Apoyado inicialmente en realidades monumentales anteriores de origen romano, y, en las escasas realidades monumen tales germánico-visigodas, el Camino de Santiago fue, especialmente en la Edad Media, un ejemplo de potenciación que supone el intercambio artístico entre las naciones que atravesaban los peregrinos.
Las peregrinaciones signilicaron en la Historia del Arte europeo, como seha puesto de relieve por todos los estudiosos de éste (1), un amplio contraste de ideas y estilos que, al margen de que se fundiesen en el Camino como resultado de una formulación objetiva de carácter monumental, dieron lugar a un impulso artístico subjetivo de signo que hoy denominamos europeo (2).
Sin embargo, el legado histórico-artístico del Camino de Santiago, encierra en sí un conjunto de dualidades próximas a lo contradictorio, la búsqueda de cuya síntesis unitaria es fundamental para entender su importancia y significado:
a) En el Camino de Santiago existían, y siguieron existiendo en el curso de la historia, elementos artísticos que venían dados por etapas anteriores (monumentos romanos, construcciones visigodas, en el momento de iniciarse la época de las peregrinaciones) y que fueron, por necesidad de los tiempos y del propio Camino, sustituidos por elementos artísticos de nuevo estilo, Han coexistido así en el Camino, y siempre, un arte del pasado y un arte del presentecon proyección futura. Dato éste que ha de ser tenido en cuenta, necesariamente, para comprender en su atemporaildad al Camino de Santiago (3).
b) Existe también una dualidad radical entre Camino-Peregrinaciones. El primero es de signo infraestructural, y se manifiesta bajo forma de legados de signo artístico y patrimonial objetivo (iglesias, castillos, esculturas, pinturas, códices, etc.). Las peregrinaciones , en cambio, proporcionaron un patrimonio cultural de signo vitalista. Mientras que sobre el legado artístico del Camino los efectos del paso del tiempo han sido los propios de un lento deterioro, el patrimonio histórico legado por las peregrinaciones, ha sido factor de conservación y de aceleración del arte del Camino, pero a su vez, sometido de modo directisimo a la relativización o inconstancia del propio tiempo vital.
c) Por otro lado, y dentro de su unidad, el Camino no era una realidad lineal, en ninguno de los trayectos estudiados, ni siquiera en el muy consolidado Camino francés. Se trataba de una serie de puntos -lugares claves del Camino- separados entre sí por espacios -llanuras, valles, estepas, montañas-; enestos últimos no tenía que haberse producido cambio histórico alguno. Sin embargo, la degradación reciente y progresiva del medio, que la ecología como ciencia en su sentido riguroso ha puesto de mani fiesto, obliga a que todo análisis del Camino deba integrar ambos factores, humanos y naturales, en un todo unitario (4).
d) En el Camíno y en las peregrinaciones, se producía y se produce todavía, otro dualismo entre lo religioso y lo secular.Es preciso en este sentido romper el tópico de que -desde la misma Edad Media- el legado artístico del Camino quedó expresado fundamentalmentebajo formas de arte sacro: grandes construcciones puramente civiles, comerciales, castillos y fortalezas, incluso nuevas formas de lenguaje, surgieron al impulso del Camino y de sus peregrinos. La mística final que pudiera impregnar todas estas expresiones culturales y artísticas es, con la lógica matización, independiente de la existencia de un legado artlstico en el que lo profano, se articula de modo evidente, como expresión vital de diferentes sociedades y etapas históricas.
e) En el Camino se produce, también de modo dialéctico y contradictorio, un conjunto de realidades artísticas realizadas para los peregrinos (posadas, hospitales, lugares de culto y devoción...) y otras realizadas por los peregrinos. Estos consolidaron, de hecho, nuevas rutas, trajeron consigo nuevas formas de expresión artística, cargarían incluso como penitencia, en el tramo final, con piedras de considerable tamaño para contribuir a la construcción de la basílica compostelana, como destacó el cronista Aimery Picaud, presunto recopilador de los textos del Codez Calixtinus (5). Los peregrinos aportaron con ellos símbolos, creencias y formas de vida, que inco rporaron a los lugares que atravesaban, y que, sin esta aportación venida de todoslos rincones de Europa, hubiera hecho del Camino de Santiago un conjunto inordinado de expresiones localistas del arte, en lugar de constituir una unidad de sentido cultural.
f) Dentro de este conjunto de dualidades y contradicciones (lo inanimado y lo vivo, lo objetivo y lo subjetivo, lo metafísico y lo físico, lo acrónico y lo temporal) se produce incluso un legado históríoo que denominaremos positivo , por oposición a otro de signo negativo y que, desde las primeras peregrinaciones preocupó a las jerarquías eclesiásticas y civiles, y fue objeto de relato por historiadores y viajeros. Nos referimos a lo crímenes, asaltos, robos y engaños de que eran victimas los peregrinos (según las crónicas, ingleses, bearneses y vascos tuvieron, particularmente, mala fama).
De estos condicionantes negativos surgían, no obstante, formas artísticas y culturales atípicas, que desembocarán, en última instancia , en la picaresca española, o en et fenómeno francés del “coquillart”, que darán lugar a una abundante y rica literatura, que se apuntaba ya en el Romance de Flora y Blancafo, del siglo XII.
El arte europeo y la ruta de los peregrinos de Santiago de Compostela
Venidos desde la lejana Islandia, las naciones bálticas y las profundidades del cen tro de una Europa en dificil gestación, peregrinos, artistas, artesanos y comerciantesaportaban nuevas formas de arte y nuevas maneras de entender y utilizar el arte. Peculia res modos de atender vocaciones espirituales y maneras útiles de hacer frente a necesidades materiales.
En los cuatro Caminos franceses, y en el Camino español, en que éstos desembocaban, se constituyó un gran eje artístico, por el que discurrieron todas las formulaciones del arte de la Edad Media (6).
Este caótico conjunto de expresiones artísticas ha llegado hasta nuestros días en una variedad tan poliforme como unitaria, cuya formulacíónmás señera fueron los estilos románico y gótico.
Serán ambos estilos (raras muestras de unidad estilística)donde se mezclan sentimientos artísticos de raiz cristiano-europeas y arábigo-africanas: a través de las regiones de Navarra y Cataluña llegarán las influencias francesas, italianas, germanas y, más diluidas, las bizantinas; de las tierras de Andalucía, se obtendrán claras influencias árabes, que encontrarán su última e indirecta expresión en el gótico mudéjar.
No es posible una relación exhaustiva del patrimonio artístico que nos ha legado el Camino y el quehacer de las peregrinaciones. El simple inventario del mismo, constituye en si un magno proyecto todavía no realizado y tan solo configurado de modo muy parcial y fragmentario (7).
Con motivo de la Exposición de 1982 sobre el Camino de Compostela (8), la Organi zación de ésta, sistematizóel patrimonio artístico del Camino, limitándose al Camino tradicional de los peregrinos por territorio español, en varios grupos de legados, que pueden servir de base para una estructuración general.
A. Ciudades y núcleos urbanos histórícos
Surgieron o encontraron una mayor razón de ser histórica en el hecho de las peregrinaciones: es el caso de Aixla Chapelle, Etampes, Tours, Poitiers, Saintes, Vézelay, Noblet, Limoges, Conques, Arles, Gard, Narbona, etc., en territorio francés, y de Jaca, Estalla, Pamplona, Santo Domingo de la Calzada, Nájera, Triacastela, Palas, etc., en España. El estudio histórico-artístico de todo esteconjunto de ciudades, a las que cabria añadir ciudades portuguesas, flamencas e italianas, desborda los limites de este análisis.
B. Iglesias y monasterios
Solamente a título de ejemplo, cabe anunciar en territorio francés, y dentro de la vía Turonense, las catedrales góticas de Laon, Soissons y Amiens, las iglesias románicas de San Martín en Tours y de Santa María la Grande de Poitiers, la abadía de Santiago de Compiegn e, la catedral de Chartres y la iglesia románica de San Eutropio de Saintes.
En la vía Lemosina, son de destacar la iglesia románica de Santa Maria Magdalena de Vézelay (9). donde San Bernardo exhortó a la Cruzada. la abadía benedictina de Brantome y la catedral románico-bizantina de San Front en Périgueux.
De la vía Podiense, es preciso señalar la iglesia de San Miguel y la catedral románica de Puy, la iglesia románica de Santa Fé en Conques, la catedral de Cahors, la abadía carolingia de Moinac y la iglesia romano-gótica de la misma ciudad.
Finalmente, en la vía Tolosana, en el mismo Arlés (ciudad en la cual, según una piadosa leyenda, estaban enterrados los doce Pares de Francia), debe señalarse la iglesia de San Trófino y, a lo largo de la ruta, la catedral de San Gil, la iglesia de San Saturnino en Toutouse y la catedral gótica de Auch.
En territorio español, resulta también imposible inventariar las construcciones eclesiásticas y abaciales del Camino. Se indican, sólo por ser únicas en la historia de las construcciones medievales, la abadía de Roncesvalles, la catedral de Jaca, la iglesia-monasterio de San Juan de la Peña, la cartuja de Mlraflores, la iglesia de San Martín de Frómista las iglesias mudéjares de San Lorenzo y San Tirso de Sahagún, la basílica de San Isidoro de León, la ermita pre-románica del Cebreiro y, por supuesto, la catedral de Compostela (1O).
Este sistema monumental y religioso del Camino de Santiago tuvo, como es bien sabido, uno de sus más fuertes impulsos en la Orden de Cluny, surgida de un modesto monasterio, fundado por un noble borgoñón en el 910. La Orden de Cluny, dependiente directamente del Pontifice de Roma, fue -y ello es ya algo comúnmente reconocido en la Historia del Arte- la gran potenciadora de arte románico y de la empresa jacobea. En el siglo XII la Orden contabacon más de dos mil monasterios esparcidos por toda Europa y, en particular, varios centenares de ellos, integrados en la ruta de los peregrinos a Santiago. Más tarde una nueva Orden, los monjes de Cister, traerán a la Península el estilo gótico (11).
C. Hospitales y hospederlas
El -pauper et peregrinus- necesitaba ayuda y albergue en su recorrido por un Camino nada fácil. La protección se ejercitaba -por Dei de paradiso- , según la expresión de Orson de Beauvais (12). En principio, eran los monasterios e iglesias los encargados de proporcionar ayuda y albergue, pero pronto la jerarquía eclesiástica fundaría hospitales y hospederías, como insti tuciones independientes, ejemplo seguido por los reyes de Navarra y los de León y Castilla, que fomentarían a su vez la creación de estos lugares de acogida.
El término “hospital” designó en un comienzo, tanto los lugares de albergue como de curación o reposo. Fueron famosos los hospitales pirenáicos de Roncesvalles y Somport, así como el de Cebreiro en la entrada de Galicia.
A lo largo del Camino español, son de destacar también el del Rey en Burgos, y los de San Marcos de León, Santa María de Palencia y Villalcázar de Sirga. De hecho, en el momento estelar de las peregrinaciones ningún núcleo urbano carecía -en el Camino- de los necesaiors hospitales y hospederías para los peregrinos viajeros de la Ruta.
D. Las construcciones militares
Precisamente, entre el amparo y la defensa bélica, las dos grandes órdenes, militar del Temple y hospitalaria de San Juan, crearán hospitales a lo largo del Camino de Santiago (así los de Jaca, Pamplona, Cizur, Puente la Reina, Orbigo, etc.).
Posteriormente las órdenes españolas de Santiago y de Calatrava con tinuaron estapiadosa tarea, que se complementa con construcciones militares para la defensa del Camino. Con anterioridad, los nobles y señores habían elevado fortalezasen los enclaves estratégicos de esta ruta, para protegerla del peligro musulmán. Las órdenes religiosas no harán sino proseguir esta tarea, de la que es ejemplo singular el castillo templario de Ponferrada.
Entre estos castillos y fortalezas levantados por Monarcas o Grandes Maestres,destacan, igualmente, los de Castrojeríz, Sarracín, Portomarin y Pambre .
E. Otros monumentos del Camino
A través del Camino se crearon cementerios propios de peregrinos de determinadas nacionalidades (como el de Herrerías para los inglesesy el de Villafranca para los franceses.) Ser enterrado en Vilar de Donas, era privilegio de los caballeros de la Orden de Santiago.
En general, sin embargo, estos cementerios de peregrinos estaban anexos a hospitales e iglesias, y las lápidas y restos constituyen hoy parte del patrimonio artístico legado por el Camino.
Con las connotaciones religi osas e incluso mágicas que tuvieron los puentes, desde la más remota antigüedad, el Camino de Compostela, en la medida en que atravesaba corrientes fluviales importantes, promovió también sus propios constructoresde puentes (entre ellos Santo Domingo y San Juan de Ortega). Además de los puentes romanos (San Justo de la Vega, Leboreiro), las peregrinaciones dieron lugar al establecimiento de numerosos puentes que han llegado hasta nuestros días: Puente la Reina sobre el río Arga, el de Logroño sobre el Ebro, el de Mansílla sobre el Esla, el de Víllarente sobre el Pomar, el de León sobre el Banerga, el del Orbigo, Puente Cesuras sobre el Ulla, etc.
Tuvieron también importancia básica para los peregrinos las fuentes (así las de Logroño y Rabanal); de otra parte, numerosas cruces medievales se erigieron a lo largo del Camino, como símbolo de devoción, piedad o gratitud. Variante de éstas eran los Cruceros, diferenciados por su alto fuste.
Los milladoiros (13), por último, eran amontonamientos de piedras que señalaban lugares de detención para el rezo de los peregrinos; pero eran, sobre todo, señalizaciones del Camino, en aquellos tramos en que éste se hacía confuso o existía riesgo de pérdida para el viajero.
Todo este inmenso legado histórico-artístíco del Camino de Santiago, que no se ha hecho sino apuntar en sus lineas y sistematización más general, debe completarse con los inestimables tesoros plásticos y decorativos que generaron las Edades Media, Moderna y también Contemporánea, a lo largo de la Ruta de los Peregrinos. Tan sólo el simple inventario de los mismos es merecedor de una acción de alto nivel a escala europea, por cuanto es un legado de Europa como totalidad cultural.
No cabe olvidar, en ese sentido, y dentro de la sinopsis de este planteamiento, que en Inglaterrael nombre o advocación que más se repite en su patrimonio monumental es el de Saint James; que Bélgica tiene iglesias destinadas al culto a Santiago en Amberes, Gante, Tournay, Lieja y Lovaina; en la catedral de Colonia figura el Santo Apóstol, en una capilla especial, además de los centenares de iglesias que llevan su nombre; Italia cuenta, en fin, con más de treinta edificios religiosos dedicados a Santiago, todo ello, surgido en la época de las grandes peregrinaciones medievales (14).
La cultura europea y el Camino de Santiago
Ha pasado a ser habitual el destacar la im portancia del Camino de Santiago en la cultura europea y española, asi como atribuir al Camino el carácter de crisol y de símbolo cultural de Occidente durante el largo período de la génesis de Europa (15).
Pero, en primer lugar, es necesario determinar, con rigor en el análisis, en qué medida y bajo qué formas, el Camino de Santiago realmente produjo un impacto real sobre la cultura de Europa y, en segundo lugar, es necesario romper un conjunto de tópicos que sehan ido formando por la literatura jacobea, y que, comúnmente aceptados, obscurecen el verdadero significado cultural y europeo del Camino de Santiago.
La importanci a del Camino de Santiago respecto a Europa estálimitada a un periodo histórico determinado: la Edad Media. Fuera de esta época, su importancia para a ser puramente refleja, ejemplarizadora y estática. El verdadero influjo del Camino se produce en la formación de Europa como entidad cultural. Con posterioridad, ya en las épocas moderna y contemporánea, el Camino -sus factores de cultura, objetivos y subjetivos- se incorporan como elemento del acervo cultural europeo, pero más como un recuerdo al que es necesario rescatar del olvido, que como elemento vital de procesos dinámicos.
Esta cultura medieval europea, en la que el Camino de Santiago incide con su impacto más poderoso, es una cultura elemental y deformada, que necesitará de varios siglos para irse concentrando en una forma y sistema especifico. Es un conjunto de factores caóticos, tal como pueden ser las figuras, alucinantes en su realismo, de los pórticos y capiteles de las iglesias románicas.
El determinar este grado o nivel cultural y la influencia auténtica sobre el mismo, es una aventura inleleclual tan apasionante como necesaria, sin cuya cuidadosa toma en consideración, carecería de sentido cualquier análisis, por cuanto no operaría sobre principios de autenticidad.
Eugenio Mariñas Otero, en turismo.janium.net/
Notas:
(1) Arévalo, A.: “La importancia cultural del Camino de Santiago”. Vol. I y II, ed. Cátedra. Madrid, 1965.
(2) Disdier, J.: J.: El camlno de Santiago. Ed. esp. Madrid, 1971.
(3) Apraiz. A.:La cultura de la perogrinación -Las Ciencias-. Año XII , n.01. Madrid, 1942.
(4) Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo: «El Camino de Santiago». Págs. 2 y 3. Madrid, 1987.
(5) Sobre el Codex.. véase el estudio Las condiciones de vida del peregrino a Santiago según el "Codex Calixlinus", de E. R. Labande, Bol. Moc. Europ. de Prof. Español, VIII, 1976, págs. 45 a 47.
(6) Sobre la diversidad de Caminos y dentro de la abundante bibliografia, es de destacar Martínez, T.: El Camino Jacobeo. Págs. 261 y ss. Bilbao. 1976.
(7) Marinas, E.: La Fundación Europrea del Camino de Santiago. Ministeiro de Cultura. Madrid. 1989.
(8) Ministerio de Cultura; Por el Camino de Compostela . Madrid, 1982.
(9) Donde se supone que está enterrada Santa Maria Magdalena. Sobre el tema de las reliquias en los diferentes Caminos a Compostela: Deox. C.: .Sur les chemins de Compostelle. Tours, 1909.
(10) Chamosas Lamas. M.: Las excavaciones en la catedral de Santiago, Archivo Español de Arte, 1968.
(11) Pérez de Urbel, J.: Historia de la Orden Benedictina. Madrid, 1941.
(12) Valia. E.: El Camino de Santiago. Madrid, 1971.
(13) En temtorio francés estas seflalizaciones, primitivo y auténtico bacilamiento del Camino, eran conocidas como montes de la alegria.
(14) Sobra la importancia de las peregrinaciones a Santago en Italia, existen numerosos estudios entre las que destacan los del profesor Caucci von Saucken, y en concreto: Los Peregrinos italianos a Santiago. Ed. esp. La Coruña, 1971.
(15) Destacan en esta apreciación los estudios de los hispanistas franceses Y. Bottineau y Mlle Vieillard, asi como la monumental obra de Vázquez de Parga. Lacarra y Uria:” Peregrinaciones a Santiago”, 111 Vol. Madrid. 1948.
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