Contenidos: Diálogos (algunos D)
Reseña:
Este espléndido documental narra los destinos cruzados de la Unión Soviética y de su mítico equipo nacional de hockey sobre hielo, conocido popularmente como Red Army (El ejército rojo), sobre todo por la condición militar de todos sus componentes y por su innata finalidad propagandística, además de deportiva. El ex-capitán del equipo, Slava Fetisov —líder del legendario quinteto completado por Sergei Makarov, Vladimir Krutov, Igor Larionov y Alexei Kasatonov—, evoca su trayectoria fuera de lo común: primero adulado como un héroe nacional y luego condenado como enemigo político. Una evolución similar a la que sufrieron varios de sus compañeros en este abigarrado grupo humano, que encarna a la perfección las grandezas y miserias de la agitada Rusia contemporánea.
Generosamente producido por el alemán Werner Herzog y el neoyorquino Jerry Weintraub, el filme está muy bien escrito y dirigido en solitario por Gabe Polsky, un estadounidense de origen ruso, que ya había dirigido en 2012, con su hermano Alan, el thriller ‘The Motel Life’. Polsky acierta sobre todo al primar los perfiles humanos de la historia con el fin de encarnar en ellos de un modo asequible la tensa historia de la Guerra Fría y sus consecuencias en la actualidad. Un objetivo que consigue plenamente gracias a la naturalidad y sustancialidad de las entrevistas que ha realizado, ilustradas con magníficas imágenes de archivo —la mayoría, desconocidas para el no especialista— y muy bien acompañadas por la sugestiva banda sonora de Christophe Beck y Leo Birenberg. Todo ello, desplegado con sorprendente agilidad en unos jugosísimos 76 minutos.
Aunque Polsky mantiene una elogiable ponderación, y permite que el espectador saque sus propias conclusiones, el retrato que desarrolla la película del “paraíso soviético” es realmente espeluznante, sobre todo por la nitidez con que denuncia la deshumanización y degradación que generó el comunismo, apreciable especialmente a partir de que el entrañable entrenador Anatoly Tarasov fuera sustituido por el tiránico Viktor Tikhonov, mucho más comisario político. Y también son incisivas sus críticas al cierto racismo que ensombreció la trayectoria de algunos de esos jugadores rusos en las ligas profesionales de Estados Unidos y Canadá. (Cope J. J. M./almudí JD). Reseña de Decine21: AQUÍ