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Skyfall
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Skyfall

Skyfall
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2013
  • Dirección: Sam Mendes
Contenidos: Imágenes (varias V, X)

Dirección: Sam Mendes. Países: Reino Unido y USA. Año: 2012. Duración: 143 min. Género: Acción, thriller. Interpretación: Daniel Craig (James Bond), Judi Dench (M), Bérénice Marlohe (Sévérine), Javier Bardem (Silva), Ralph Fiennes (Gareth Mallory), Ben Whishaw (Q), Naomie Harris (Eve), Helen McCrory (Clair), Albert Finney (Kincade), Ola Rapace (Patrice). Guion: John Logan, Neal Purvis y Robert Wade; a partir de los personajes creados por Ian Fleming. Producción: Barbara Broccoli y Michael G. Wilson. Música: Thomas Newman. Fotografía: Roger Deakins. Montaje: Stuart Baird. Diseño de producción: Dennis Gassner. Vestuario: Jany Temime. Distribuidora: Sony Pictures Releasing de España. Estreno en Reino Unido: 26 Octubre 2012. Estreno en España: 31 Octubre 2012.

Reseña:

Regreso al pasado

   En “Skyfall”, la lealtad de James Bond hacia M será puesta a prueba cuando el pasado de M vuelve para atormentarla. Su vida se verá en peligro, de modo que el agente 007 deberá localizar y eliminar la amenaza, sin importar el precio personal que tendrá que pagar. Tras el fracaso de la última y fatídica misión de Bond y revelarse la identidad de varios agentes secretos en distintos puntos del planeta, la sede del MI6 es atacada, obligando a M a trasladar su agencia. Debido a estos sucesos, su autoridad y posición se verán amenazados por Mallory, el nuevo Presidente del Comité de Inteligencia y Seguridad. Ahora, el MI6 se enfrenta a amenazas tanto externas como internas por lo que M decide acudir al único aliado en quien puede confiar: Bond. El agente 007 desaparece en las sombras con una única aliada: la agente de campo Eve. Juntos le seguirán la pista al misterioso Silva, cuyas letales y ocultas motivaciones están aún por desvelarse..

   Entrega número 23 de la saga oficial de Bond, James Bond, el agente secreto salido de la pluma de Ian Fleming, y que los guionistas Neal Purvis, Robert Wade y John Logan siguen reinventando, bajo la batuta de Sam Mendes, para hacerlo atractivo al público del siglo XXI. Skyfall tiene la virtud de jugar a poner al día a 007 con una defensa de las canas, lo clásico, la veteranía: el factor humano es decisivo, ninguna tecnología puede sustituir a las personas, y su experiencia cuenta.

   Dentro de que en Skyfall estamos, no puede ser de otra manera, dentro de una película de entretenimiento, el director y los guionistas se las componen para dar peso específico a la historia. Una cinta de Bond exige ritmo frenético, no parar. Sam Mendes no se queda corto en este apartado. Nos mueve por cinco puntos geográficos principales y concibe momentos muy espectaculares. Las chicas Bond y alguna escena sexy forman parte del cine bondiano, y Skyfall no es la excepción. Quizá aquí la novedad con la oriental Sévérine sea que se integra en el engranaje de la historia, de modo que aparece y desaparece cuando toca, y eso está bien (Decine21 / Almudí JD) LEER MÁS

   Por un lado, la puesta en escena del responsable de “American Beauty”, “Camino a la perdición”, “Jarhead, el infierno espera”, “Revolutionary Road” y “Un lugar donde quedarse” es quizás la mejor de toda la saga, también en las secuencias de acción.  Y, entre una y otra, Mendes mima los interludios dramáticos —más abundantes de lo habitual—, que esbozan algunos detalles del pasado del agente, subrayan la primacía del factor humano sobre el despliegue tecnológico y proponen una atractiva integración superadora de lo antiguo y lo nuevo, al tiempo que suavizan el machista hedonismo característico de la saga y enriquecen un poco los perfiles de las chicas Bond. En esta mayor hondura narrativa se aprecia la influencia de la saga de “Jason Bourne” —iniciada por Doug Liman en 2002—, y de recientes películas de superhéroes, como las dos partes de “El Caballero Oscuro”, de Christopher Nolan; “Los Vengadores”, de Joss Whedon, o “The Amazing Spider-Man”, de Marc Webb.

   El caso es que dicho enfoque beneficia a la labor de los actores, todos ellos muy sólidos en sus respectivos arquetipos. Sorprende especialmente el español Javier Bardem en la piel del inquietante y complejo villano Raoul Silva, a veces un poco sobreactuado, pero deslumbrante en un par de secuencias de gran intensidad dramática. Todo ello, articulado por el sobresaliente montaje de Stuart Baird, lujosamente presentado por la fotografía de Roger Deakins, el diseño de producción de Dennis Gassner y el vestuario de Jany Temime, y envuelto sin respiros por la siempre sugerente banda sonora de Thomas Newman, que se completa con la vibrante canción de créditos, “Skyfall”, a cargo de Adele y Paul Epworth. Queda así una notable película de intriga y acción, no tan rotunda ni rompedora como dicen algunos críticos, pero que cabe incluir entre las mejores entregas de la ya cincuentenaria saga de James Bond, el agente 007 (Cope J.J.M.)