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Dirección y guion: David Ayer. País: USA. Año: 2012. Duración: 104 min. Género: Policiaco, thriller, acción. Interpretación: Jake Gyllenhaal (agente Taylor), Michael Peña (agente Zavala), Anna Kendrick (Janet), Frank Grillo (agente Sarge), America Ferrera (agente Orozco), Natalie Martinez (Gabby), Cody Horn (agente Davies), David Harbour (agente Van Hauser), Yahira Garcia (La La), Maurice Compte (Big Evil). Producción: David Ayer, John Lesher, Nigel Sinclair y Matt Jackson. Música: David Sardy. Fotografía: Roman Vasyanov. Montaje: Dody Dorn. Diseño de producción: Devorah Herbert. Vestuario: Mary Claire Hannan. Distribuidora: Avalon. Estreno en USA: 28 Septiembre 2012. Estreno en España: 5 Diciembre 2012.
Reseña:
Apatrullando la ciudad
Brian Taylor (Jake Gyllenhaal) y Mike Zavala (Michael Peña) son dos jóvenes policías de Los Ángeles, que patrullan en las calles más conflictivas del Sur de la ciudad. Zavala es hispano, está felizmente casado con Gabby (Natalie Martinez) y espera su primer hijo. Por el contrario, Taylor suele ir de flor en flor, aunque envidia la estabilidad familiar de su compañero y comienza a sentar la cabeza gracias a su incipiente relación con la cariñosa Janet (Anna Kendrick). En todo caso, ambos son íntimos amigos e intentan realizar su trabajo del mejor modo posible, sin considerarse unos héroes. Sus vidas se ponen en grave peligro tras confiscar un alijo de dinero y armas a unos violentos narcotraficantes mexicanos.
David Ayer se ha convertido en un auténtico especialista en cine policíaco de tintes realistas. Aquí logra imprimir grandes dosis de verismo a la trayectoria cotidiana de los protagonistas, enfrentados a muy variadas situaciones, y donde su empeño en hacer bien las cosas les lleva a toparse con crímenes de envergadura, los cárteles de la droga y el tráfico con seres humanos, que corresponden a los federales pero a cuyo combate aportan su muy apreciable granito de arena, arrostrando innegables riesgos.
El principal logro de Ayer en Sin tregua consiste en pintar héroes ordinarios, guiados por una recta concepción del bien y del mal, cuya principal cualidad es que no se lo creen, simplemente hacen lo que tienen que hacer, ni siquiera los reconocimientos en forma de condecoraciones afectan exageradamente a su ego. Además, a diferencia de otras cintas aquí se centra la mirada en los agentes honrados, esa mayoría silenciosa que no llama la atención, menos atractiva a priori argumentalmente. Lo hace con una buena historia, que progresa adecuadamente, con las justas dosis de dramatismo y acción trepidante en ambientes degradados. (Decine 21 / Almudí JD) LEER MÁS
La película asienta su impactante verismo en un inteligente recurso a los planos subjetivos que aportan la cámara que lleva Taylor, las filmaciones de los coches policiales y diversas cámaras de seguridad de la ciudad. Esta poderosa sensación se refuerza con un guión bien estructurado y desarrollado, que retrata con vigor la cotidianidad de los protagonistas y los constantes dilemas morales que les plantea su afán de ser honrados. Por su parte, todos los actores responden a ese reto con unas interpretaciones contenidas y matizadas, de gran autenticidad, tanto en las tensas secuencias de acción como en los interludios dramáticos. Queda así un poderoso filme policíaco, al que sólo cabe reprochar un tono grosero en los diálogos y demasiado explícito en su recreación de la violencia y el sexo. (Cope J. J. M.)