Rompedientes

Tooth Fairy

Público apropiado: Todos-jóvenes
Valoración moral: Adecuada

Año: 2010
Dirección: Michael Lembeck

Contenidos

Sin violencia | Sin detalles sensuales | Sin escenas sexuales explícitas | Sin diálogos soeces | Sin ideas de fondo inmoral

Contenidos

Reseña:

Año de producción: 2010
País: EE.UU.
Dirección: Michael Lembeck
Intérpretes: Dwayne Johnson, Alex Ferris, Chase Ellison, Julie Andrews, Ashley Judd, Billy Crystal, Brandon T. Jackson
Argumento: Jim Piddock (idea)
Guión: Lowell Ganz, Babaloo Mandel, Joshua Sternin, Jeffrey Ventimilia, Randi Mayem Singer
Música: George S. Clinton
Fotografía: David Tattersall
Distribuye en Cine: Fox
Género: Comedia, Fantástico

El hada de los dientes

    Dwayne Johnson es Derek Thompson, también conocido como Rompedientes, un impetuoso jugador de hockey cuyo apodo viene dado por su costumbre de dejar sin dientes a sus adversarios. Cuando Derek echa abajo los sueños de un chico, es condenado a trabajar duramente convirtiéndose en una verdadera hada de los dientes durante una semana (el equivalente norteamericano a nuestro Ratoncito Pérez).

    Con el añadido de tener que llevar el correspondiente atuendo de tutú, alas y varita mágica. Al principio, Derek no puede hacerse con los dientes, pues es muy torpe y se tropieza a menudo al volar. Pero, poco a poco, mientras va habituándose a su nueva situación, empieza a reencontrarse con sus propios sueños olvidados (Almudí).

    Divertidísima película que sorprenderá especialmente a los adultos. Las carcajadas están aseguradas y no sólo con los típicos gags a lo slapstick -cada vez que intenta volar Derek- sino con los agudos diálogos del protagonista, tanto con Merchant como con Andrews, o el breve mantenido con Crystal -a quien también cuesta ver en pantalla grande últimamente-.

    El punto flojo de la película llega en el tramo final. La película se acaba convirtiendo en una tarta rosa y dulce para el paladar. Y es que el final supone una cascada de enseñanzas morales para los niños demasiado obvias, que van desde la importancia de soñar al valor del respeto. Algo que está muy bien si no hubiera quedado tan edulcorado, lo que hace perder el buen tono que traía la película. (Decine21)