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Dirección: Wong Kar-wai. Países: China y USA. Año: 2013. Duración: 130 min. Género: Biopic, drama, artes marciales. Interpretación: Tony Leung (Ip Man), Zhang Ziyi (Gong Er), Chen Chang (La Navaja), Qingxiang Wang (Gong Baosen), Tielong Shang (Jiang), Benshan Zhao (Lianshan Ding), Jin Zhang (Ma San). Guion: Wong Kar-wai, Xu Haofeng y Zou Jingzhi. Producción: Jacky Pang Yee Wah y Wong Kar-wai. Música: Shigeru Umebayashi. Fotografía: Philippe Le Sourd. Montaje: William Chang. Diseño de producción: William Chang. Vestuario: William Chang. Distribuidora: Golem. Estreno en China: 8 Enero 2013. Estreno en España: 10 Enero 2014.
Reseña:
Nacido en Foshan, Guangdong, China, el 1 de octubre de 1893, y fallecido en Hong-Kong, el 2 de diciembre de 1972, Yip Kai Man, más conocido por Ip Man, fue un prestigioso maestro (Sifu) de las artes marciales chinas en su estilo Wing Chun, famoso sobre todo por ser el profesor de Bruce Lee en su juventud. Recientemente, el actor y director hongkonés Wilson Yip (“2002”, “Duelo de dragones”), realizó una serie de notables películas sobre su vida: “Ip Man” (2008), “Ip Man 2” (2010), “Ip Man. Nace la leyenda” (2010) e “Ip Man. La pelea final” (2013). Mientras tanto, el prestigioso cineasta Wong Kar-wai (“Chungking Express”, “Fallen Angels”, “Happy Together”, “Deseando amar – In the Mood for Love”, “2046”, “My Blueberry Nights”) —nacido en Shanghai, pero también afincado en Hong Kong— desarrollaba, con su habitual ritmo parsimonioso, otro personalísimo retrato de Ip Man, que por fin se ha estrenado con el título de “The Grandmaster” y con tres montajes diferentes: uno para China y Hong Kong de 124 minutos, otro para Europa de 114 minutos y un tercero para Estados Unidos de 100 minutos. Este último montaje ha sido recientemente preseleccionado para competir por el Oscar a la mejor película en habla no inglesa.
Aunque con órdenes diversos, y escenas suprimidas y añadidas, en los tres montaje se relata sobre todo la madurez de Ip Man (Tony Leung), entre los 40 y los 55 años, marcada sobre todo por su elección como sucesor de Yutian Gong (Qingxiang Wang), el anciano e invencible maestro chino de la Escuela del Sur. Ip Man abandona así su acomodada y pacífica existencia, se aleja de su esposa e hijos, lucha con diversos rivales de las escuelas Xingyi y Baji, y se enfrenta con Er (Zhang Ziyi), la aguerrida hija del maestro Yutian Gong, que le desafía empleando el estilo llamado Bagua. La invasión de China por las tropas japonesas sume a Ip Man y a su familia en la miseria, mientras propicia el ascenso de los maestros más colaboracionistas. En 1948, Ip Man se trasladó finalmente a Hong Kong, donde comenzó a enseñar Wing Chun en un pequeño gimnasio.
A pesar del éxito de taquilla de “The Grandmaster” en China y Hong Kong, y del esfuerzo de Wong Kar-Wai para facilitar su seguimiento por el público occidental, una buena parte de la crítica ha reprochado la caótica estructura narrativa de la película, con constantes idas y venidas en el tiempo, no siempre bien hilvanadas, y sólo explicadas en repetitivos rótulos y narraciones en off. Otros también han criticado su abuso de los ralentizados, el montaje superfragmentado, una resolución fotográfica efectista y una violencia demasiado explícita, sobre todo en la segunda mitad del filme. Y también han sido cuestionadas sus largas disquisiciones filosóficas en torno al código de honor y el férreo sistema de valores de las artes marciales. No les falta razón a ninguno de ellos, pues esos defectos lastran sin duda la película, que parece mucho menos controlada por Wong Kar-wai que el resto de sus filmes.
Sin embargo, desde el primer encuadre, el visionario cineasta ofrece al espectador un festín para sus sentidos, gracias a una constante sucesión de imágenes fascinantes, de arrebatadora belleza, hilvanadas por una hipnótica planificación poético-simbólica, y fuertemente aderezadas con la sensacional banda sonora de su compositor habitual, el japonés Shigeru Umebayashi. En este sentido, brillan con luz propia las impresionantes secuencias de peleas, magistralmente coreografiadas por el mítico especialista Yuen- Woo Ping, que ya mostró sus cualidades en la saga “Matrix”, en “Tigre y Dragón” o en las dos partes de “Kill Bill”. Quizás un experto en el tema le ponga también pegas a su trabajo. Pero, desde luego, el espectador de a pie se queda deslumbrado con tal despliegue de energía física y mental en tan sugestivos escenarios. Eso sí, en todos sus montajes, la película sólo apunta sutilmente la relación profesor-alumno de Ip Man con Bruce Lee, lo que también puede ser un motivo de decepción para algunos. Los menos enterados seguiremos con la boca abierta hasta la mitad de los créditos finales, pues Wong Kar-wai ha insertado ahí una secuencia de regalo en la versión europea de la película. (Cope J. J. M.)(Decine21 / Almudí JD) LEER MÁS