desde el método de la psicología profunda en el que se abordan los procesos inconscientes y subconscientes, estos problemas de orden existencial sí logran respuestas adecuadas para propender la salud psíquica, demandada por la mayoría de la población, inmersa en la dialéctica entre la angustia y la fe que requiere sanación.
También Víctor Frankl evoca en el hombre la necesidad de construir sentido de vida, y si Drewermann lo hace desde la psicología profunda, Frankl [200] lo propone desde la psicoterapia y su complemento en la logoterapia. Lo hace desde la Dimensión Espiritual (D.E) del hombre. Para él, el hombre es un ser tridimensional (dimensión física, psíquica y espiritual). En la D.E. (que es su especificidad humana y que lo hace único) del hombre se encuentra el S.V. (sentido de vida), la V.S. (voluntad de sentido) y la L.V. (la libertad de voluntad). Y cuando se frustra la voluntad de sentido aparece la que él denomina Neurosis noógena (N.N.) que se atiende no con la psicoterapia (con esta se atiende la 'psiconeurosis') sino con la Logoterapia (la terapia del sentido). Ambos autores, consideran "la separación de Dios" como generadora de angustia, miedos y vacío interior, hasta tal punto que descompone al hombre incluso en su realidad psico-física [201].
Eugen Drewermann define a Jesús de Nazaret como "sanador" y "terapeuta". Para el teólogo alemán, Jesús es el referente terapéutico y el modelo a imitar, ya que por sus contactos tiernos y humanamente auténticos con la gente, facilita el camino de la curación. Jesús enseña a poner la confianza en Dios y en ellos mismos como camino eficaz de liberación de los miedos, así se entiende que él toca los cuerpos de las personas y los recupera para caminar por el mundo, además, potencia sus facultades de sentir, percibir, juzgar y ver la vida, incluso arranca el miedo para que se pueda “ver el cielo abierto” [202].
Jesús como "sanador" y "terapeuta" confió a sus discípulos la tarea de curar enfermos y expulsar malos espíritus (Mc 6) hoy se diría liberar de la neurosis y la psicosis. Drewermann considera que el miedo es el problema central de la existencia humana (concepto aprendido de Sôren Kierkegaard) y por lo tanto la tarea para los teólogos y pastores de hoy, será acoger a las personas allí donde Jesús hubiese querido que se les acogiera: "en sus necesidades anímicas de no saber ni siquiera a qué atenerse […], y facilitar para ellos el encuentro consigo mismos desde su mundo interior" [203].
La intuición de Drewermann para describir el miedo como problema central de la existencia humana y la propuesta de intervención en lo clínico y lo pastoral como mandato de Jesús, permite el acercamiento al pensamiento y el modelo de trabajo de V. Frankl, para quien el hombre es facultativo (libre) para buscar sentido bajo cualquier circunstancia de dolor, culpa y muerte, una tríada que condiciona y de la que se tiene que liberar en miras a la realización humana. En este proceso juega un papel decisivo la ecuación clínica que propone Frankl: la personalidad del terapeuta y la del paciente, cuando estas dos se corresponden, entonces, se potencia la voluntad de sentido como criterio fiable de salud, para lograr vida a plenitud [204].
Drewermann invita, en el espíritu de Jesús, a acoger al hombre en sus necesidades anímicas. Frankl potencia, a través de la psicoterapia y logoterapia, construir sentido de vida para vivir a plenitud. Drewermann resalta en Jesús sus contactos tiernos y auténticos con la gente, Frankl exige al terapeuta, válido para todo agente de salud, una personalidad saludable psico-física-espiritual que potencie la salud en las personas que se acercan y que él asume como sus pacientes. Todo lo anterior lo hizo Jesús, y por eso, Drewermann lo resaltó como "sanador" y "terapeuta". Y por último, para Frankl la espiritualidad que es nota esencial de lo humano culmina, dentro de este espacio y tiempo, en su expresión máxima que es Dios; por su parte Drewermann afirma que en las palabras y acciones de Jesús, Dios se complace totalmente, o también, Dios reina liberando y curando al hombre de sus opresiones.
Una segunda conclusión que se desprende es que en el trabajo pastoral, la tarea de atender a las necesidades anímicas y de vacío interior, podrá ser cumplida con las herramientas que ofrece la psicología profunda, la psicoterapia y la logoterapia, de no ser así, no se podrá entender a Jesús, quien a través de su palabra, sanó en el pasado y sigue sanando y salvando al hombre de hoy, atormentado de miedos y neurosis [205], que alienan al ser humano.
Volviendo al relato de Mc 5, 1-20, Drewermann sostiene que el endemoniado de Gerasa por el proceso terapéutico que llevó Jesús con él, “pasó de una no-vida (verse como un ser destruido, en permanente angustia y con su morada en las tumbas) a una vida restaurada”, y termina haciendo la única profesión de fe válida en el evangelio de Marcos: "Dios está cercano y presente en el hombre de Nazaret de una manera sensible, y el lenguaje de su bondad es más fuerte que el grito de las voces, del llamado de los 'demonios' en los sepulcros sobre la otra orilla del lago" [206] (NT).
Para Drewermann lo que más interesa es la descripción psíquica con cada uno de los detalles que Marcos resalta en el estado mental del hombre endemoniado, y con ello resalta que son las ambigüedades [207] en el mundo interior de este hombre, las que provocan la resistencia ante Jesús.
Afirma este autor que todo lector familiarizado con el Nuevo Testamento esperaría que en cuanto este hombre endemoniado vio de lejos a Jesús y se arrojó a sus pies le pidiera con insistencia ser curado de la maldición de su enfermedad, pero sucede un hecho del que no se habla en ninguna otra parte de la Biblia: "Que alguno caiga de rodillas delante de Jesús y le suplique no ayudarlo y dejarlo literalmente por amor de Dios, en paz" [208].
La apreciación anterior es típica de un tratamiento en psicoterapia de una persona que sufre y necesita ayuda, pero se ha habituado tanto a sus esquemas de sufrimiento que ve como amenaza el encuentro con el terapeuta, esto es lo que le pasa al hombre de las tumbas cuando tiene al frente a Jesús, en él tiene la oportunidad de ser curado, pero a la vez en su interior siente el miedo de una posible liberación [209].
Jesús plantea al endemoniado una pregunta clave que apunta al centro de la angustia, esto es: “¿cómo te llamas?”, “¿cuál es tu nombre?” Anota Drewermann que Jesús, en un primer momento, se equivocó al darle al endemoniado una orden: "sal, espíritu inmundo, de este hombre" [210] (Mc 5, 8), pues, según el teólogo de Paderborn, en esto Jesús intentó seguir el mecanismo en que los hombres querían someter al endemoniado, es decir, a través de la violencia aunque sin lograrlo, luego, el mismo Jesús corrigió el camino y formuló la única pregunta capaz de curar de verdad, la que indaga por la identidad.
Ante la pregunta de Jesús, el endemoniado intenta articular una respuesta pero no tiene un "yo" desde el que pueda hablar, entonces, responde: "Somos Legión" (Mc 5, 9), es como si dijera "que su personalidad está dividida en multiplicidad de tropas de ocupación" [211], las cuales marchan y pisan con pesadas botas el terreno psíquico de este endemoniado, o quizás, en el lugar del "yo" hablasen muchos personajes interiorizados por efecto de la angustia (padre, madre, hermano, profesor, párroco, generadores, desde la primera infancia, de coerción y miedos).
Cuando Jesús interroga al endemoniado por su nombre parece preguntarle, en el orden existencial, por lo que le pasa en su mundo interior facilitándole verbalizar toda la laceración de su alma; ahora le permite desfogar toda la violencia que ha interiorizado, a través de los cerdos, los cuales hacen las veces (simbolizan) de válvula de escape, para que este hombre quede restaurado: "sentado, vestido y mentalmente sano" [212].
El endemoniado de las tumbas de Gerasa, gracias al proceso terapéutico que llevó Jesús, alcanzó la curación de su angustia y de sus miedos, logró hacer consciente los conflictos interiores para desfogarlos simbólicamente hacia el exterior, por eso, quien estaba hasta entonces endemoniado, ahora es persona entre personas, un resucitado de los sepulcros.
Por último, Drewermann que ha hecho énfasis en la psicología profunda para explicar el proceso curativo del endemoniado de Gerasa, resalta como único el dato de que Jesús se niegue a la petición de seguirle; sin embargo, le ordena volver a los suyos, como si le quisiera decir: "Tu vida futura tiene delante un peligro y una posibilidad. El peligro consiste en que faltándote una morada, se repite en ti el instinto de libertad y te alejes una vez más de ti mismo. Pero también tienes la posibilidad de comenzar a vivir con las personas y reconocerlas como gente de casa, y esta oportunidad la debes disfrutar" [213].En palabras de Frankl diría, la tarea de asumir la vida como la mejor de las oportunidades, ante la cual, eres libre para decidir y superar las situaciones internas o externas que oprimen, y parafraseando las expresiones que trae Frankl del Dr. Tristan Bernard a su esposa al salir del campo de concentración, Jesús le habría insinuado al ex-endemoniado:
"Hasta ahora has vivido del terror, a partir de este momento vivirás de la esperanza" [214].
3.3. ¿Sigue siendo el milagro un medio válido para predicar a Jesús hoy?
Un elemento cultural y común del siglo en que vivió Jesús es la recurrencia al milagro como un medio para solucionar problemas con la ayuda de mecanismos religiosos. Como se planteó en la primera parte de esta investigación, Jesús apareció y vivió en una cultura con manifestaciones taumatúrgicas de matiz helenístico y romano, ambiente propio de los dioses salutíferos: Asclepio, Esculapio, Isis y Serapis, cuya acción era invocada a favor de las gentes sencillas. A tales divinidades acudían muchas personas con la esperanza de ser curadas, máxime cuando eran descartadas por los conocimientos médicos de la época. Jesús, inmerso en este ambiente cultural, se movió durante su ministerio público de manera preferencial entre personas sencillas, socialmente pobres, con las que compartió su vida y les dirigió su palabra.
Teniendo en cuenta lo anterior, los evangelistas relataron los "dichos y hechos" (hechos, gestos y palabras expresadas con vigor, viveza y movimiento de vitalidad) de Jesús sin olvidar este ambiente cultural que le rodeó, y del que ellos como "autores inspirados" [215] también bebieron. Por lo tanto, las acciones curativas y liberadoras no fueron ajenas a Jesús y así los relatos de milagro se construyeron como medio de predicación entre los cristianos y los que se iban sumando a la comunidad creyente.
El concepto de cultura, según el Diccionario Esencial de la Lengua Española, hace referencia a los modos y costumbres con las que se expresa la vida tradicional en una época o grupo social [216]. Considerando tal apreciación es necesario correlacionar las variables tipificadas en la época de antes y durante el siglo I d.C, según el estudio de Richard Horsley en 1995 y las investigaciones realizadas por los estudiosos Carlos Arboleda Mora en el año 2007 y Luis Manuel Romero Sánchez en el año 2009. Ponderando [217] las variables y decantando el interés bíblico, catequético y teológico de los relatos de milagro en los evangelios, se puede hallar respuesta a la pregunta de si tiene validez hoy, seguir predicando a Jesús por medio de los milagros.
Según Horsley, en sus estudios de antropología y sociología cultural, el 90% de la población de Galilea era de clase baja, conformada por pescadores, pequeños agricultores, mendigos, jornaleros y esclavos, todos con rasgos típicos de analfabetismo. Además, sometidos por una política fiscal de los herodianos que les obligaba a vender su pequeña parcela de tierra para saldar las deudas, que les reducía en algunas oportunidades, a la esclavitud [218]. Del trabajo de estos pobladores se mantenía el templo, los sacerdotes, los herodianos, el tributo a Roma, y por último, a sus propias familias. Con los registros históricos reseñados se evidencia la asociación de factores, tales como: pobreza, masas populares, falta de educación e insatisfacción de vida.
Los investigadores, Arboleda Mora en el área metropolitana de Medellín y América Latina, y Sánchez Romero en el campo europeo, caracterizan la población de estudio ubicándola en un contexto de la periferia, marginado y con relaciones subordinadas a sistemas económicos opresivos. Correlacionando y ponderando las variables de antes y las de ahora se perciben constantes de pobreza, marginación, densidad demográfica, marcando para hoy los rasgos del psiquismo débil y manipulable, gracias a los aportes de la psicología del siglo XX.
Los evangelios en los relatos de milagro evidencian, entonces, un marco psicosocial con la intencionalidad de predicar a la persona de Jesús. Tal predicación podría caer en caricaturizaciones nefastas para la fe si tuviera como soporte un psiquismo frágil y manipulable, como lo hacen saber los estudios recientes de Arboleda Mora y Sánchez Romero. La omisión de tal advertencia, expone la predicación de Jesús a simples fenómenos mediáticos de los milagros, desvinculados todos ellos, de la intención teológica de los evangelistas.
La investigación de Meier recopilada en su obra "El judío marginal", y de la cual se ha sustraído la clasificación que presenta de los milagros, permite aseverar, según su interés histórico, que Jesús realizó liberaciones y curaciones las cuales fueron reelaboradas por los evangelistas, cada uno marcando una ruta teológica y catequética para predicar a Jesús, resaltando que sus acciones, las que en última instancia realizó, son "signos basiléicos", es decir, signos o señales para afirmar que el Reino está ya en acción [219].Por lo tanto, se debe considerar el vínculo entre el "Reino de Dios" y la predicación de Jesús, lo que obliga un acercamiento prudente a los milagros, pues solamente fueron medios aprendidos desde la cultura taumatúrgica greco-romano en la que vivió Jesús y fueron relatados en los Evangelios. Cualquier protagonismo que se le diera a las acciones milagrosas y de liberación rompiendo con la intención de la "basileia", núcleo central e impulsor de la predicación de Jesús [220], se convierte en un error pastoral en la Iglesia que trae consecuencias para la difusión de una fe infantil de aquellas personas psíquicamente frágiles y manipulables.
Pagola considera a Jesús de Nazaret como un "carismático"; Drewermann por su parte ve al Nazareno como el hombre en quien Dios se complació totalmente, pues, sus palabras y acciones sólo dejaron ver la obra salvífica del Padre en bien de quienes se dejaban seducir por el Profeta de Galilea. Por su parte, Gnilka concibe al mismo Jesús como el eje de la conversión o del regreso para la "basileia". Desde este punto de vista es importante considerar que Jesús mismo como "autobasileia", muestra la acción del Padre [221], sin ningún protagonismo para él.
Gnilka resalta en Jesús una fe singular que le llevó a estar abierto con disponibilidad total hacia Dios, lo que le permite que el mismo Dios actúe a través de él y era precisamente esto lo que percibían las gentes sencillas, de clase baja, pero también otros como Nicodemo, fariseo de clase alta que gustaba de escuchar sus palabras, todos ellos podían ver en el Maestro esta realidad [222]. Para muchas personas Jesús es el maestro que con su palabra, acciones y testimonio de vida encantaba y seducía para el Reino de Dios. Sin ninguna discriminación de personas, la "basileia" acontece como oferta de salvación en la medida que, el mismo Jesús, actúa como misericordioso y comunica esperanza a los desesperados, acoge a los pecadores [223] y a los olvidados, sana movido por la compasión [224] y libera de los demonios con la fuerza de su palabra [225].
Con las características de Jesús, reseñadas en los párrafos anteriores y su cercanía a las personas, es importante anotar, según Pagola, que Jesús "nunca pensó en los 'milagros' como una fórmula mágica para suprimir el sufrimiento en el mundo [...]" [226] lo cual es reforzado por Gnilka cuando afirma que éstos están ordenados hacia la palabra, pues, "tan solo en la predicación de Jesús pueden entenderse esos milagros en la forma debida" [227]. Sin embargo, los autores mencionados, y otros como Drewermann, señalan que en Jesús aconteció el Reino de Dios como una fuerza salvadora que potencia la vida, y esto fue percibido por quienes se dejaron cautivar por su palabra, sus acciones y el testimonio de su propia vida. Jesús nunca pretendió retener las personas para él, más bien, las condujo hacia Dios.
Todo lo referido a Jesús de Nazaret en este trabajo de investigación desde el dato de los evangelios y el dato teológico, según los autores tratados, marca una distancia del concepto de "aretalogía", definido por el Diccionario Esencial de la Lengua Española como "narración de los hechos prodigiosos de un dios o de un héroe" sin embargo, este género literario, utilizado frecuentemente en la creencia helenística para relatar grandes hechos de la deidad y divinizar personajes considerados como héroes del pueblo, y así, tributarles cultos está surgiendo en nuestra época debido a las manifestaciones mediáticas de los milagros con las consecuencias desafortunadas para la fe, la cual está llamada a expresarse tan singularmente como la del mismo Jesús.
La antropóloga Pollak Eltz advirtió el surgimiento en América Latina de movimientos carismáticos que movilizan conductas emocionales produciendo efectos de orden taumatúrgicos. Estos movimientos se han proliferado en varios países, y de manera significativa en Brasil y Colombia, entre confesiones de fe católica y protestante. Tales fenómenos han provocado el surgimiento de "nuevas aretalogías", atribuyéndoles a algunos personajes con liderazgo carismático poderes taumatúrgicos en el orden de liberaciones y sanaciones, haciendo un relato de los mismos para que crezca la popularidad de estos personajes. No se puede olvidar el hallazgo de Arboleda Mora y Romero Sánchez de que en los contextos de pobreza, marginación y niveles culturales incipientes, además del psiquismo frágil y manipulable, es el mejor escenario para que se potencie la popularidad de estos líderes carismáticos, a los que se les rinde el culto, no como lo hacían los griegos, pero sí a nivel de reconocimiento social y religioso.
Este fenómeno de las "nuevas aretalogías" merece, además de la revisión psicológica, también una crítica desde la teología bíblica. Desde la primera el DSM-IV-TR [228]en la clasificación de los trastornos de personalidad, tipifica el "histriónico de la personalidad" [229] definiendo como característica esencial la emotividad generalizada y excesiva y el comportamiento de búsqueda de atención, en comorbilidad con otros trastornos de los que se puede mencionar de manera significativa el "narcisista" que también busca afán de atención con el propósito de ser halagados por su "superioridad". Aaron Beck tipifica en el "histriónico de la personalidad" [230] las siguientes características: es encantador e impresionante, seductivo y receptivo a los admiradores, considera que la gente está para servirle o admirarle, nadie tiene derecho a negarle lo que merece, y puede guiarse por sus sentimientos, y entre sus estrategias principales está la teatralidad, el encanto y el llanto. Los rasgos señalados marcan una diferencia muy significativa entre el líder carismático de hoy con un psiquismo perturbado y Jesús de Nazaret que, según Gnilka, con su actividad de ayudar y sanar no pretendió ninguna excentricidad [231].
Desde el punto de vista de la teología bíblica también se hace necesaria una revisión crítica de las "nuevas aretalogias", pues, el mandato de Jesús para ayudar y sanar, imponer las manos, expulsar demonios y curar enfermedades y dolencias [232] sigue siendo válido y necesario hoy. Según Pagola, "'anunciar el reino' y 'curar enfermos' son dos tareas inseparables que confió Jesús a sus discípulos" [233], pero no se puede pasar por alto que esta tarea no está confiada a un apóstol [234] o discípulo en particular, sino que se la confía a todos y cuando los manda, no lo hace en singular sino en plural [235].Este dato es de suma importancia para afirmar que la tarea confiada es a la comunidad, y por lo tanto, se puede considerar como un error si se le interpreta en una clave diferente. Las "nuevas aretalogias" han permitido leer el Evangelio en clave sacerdotal o individualista, desconociendo que el mismo Evangelio está escrito en clave de la comunidad [236], por tanto la tarea de sanar y ayudar, crear vínculos de comunión y de cercanía y orar, no revisten a un personaje de poder, que como ya se analizó, potencia un psiquismo perturbado en un cuadro "histriónico de la personalidad", muy ajeno a lo considerado y mandado por Jesús.
Teniendo en cuenta lo inmediatamente anterior, y desde la óptica de Jesús, se permite intuir en él un psiquismo sano que le describe como "una persona afectuosa, que abrazaba a los niños, bailaba enlazando las manos con las de los otros, comía con amigos y extraños, tenía un profundo sentido de amistad… imagen (narrada) con toda nitidez en los evangelios canónicos y en los no canónicos" [237]. Por eso la personalidad de Jesús, que además acoge sin juzgamiento ni moralismos, es una presencia sanadora, y en su actuar y palabras acontece el reinado de Dios, el cual se extiende a través de la comunidad cristiana, quien tiene la tarea y el poder de seguir sanando toda clase de heridas y enfermedades.
Sin perder de vista la perícopa de Mc 5, 1-20, objeto de esta investigación, y leyéndola en clave de la comunidad, según el aporte de Gnilka y la réplica de Drewermann para el tema del "secreto mesiánico", se puede decir lo siguiente: El endemoniado de Gerasa ya sabe quién es Jesús, sin tener que esperar hasta el final del evangelio de Marcos, pues a él se ha acercado Jesús y le ha restaurado su vida, recuperándolo para la comunidad, potenciando en él la salud psíquica y restaurando su dignidad para Dios; por ello en palabras del mismo E. Drewermann, este hombre geraseno hace ante Jesús la única profesión de fe válida en el evangelio de Marcos. Esta propuesta liberadora y sanadora en todos los enfermos, endemoniados y pecadores que se acercan a él con confianza y abandono total en Dios, es la que el mismo Jesús le confía a la comunidad, para que siga aconteciendo la salvación como oferta y regalo. En este sentido, Jesús fue un curador singular [238], no confundible con ninguno de la época (ni con los líderes carismáticos de hoy descritos como enfermos psíquicos), y por lo tanto la comunidad también lo puede ser.
A manera de epilogo de este apartado, se considera que por las ambigüedades del fenómeno de los movimientos carismáticos en orden a lo taumatúrgico, y por las características psíquicas de quienes se apropian en clave personal del mandato de Jesús a la comunidad, además, del contexto sociológico en el que estos fenómenos se dan, es necesario predicar a Jesús desde las apreciaciones originales de los evangelistas, tales y como fueron: en Jesús actúa la duna,mij de Dios, o también -en el lenguaje teológico joánico-, Jesús realiza las obras de Dios (e;rgon), con lo cual, los milagros quedarán en un plano instrumental, pero no decisivo para la predicación, y con esto la fe de la comunidad será tan singular como la de Jesús, y no la de personas psíquicamente frágiles y manipulables.
4. Conclusiones
En la revisión bibliográfica del presente trabajo investigativo se puede constatar la abundante información acerca de divinidades taumatúrgicas con funciones salutíferas, antes y después del siglo I, en el que vivió y actúo Jesús de Nazaret. Tal aseveración permite resaltar la creencia difundida en la cultura greco-latina acerca de los milagros, la proliferación de los cultos a los dioses salutíferos, pero también, la decadencia de la época de oro de Atenas y por lo tanto, el de la ciencia y su tarea investigativa, la cual perdió su matiz crítico quedando abierto un espacio cada vez más grande a la superstición y a las técnicas mágicas. Jesús actuó en este ambiente socio-cultural y religioso, y los evangelistas también bebieron de él, constatación que permite anotar que el asunto de los milagros no se lo inventó Jesús ni tampoco los primeros cristianos que profesaron su fe en Él, más bien, fue un asunto adquirido desde la cultura foránea.
Unido a lo anterior, también se constata que la población demandante y beneficiaria de los milagros militó en la pobreza y la marginación social; tales personas, en muchos casos de la cultura griega como judía, buscaban ayuda después de ser desahuciados por la medicina tradicional. Hoy el fenómeno de los "milagros" vuelve a aparecer en la cultura latinoamericana con una lectura acrítica del mismo, y con alto riesgo de caricaturizar la fe, enredando la misma en episodios de posesiones y sanaciones, que bien pueden ser tratados desde la psicopatología clínica. Este camino necesita ser transitado, sino se quiere caer en expresiones religiosas infantiles y pre-científicas que para nada fortalecen el seguimiento y la adhesión de fe hacia Jesús de Nazaret y su propuesta del Reinado de Dios.
Los milagros, tal y como están reseñados en los textos bíblicos, tanto en el AT como en el NT, requieren como clave de lectura la ofrecida por cada evangelista, según la cual, en los sinópticos se habla de la duna,mij de Dios para instaurar la basilei,a, y en el Cuarto evangelio se enfatiza en shmei/on - e;rgon para ofrecer la vida plena de Dios, o la zwh,. Lo anterior, permite abordar el asunto de los milagros como un tema subordinado al núcleo de la predicación de Jesús, esto es, el Reinado de Dios, su convicción más profunda. Perder de vista esta clave de lectura, nos pone ante el surgimiento de nuevas aretalogías en las que se maximiza la propaganda a "sanadores" de enfermedades y "liberadores" de posesiones satánicas, los cuales requieren tanta atención psicopatológica como las personas que les buscan. En este punto tienen mucho que aportar los procesos psicológicos y clínicos que abordan los trastornos de personalidad. Este camino también necesita ser transitado por la ciencia en mención, la cual tendrá que multiplicar las investigaciones que demuestren el psiquismo frágil tanto en el que ostenta el poder de liberar y sanar, como en el psiquismo manipulable del que busca ser sanado.
El actuar de Jesús, sus palabras y gestos y toda su vitalidad tiene que ser mirado como el "verdadero y único milagro", Él es el Logos de Dios en medio de los hombres. Esta aseveración respalda su bajo protagonismo en las acciones que realiza, pues según los evangelistas, a través de ellas muestra el actuar de Dios a favor de las personas, a quienes asume como hijos (as). Particularmente, en Jesús se resalta una fe singular que apunta hacia la plena confianza en el Padre, la cual también se le exige a quien busca ser sanado, o mejor, salvado. Jesús muestra la gloria del Padre, más que su propia figura, una tentación no superada por muchos líderes carismáticos, interesados en mover síntomas emocionales en escenarios con aglomeración masiva de personas, quienes ven en el líder religioso al nuevo Qei/oj avnh,r, según los griegos. Esto último repercute, además de las ganancias económicas, también el reconocimiento social, muy ajeno a Jesús de Nazaret quien no buscó ni alimentó ninguna excentricidad en sus acciones. En cuanto al reconocimiento social y la excentricidad de muchos líderes carismáticos hay que darle la palabra a la psicopatología para que haga una lectura de la conducta de los personajes en mención, desde el trastorno histriónico de la personalidad en comorbilidad con los rasgos narcisistas.
La presentación que hacen los evangelistas de Jesús es Kerigmática, lo que no omite en los redactores de los Evangelios canónicos, una percepción psíquica del mismo Jesús, a quien constituyen como el verdadero protagonista de cada una de sus obras. El psiquismo de Jesús por lo que se induce de los evangelios en su conjunto, apunta a que era sano y saludable, de fino conocimiento del ser humano, con habilidades para ser cercano a todos los estratos sociales, edades y géneros, con manejo de la palabra a través de un lenguaje sencillo lleno de parábolas, y con capacidad para iniciar y sostener los diálogos, y por último, con un manejo diáfano de la autoridad expresada en la coherencia entre los hechos y la palabra, reconocida incluso por sus contradictores que tuvieron que apelar a la calumnia para llevarlo a la cruz.
El Jesús que se acaba de describir fue el que entró en contacto con el hombre geraseno que tenía un espíritu impuro, habitante de los sepulcros, y que por la descripción psíquica de Marcos, se puede tipificar como un "loco auto-agresivo". Este hombre en contacto con Jesús ha restaurado su vida, se ha recuperado para su familia y la comunidad, además, eleva su dignidad de hijo de Dios, que ha actuado con él misericordiosamente. La predicación de Jesús sigue siendo tarea de todo discípulo formado a la sombra de la cruz, y tendrá tanto éxito como su psiquismo sea saludable a la manera del de Jesús de Nazaret, el verdadero Maestro, quien con sus manos bendijo, y acogió, y con su palabra exhortó a la conversión a la basilei,a, seduciendo al amor y a la confianza en el Abbá.
El "endemoniado de Gerasa" tipifica al hombre disociado, excluido y marginado en todo contexto socio-cultural y religioso, pues este último contexto no le ofrece soluciones en situaciones límite, por el contrario le considera doblemente maldito: las leyes de la pureza le excluyen por ser impuro y habita en los sepulcros, escenario de la muerte. En los sistemas opresores, identificados en Mc 5, 1-20, y que se pueden percibir dentro de la sociedad actual (enferma por múltiples factores: psíquicos, sociales, culturales y religiosos), según estudios recientes, esto se convierte en escenario en el que se asocian: fuerzas demoniacas- relaciones subordinadas de opresión-conductas inadecuadas. Este campo queda abierto a la antropología cultural, la sociología y la psicología que con una lectura interdisciplinar del fenómeno de las "posesiones demoníacas" pueden ofrecer alternativas de inclusión y sanación para construir relaciones familiares y de grupo, acompañado de un psiquismo emocionalmente sano y sereno.
Jesús confió a sus discípulos la tarea de "curar enfermos" y "expulsar malos espíritus". Hoy sin temor a equívocos, se puede decir que quienes se acercan a los que militan en el discipulado de Jesús son demandantes de sentido de vida, agobiados por las neurosis y problemas existenciales, los cuales se mezclan con los vacios de fe. La predicación del Kerigma sigue siendo tarea prioritaria del discípulo de Jesús formado a la sombra de la cruz, pero a la par tendrá que propender por un psiquismo sano, al estilo de su Maestro, para que a través del método dialógico, como Jesús lo practicó con el "endemoniado de Gerasa", también pueda potenciar una personalidad sana en quien busca ayuda, agobiado por necesidades anímicas de cualquier índole, ya sea psíquica o de fe, o incluso de ambas a la vez.
Para cerrar estas conclusiones se considera necesario reconocer que a pesar de la escasez de trabajos con rigor científico para analizar los fenómenos de "sanación" y "liberación demoniaca" en Latinoamérica y, particularmente en Colombia, a pesar de ello, se está construyendo un discurso con una mirada crítica de los mismos fenómenos. Se espera que las ciencias humanas en conformidad con teólogos y catequistas, multipliquen las investigaciones y consoliden un discurso estructurado y fundamentado que contraste con los trabajos que se están publicando en los medios masivos de comunicación que hacen afirmaciones superficiales y ofrecen conclusiones ligeras.
Hoy la Iglesia, desde el Episcopado tiene que legislar sobre los fenómenos tratados en esta investigación, pero para ejecutar tal tarea tendrá que formar equipos interdisciplinares con teólogos, psicólogos, psiquiatras, educadores, entre otros, pues, así como Jesús envió a los discípulos a sanar y liberar, también hoy para caminar en el discipulado de Jesús se requiere el acompañamiento profesional que ayude a afrontar el fenómeno de "sanación" y "liberación demoníaca", pues, los exorcistas y sanadores trabajan con la conciencia de las personas que les demandan ayuda. Hoy más que nunca, el sacerdote, en la escuela del discipulado de Jesús, tendrá que aprender, además de su saber teológico y pastoral, algunas habilidades terapéuticas, que sin desplazar a los profesionales de la psicología, permitan propender la salud integral de las personas que buscan ser atendidas en sus vacíos existenciales o de fe, y que requieran ser escuchadas y acompañadas.
Al terminar este trabajo investigativo no se puede dejar de reconocer las limitaciones que le acompañan, pues, a partir del análisis de Mc 5, 1-20 en clave psicosocial se abrió la puerta para líneas pastorales que necesitan ser profundizadas y ampliadas, este trabajo sólo señaló el camino a recorrer. Además, si bien quedó claro que preferentemente la clase social en la que militó Jesús fueron las zonas periféricas, pobres y marginadas, las mismas características de la población demandante hoy de las sanaciones y liberaciones, la investigación no profundiza en el psiquismo individual de quien pide ser sanado y/o liberado, ni de quien se presenta como sanador y liberador. El análisis sociológico está respaldado por investigaciones previas, pero el análisis psíquico sólo quedó argumentado teóricamente, sin ningún inventario de investigaciones. La explicación de ello, es que en el medio circundante al Área Metropolitana no se registran investigaciones de caso clínico que aborden los trastornos de personalidad, los cuales serían pertinentes para correlacionar con el psiquismo de los que ostentan el poder exorcista y de quienes dicen ser sanados.
Se considera que las limitaciones enunciadas crean la necesidad de que otros investigadores apunten sus esfuerzos a superarlas, pues, el fenómeno de los milagros, y particularmente el de las "sanaciones" y "liberaciones satánicas", necesitan un pronunciamiento desde la comunidad científica, no sólo a nivel sociológico y antropológico, sino también teológico y psicológico.
John Freddy Tamayo Cruz, en repository.upb.edu.co/
Notas:
165 ESTÉVEZ LÓPEZ, Elisa. Estudio histórico crítico. En: AGUIRRE, Op. Cit., p. 71
166 Para Alberto Maggi, la Biblia hebrea tiene escasas y breves referencias a los personajes del mundo mitológico (en Za 3, 1 Satán no hace referencia al nombre propio de un ser sino a la función acusadora de fiscal), sin embargo, en los últimos siglos antes de Cristo, tuvo lugar un gran cambio cultural bajo la influencia de la cultura babilónica, la cual, influyó en el judaísmo, la época en la que vivió Jesús, haciendo que la demonología tuviera un florecimiento exuberante en Palestina. (MAGGI, Alberto. Jesús y Beelcebú. Bilbao: Desclée de Brouwer, 2000. p. 73). Todo lo que tenía causas inexplicables para la cultura de la época y era desconocido por el hombre, se atribuía a la acción de los demonios, considerados responsables de todos los comportamientos extraños del individuo. Lo anterior, obliga a asumir a Satanás como la manifestación de un siquismo desordenado con expresiones somáticas, dado el valor altamente simbólico que tienen los textos en los que se registra a Satanás y/o demonios en la obra de Marcos [cinco veces menciona a Satanás (Mc 1,13; Mc 3,23.26; Mc 4,15; Mc 8,33) y 11 veces a los demonios (Mc 1, 3 4.39; Mc 3, 15.22; Mc 6, 13; Mc 7, 26.29.30; Mc 9, 38 [Mc 16, 9.17]). No obstante, algunas corrientes de interpretación cristiana, hicieron de la figura Satanás, a través de una lectura de la apocalíptica y, por el influjo de la demonología judía, otra divinidad, personificada como el dios del mal.
167 Las perspectivas sociológica y psicológica, como las denomina y valora el Magisterio de la Iglesia, serán un aporte significativo para el desarrollo de esta investigación, la cual, teniendo como base el estudio exegético de Mc 5, 1-20, se propone a releer la misma perícopa en clave psicosocial; en tal propósito, Juan Mateos considera al endemoniado de Gerasa como un marginado o excluído y E. Drewermann se refiere a él con las siguientes palabras: “Quien ha visitado el infierno ha regresado a la vida con la cercanía de Jesús" (DREWERMANN, Eugen. Il Vangelo di Marco. Imagine di redenzione. Brescia: Queriniana, 1995. p. 153: “L`indemoniato di Gerasa, che già sulla terra aveva vissuto all´inferno e che era tornato alla vita nella vicinanza di Gesú”)
168 El método histórico crítico busca lo realmente histórico en los textos, aclarando el género literario que subyace en el mismo y las influencias de la época que lo marcan, en palabras de Drewermann, aunque todo esto es valioso en el orden de volver a las fuentes e interpretar el texto acorde al tiempo de su composición, él objeta que el método "con su crítica no haya sido capaz al mismo tiempo de penetrar los textos, entenderlos y darnos el sentido"(DREWERMANN, Eugen. La palabra de salvación y sanación. La fuerza liberadora de la fe. Barcelona: Herder, 1996. p. 182), respondiendo hacia la superación de la angustia y los miedos, detonantes del sufrimiento humano en nuestra época.
169 El trastorno de identidad disociativa está clasificado por el DSM-IV-TR entre los trastornos disociativos, y para la lectura en clave sicosocial del "endemoniado de gerasa" aplica las manifestaciones patológicas que se describen como espíritus o entidades externas que han invadido sus cuerpos para dominarlos. Tal sintomatología clínica afectan significativamente el desempeño global, social, laboral u otras áreas importantes de la actividad del individuo (DSM-IV-TR. Manual Diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Barcelona: Masson, S.A., 2002, p. 872-875).
170 Anota L. Manuel Romero que Marcos sin explicitar el término evxousi,a en el relato del endemoniado de Gerasa, pone de manifiesto la autoridad de Jesús a través de este exorcismo, que el mismo evangelista corrobora con otras tres narraciones de exorcismo, varios sumarios y controversias que resaltan la importancia de la autoridad para superar y eliminar el mal de raíz (ROMERO, Op. Cit., p. 188)
171 Albert Nolan ubica a Jesús en la clase media de Palestina y dice que de manera sorprendente Jesús optó voluntariamente por hacerse marginado, caminando con la abrumadora mayoría de palestinos, los cuales, para los sistemas opresores no contaban para nada y que los evangelios describen como: los pobres, los ciegos, los lisiados, los cojos, los leprosos, los hambrientos, los miserables (los que lloran), los pecadores, las prostitutas, los recaudadores de impuestos, los endemoniados (los poseídos por espíritus impuros), los perseguidos, los pisoteados, los presos, todos los que trabajan y se sienten agobiados, la plebe que no sabe nada de la ley, las multitudes, los pequeños, los ínfimos, los niños… las ovejas perdidas de la casa de Israel (NOLAN, Albert. Jesús antes del cristianismo ¿Quién es este hombre? Quito: "Tierra Nueva", 4a edición, 2000. p. 31-39)
172 PAGOLA, Op. Cit., p. 166
173 La revuelta judía sentida en la región de los gerasenos, las matanzas de Cesarea, la destrucción de aldeas de Gerasa y ciudades vecinas (C. H. KRAELING, ed., Gerasa, 41; E. SCHÛRER, Historia del pueblo judío en tiempos de Jesús, II, 206-214; R. RIESNER, "Decapoli", 402-403. En: ROMERO, Op. Cit., p. 248)
174 J. Mateos, en sus notas filológicas del texto 5, 1-20, traduce "domeñar" como vencer a un enemigo o domar a un animal. Se presume que todos los que entraron en contacto con el poseido, antes de Jesús, pudieron haberlo tratado como un enemigo, un animal salvaje, al que sólo le habrían ofrecido “grillos y cadenas”, a las que el mismo poseido con su fuerza brutal, habría roto inútilmente (MATEOS Y CAMACHO, Op. Cit., p. 430. 435)
175 G. THEISSEN, The miracle Stories of the Early Christian Tradition. En: ROMERO, Op. Cit., p. 251-252
176 J. Redermakers: "Este término evoca la guerra, la presencia del ocupante, la alienación que constituía para el hebreo la dominación romana, personificada en aquellos 'puercos' legionarios"; R. Fabris: "Frente al espíritu que se declara 'Legión', esto es, fuerza organizada de destrucción, contrasta la fuerza de simple palabra de Jesús"; G. Nolli: "Ocultándose bajo el apelativo 'Legión', el demonio se hace la ilusión de escaparse de Jesús y de poderle resistir"; P. Lamarche: "El nombre 'Legión' probablemente designa la fuerza de división y de disgregación que opera en el endemoniado, pero, sobre todo, revela que la identidad demoníaca aquí presente constituye una formidable potencia organizada" (PRONZATO, Alessandro. Nunca hemos visto cosa semejante. Salamanca: Sígueme, 2002. p. 142)
177 Ibid., p.136-137
178 LAU, M. Die Legio X Fretensis und der Besessene von Gerasa. Anmerkungen zur Zahlenangabe "ungefähr Zweitausend" (Mk 5,13) En: Bíblica 88 (2007), p. 351-264. Citado por ROMERO SÁNCHEZ, Op. Cit., p. 245
179 BERNABÉ UBIETA, Carmen, La curación del endemoniado de Gerasa desde la antropología cultural. En: AGUIRRE, Op. Cit., p. 101
180 ARBOLEDA MORA, Carlos, MUÑIZ GIL, Oscar y SOTO POSADA, Gonzalo. El ocaso del diablo. Medellín: Universidad Pontificia Bolivariana, 2007. págs. 115 págs.
181 Beck y Freeman conceptualizan la cognición global del histríónico como difuso, vago y emocionalmente impresionista, configurando el "sentido de sí mismo" a partir de pensamientos disfuncionales, tales como, "soy inadecuado y para sobrevivir tengo que apoyarme en otros" (BECK, Aaron T. y FREEMAN, Arthur y otros. Terapia cognitiva de los trastornos de personalidad. Barcelona: Paidós, 1995, p. 300-333), tal configuración es lo que se puede llamar siquismo frágil, identificado de manera significativa en personas que afirman estar "poseidas". Esta también se corrobora en la investigación de Bogaert realizada en la República Dominicana ("Psicoanálisis de la mujer y ritos de posesión") que analiza el caso clínico de posesión de "María" (mujer de 32 años, casada y con 5 hijos) para identificar en ella: un conflicto de identidad, cuestionamiento radical de su personalidad y búsqueda de reconocimiento y amor (BOGAERT, Huberto. Psicoanálisis de la mujer y ritos de posesión. En: Interamerican Journal of Psychology. Austin, vol 34, no. 001, (2000); p. 47-60). Lo expresado por este investigador desde el análisis sicoanalítico es lo que Beck y Freeman llaman "concepto de identidad" o "sentido de si mismo", desde la teoría cognitiva.
182 DAVIES, S.L. Jesus the Healer, p. 39; HELL, B. Possesion et Chamanisme, p. 98. En: ROMERO, Op. Cit., p. 271
183 Los trastornos disociativos consisten en una alteración de las funciones integradoras de la conciencia, la identidad, la memoria y la percepción del entorno. Esta alteración puede ser repentina o gradual, transitoria o crónica (DSM-IV-TR., Op. Cit., p. 581)
184 Definido en el DSM-IV-TR como un estado alterado de conciencia, con una característica disociativa no específica, sin lesión física alguna, sin cumplir con los criterios para el diagnóstico de un trastorno disociativo específico, y además, su sintomatología puede asociarse al trastorno de somatización con reacciones conversivas (Ibid., p. 872-875).
185 Ibid., p. 1018-1019.
186 ARBOLEDA, Op. Cit.
187 NATIONAL GEOGRAPHIC INTERNATIONAL. Tabú Latinoamérica: Sanaciones alternativas. [Documental] Brasil. <Disponible en: http://www.natgeo.tv/especiales/taboo/tabu-latinoamerica-sanaciones-alternativas.asp> [consulta: 25 oct. 2010]
188 CARACOL TELEVISIÓN COLOMBIA. El cura sanador. [Crónica] Colombia. <Disponible en: http://www.caracoltv.com/producciones/informativos/septimodia/video-194696-el-cura-sanador> [consulta: 24 de oct. 2010]
189 En esta línea se pronuncia fundamentalmente PRONZATO (Op. Cit., p.141) no obstante, se considera importante un alejamiento de esta posición ya que Marcos se apoya en la estructura síquica de Jesús y sus destinatarios. Así como la pobreza, también el siquismo, no es un dato teológico sino sociológico y en virtud de su importancia se torna teológico.
190 La perspectiva pragmática va más allá del método histórico crítico, sin omitirlo, e intenta unir el pasado del texto y el presente del lector, ofreciéndole a éste una especial sensibilidad que le ayude a considerar el texto desde otro punto de vista (social, psicológico, etc.), para que abriendo caminos pastorales el texto (Mc 5, 1-20, del siglo I), siga siendo evangelio (buena noticia) hoy. Se puede profundizar en el método pragmalingüística en las siguientes obras: MORA PAZ, C., GRILLI, M. Y DILLMANN, R. Lectura pragmalingüística de la Biblia. Teoría y aplicación. Estella: Verbo Divino, 1999, p. 7-74 y EGGER, Wilhelm. Lecturas del Nuevo Testamento. Metodología lingüística histórico-crítica. Estella: Verbo Divino, 1990. p. 283
191 La importancia de Mc 5, 15 está marcada por las siguientes razones: 1) Este es un verso diferenciador que marca una discontinuidad con respecto a los otros dos sinópticos, lo cual hace presumir su importancia. 2) En las sociedades primitivas el vestido, el estar sentado con, hacen referencia a la dignidad de una persona. 3) Mateo y Lucas tienen estos mismos elementos en otros párrafos, basta señalar a Lc 15, 22: "Enseguida, traed el mejor vestido y ponédselo"; Mt 22, 12: "Le dijo: Amigo, ¿cómo has entrado sin traje apropiado?
192 MATEOS Y CAMACHO, Op. Cit., p. 445
193 Por ser Legión "muchos demonios", R. Pesch aborda a este hombre como "un máximo de concentración diabólica" (R. Pesch, II Vangelo di Marco, I, 453. En: ROMERO, Op. Cit., p. 112)
194 Romero Sánchez asume los vv. 3-5 como unidad de sentido en la que se describe al endemoniado con un predominio de la acción y un derroche incontrolable de la violencia, además, con V. Taylor afirma que estos versículos son peculiares de Marcos ya que a diferencia de Mateo y Lucas, es el evangelista que más detalles ofrece de la situación del endemoniado, que poseído por un espíritu impuro, ninguno de los gerasenos podía dominarlo (ROMERO, Op. Cit., p.106-109)
195 El grito a voz en cuello (v. 7) con el que el hombre poseído desafía a Jesús, es el mismo que pronunciaba en los sepulcros y en los montes, destrozándose con piedras (v. 5), y que se dirige hacia o contra Jesús. "Este modo de expresarse es habitual en los casos de posesiones diabólicas" (R. Pesch, "The Markan Version of the Healing of the Gerasene Demoniac", p. 357. En: ROMERO, Op. Cit., p.116)
196 Es un término médico acuñado por A. R. Fenstein en 1970 y que significa fundamentalmente dos cosas: La presencia de uno o más trastornos además del trastorno primario y el efecto de estos trastornos adicionales.
197 DREWERMANN, La palabra de salvación y sanación. La fuerza liberadora de la fe, Op. Cit., p. 103
198 DREWERMANN, Eugen. Psicologia del profondo e esegesi II. Brescia: Queriniana, II, 1996, p. 207-240.
199 Aplicado a la "Historia del endemoniado de las tumbas de Gerasa" se centra en las preguntas por el mundo interior de quien Marcos ha hecho una descripción psíquica lamentable, tales preguntas son: ¿qué siente la persona de la que se habla?, ¿cómo se ve a sí mismo?, ¿por qué habla así? ¿qué ocurre dentro de ella? Estas preguntas de orden y prioridad existencial hace que la historia del personaje bíblico se convierta en la historia del lector (DREWERMANN, La palabra de salvación y sanación. La fuerza liberadora de la fe, Op, . Cit., p. 185)
200 Para mayor comprensión del pensamiento Frankliano se considera necesario definir los términos a continuación: en la visión antropológica de Víctor Frankl la Dimensión Espiritual es lo específicamente humano que se inicia en minúscula y que está llamado a terminar en mayúscula, esto es, a conquistar el sentido, pues, para Frankl la vida bajo cualquier circunstancia tiene sentido y la misión de la persona es descubrirlo. El Sentido de Vida se define como algo muy concreto hacia lo cual cada persona está llamada ya que la vida de cada persona está integrada por una serie de situaciones, cada una de las cuales encierra un significado. En la búsqueda permanente del sentido de vida, el hombre expresa la Voluntad de Sentido como un rasgo particularmente humano, la habilidad de percibir o encontrar sentido no sólo en lo que el hombre es sino también en lo que puede hacer y debe llegar a ser, esto es, realizarse como hombre y vivir a plenitud. Lo inmediatamente anterior solo es posible porque el ser humano es libre para consumar- realizar su sentido de vida (Libertad de Voluntad), el hombre es naturalmente libre para no dejarse determinar por ningún factor biológico, síquico y social. Cuando el hombre falla en el proceso de maduración impulsado por la presencia del sentido de vida, la fuerza de la voluntad de sentido y las posibilidades que le plantea la libertad de voluntad, entonces, genera una Neurosis Noógena que tiene una etiología espiritual en la que el hombre ve reducida seriamente su capacidad de autotrascendencia y de mirar más allá de sí mismo, lo cual, lo encierra en una nefasta intrascendencia y sólo ve sus ser como incapaz de satisfacer la voluntad de sentido (RESTREPO TORO, Ancizar. Víctor Emil Frankl y la teoría logoterapéutica. Reencuentro con la humanidad del Hombre. Medellín: Fundación Hogares Claret, 2009. p. 93-114 y 143-146)
201 Victor Frankl a la pérdida del S.V. (esta estructura psico-física) la denomina “neurosis noógena“ (psiconeurósis), la cual será intervenida desde la logoterapia, como terapia específica para esta pseudoneurosis (psicoterapia y que tendrá su complemento en la logoterapia para hacer énfasis en la dimensión, interdependiente de las anteriores), y así construir el sentido de vida. Por su parte, Drewermann sólo habla de neurosis, origen de la angustia y los miedos.
202 En palabras de Benedicto XVI las personas para quienes se abre el cielo son las que se han dejado impregnar completamente de Dios, están totalmente abiertas al prójimo y cuya comunión con Dios orienta ya desde ahora todo su ser, culminando en su caminar hacia Dios lo que ya son (Spe salvi No 45). Para Drewermann es la confianza en Dios con una liberación total de los miedos.
203 DREWERMANN, La palabra de salvación y sanación. La fuerza liberadora de la fe, Op. Cit., p. 105-106
204 FRANKL, Viktor E. Psicoterapia y humanismo. ¿Tiene un sentido la vida? México: Fondo de Cultura Económica, 1982. p. 35 EN: RESTREPO, Op. Cit. p. 108
205 Eugen Drewermann describe las enfermedades en términos de la medicina y el psicoanálisis, y entonces, llama neurosis y miedos a lo que los evangelistas relatan como posesiones y malos espíritus. En el pensamiento del autor estas personas están perturbadas psíquicamente, por lo que su descripción psíquica será lo que realmente interesa en los relatos en las que se presenta el sufrimiento humano (DREWERMANN, Eugen.La palabra de salvación y sanación. La fuerza liberadora de la fe. Op, . Cit., p. 105)
206 DREWERMANN, Eugen. Il Vangelo di Marco. Imagine di redenzione, Op. Cit., p. 153- 154: "Questo indemoniato di Gerasa fa su Gesù L'unica professione di fede valida nel vangelo di Marco: Dio è vicino e presente nell'uomo di Nazaret in modo sensibile, e il linguaggio della sua bontà è più forte del grido delle voci, del richiamo dei 'demoni' nei sepolcri sull'altra riva del lago".
207 Eterno círculo vicioso de egocentrismo y de odio por sí mismo, de angustia y soledad, de lucha y de sentido de inutilidad (Ibid., p. 150: "un eterno circolo vizioso di egocentrismo e di odio per se stessi, di angoscia e di solitudine, di lotta e di senso di inutilità")
208 DREWERMANN, Psicologia del profondo e esegesi II, Op. Cit., p. 219: "che qualcuno cada in ginocchio davanti a Gesù e lo supplichi di non aiutarlo e di lasciarlo, letteralmente per amor di Dio, in pace".
209 Desde la psicología profunda de E. Drewermann y la propuesta de V. Frankl se diría que en este hombre se activan los mecanismos de defensa, los cuales son de índole inconsciente.
210 Ibid., p: 224-225: "Le grida di dolore dell'indemoniato raggiungono l'osservatore esterno prima delle parole di Gesù, che comandano allo 'spirito immondo' di 'uscire da quest'uomo'" (Mc 5, 8)
211 Ibid., p. 228: "Che la sua personalità è scissa in una molteplicità di 'truppe di occupazione'".
212 DREWERMANN, Il Vangelo di Marco. Imagine di redenzione, Op. Cit., p.148-149: "Giunti che furono da Gesù, videro l'indemoniato seduto, vestito e sano di mente, lui che era stato posseduto dalla Legione, ed ebbero paura" (Mc 5, 15)
213 Ibid., p. 153: “La tua vita futura ha di fronte un pericolo ed una chance. Il pericolo consiste nel fatto che, mancandoti una dimora, si ridesti in te quel tuo istinto di liberà e tu ti allontani un'altra volta de te stesso. Ma c'è anche la possibilità che tu cominci a vivere con le persone e a riconoscerle come gente di casa. E questa opportunità tu devi sfruttarla!”
214 FABRY, Joseph, La búsqueda de significado. México: Fondo de Cultura Económica, 4a reimpresión, 1992. p. 77. EN: RESTREPO, Op. Cit., p.103
215 Dei Verbum No 11: [...] En la composición de los libros sagrados, Dios se valió de hombres elegidos, que usaban de todas sus facultades y talentos; de este modo, obrando Dios en ellos y por ellos, como verdaderos autores, pusieron por escrito todo y solo lo que Dios quería [...] (VATICANO II. Documentos. Conferencia episcopal española. Madrid: BAC, 1993)
216 REAL ACADEMIA ESPAÑOLA.Diccionario esencial de la lengua española.Madrid: Espasa Calpe, 2006, p. 448
217 El Diccionario esencial de la lengua española define la palabra ponderación como "peso y cuidado con lo que se dice" (Ibid., p. 1176)
218 STEGEMANN, Ekkehard W. y STEGEMANN, Wolfgang. Historia social del cristianismo primitivo. Los inicios en el judaísmo y las comunidades cristianas en el mundo mediterráneo. Estella: Verbo Divino, 2001. p. 75
219 SANCHEZ MIELGO, Gerardo. Evangelios sinópticos. Planteamientos críticos. Mensaje central. Bogotá: USTA, 1990, p. 49.
220 Ibid., p. 47
221 Jn 4, 34; Jn 5, 36; Jn 9, 4; Jn 10, 25; Jn 17, 4
222 Jn 3, 1-21
223 Lc 7, 36-50; Lc 15, 1-32; Lc 19, 1-10
225 Mc 1, 25; Mc 5, 8; Mc 9, 25
226 PAGOLA, Op. Cit., p. 101
227 GNILKA, Op. Cit., p. 168
228 MANUAL DIAGNÓSTICO Y ESTADÍSTICO DE LOS TRASTORNOS MENTALES, de la American Psychiatric Association.
229 DSM-IV-TR, Op. Cit., p. 795-799
230 BECK y FREEMAN, Op. Cit., p. 300-333
231 Lo que caracterizó los exorcismos de Jesús, en el parecer de Juan Chapa y de Joaquim Gnilka, es la finalidad con la que los realizó: "Jesús no obra exorcismos como una autoexaltación. Él hace presente el Reino de Dios. Y la venida del Reino de Dios es la derrota del reino de Satanás" (CHAPA, Juan. Exorcistas y exorcismos en tiempos de Jesús.En: AGUIRRE, Op. Cit., p.146)
232 Mc 6, 7//Lc 9, 1//Mt 10, 1; tal mandato tiene a la fuente "Q" como la más antigua.
234 San Lucas en su obra es el único que diferencia apóstoles para referirse a los Doce, y discípulos y discípulas para un círculo más amplio.
235 Mc 16, 15; Lc 10, 1-12.17-20; Mt 18, 18
236 Jairo Henao Mesa, en una conferencia trasmitida por el canal de Televida-Colombia, afirma al respecto: "El poder de sanación [...] lo tenemos todos. El evangelio no fue escrito para los sacerdotes, sino para los discípulos. Entonces, cuando de cada uno de nosotros brota amor, compasión, amistad, misericordia, compañía, un plato de comida, un consejo, un oído que escucha, un hombro que apoya….allí se está sanando. Yo no creo en el poder, como si fuésemos la “Mujer Maravilla”, quien da dos vueltas y se convierte en no sé qué. Yo creo en que Dios nos acompaña, que la fe nos acerca, y que esa compañía puede hacer más transitable la alegría, por supuesto, y el dolor que tanto nos asusta (HENAO MESA, Jairo Alberto, y otros. Oración y sanación [Videograbación]. Medellín: 2009. 1 video (DVD, .53 min).
237 MOORE, Thomas. Jesús y el alma de los evangelios. En búsqueda de una auténtica espiritualidad. Barcelona: Urano, 2010, p. 92
238 Anota el mismo J. Pagola que los enfermos encuentran en Jesús, que actúa por el amor curador de Dios y como signo de la Basilea, una relación nueva con Dios que les ayuda a vivir con otra dignidad y confianza ante él (PAGOLA, Op., Cit., p 161-168)
Introducción a la serie sobre “Perdón, la reconciliación y la Justicia Restaurativa” |
Aprender a perdonar |
Verdad y libertad |
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El marco moral y el sentido del amor humano |
¿Qué es la Justicia Restaurativa? |
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Combate, cercanía, misión (4) «No entristezcáis al Espíritu Santo» La tibieza |
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