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Ojalá fuera cierto (Just Like Heaven)

Ojalá fuera cierto (Just Like Heaven)

  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2006
  • Dirección: Mark Waters
CONTENIDOS: SD La otra carta de presentación del director Mark Waters en el género de la comedia romántica es Head over heels (2001), filme protagonizado por Mónica Potter y Freddie Prinze Junior, el cual resultó ser un producto con toques muy esporádicos de frescura pero que no escapó de la dura etiqueta de la comedia romance promedio, en la que, de paso, incluyó una escena de corte escatológico llevada a la exageración que más pareciera que es parte de una cinta de Ben Stiller que de la “pulcritud” y “humor inocente” que suelen acompañar a estas comedias –al menos un humor más acoplado a la dulzura de la historia de amor. En esta entrega el cineasta adhiere a la mezcla del romance la historia fantasmal, aquella en la que el alma en pena necesita completar “asuntos pendientes” que dejó en vida para poder descansar en paz. Aunque la idea de entrada no suena del todo mal –ya tenemos por ejemplo aquella popular película protagonizada por Demi Moore, Ghost (1990), que explotó de mejor manera el mismo concepto-, el resultado sigue sin ser placentero. Llevado a los límites un poco de la desesperación, Reese Witherspoon llega a incomodar con su personaje parlanchín, en el que sabiendo que es un fantasma y nadie puede oírla, debemos de soportar todos sus diálogos que se entrecruzan con los ajetreos del momento. Hay un establecimiento decente de los dos protagonistas al inicio del filme, en el que de una forma hilarante se nos muestra el choque entre los personajes, cuando ambos creen que están en todo su derecho de vivir en un espacioso apartamento en San Francisco. La diferencia es que Elizabeth (Reese Witherspoon), su antigua dueña, no sabe que en realidad está muerta y el apartamento ahora le pertenece a David (Mark Ruffalo). Como ha perdido parte de su memoria a causa del accidente que sufrió, ella sabe poco o nada de lo que hacía en vida. Juntos entonces se embarcan en el viaje para descifrar la identidad de Elizabeth. Aunque me parece más acertado el trabajo de Mark Ruffalo en dramas que en comedias románticas, el trabajo no viene sin experiencia previa, ya que cuenta en su haber las comedias 13 Going on 30 (2004) y A View from the top (2003), en la que el actor siempre logró hacer un trabajo competente. En esta producción, por ejemplo, aunque cuenta con la parte menos bulliciosa, Ruffalo logra darle una dimensión al personaje bastante aceptable. No voy a desacreditar a Reese Witherspoon tampoco, quien no es una mala actriz pero que lamentablemente su personaje tiene ciertos excesos debido a los requerimientos del guión –o probablemente por toda la cafeína que el personaje ingiere al iniciar la película. Los puntos más fuertes del filme son sus momentos de tranquilidad, en los que la pareja comparte en la azotea del apartamento un intercambio de diálogos no excelsos y admirables, pero que gracias a la interpretación de los actores logran elevar considerablemente la fuerza dramática que tienen los personajes. Por momentos se llega a introducir en la mezcla pincelazos inofensivos y ligeros sobre una posible eutanasia, pero nada lo suficientemente serio como para considerar al filme capaz de hacer un planteamiento maduro, sino más bien la situación es utilizada artificialmente como herramienta para crear el clímax final de la cinta. Aunque Just Like Heaven (título en inglés) logra funcionar marginalmente por el trabajo interpretativo, no hay muchos elementos de genialidad ni que salgan de los esquemas del género. Es una comedia romántica simplista, que al igual que Must Love Dogs, tiene problemas para elevar el ingrediente romance a lo largo de su trayectoria. Quizás no sea debido a la química de sus protagonistas –aunque tengo ciertas reservas-, sino que los realizadores dedican buena parte del metraje a desarrollar el trabajo investigativo de la protagonista que la afinación emocional de la pareja. Con todo y todo, Ruffalo –en todo el filme- y Witherspoon –en la segunda mitad- son los verdaderos responsables de que esta comedia tenga sus aciertos como para considerarla regular. Recomiendo el filme a los incansables seguidores de las comedias románticas de este corte. Aunque no es un trabajo excepcional, sus momentos de entretenimiento los tiene. A los que prefieren evitar este tipo de filmes, tal vez las otras opciones existentes en la cartelera podrán suplir sus gustos cinematográficos. Ya sean las aventuras en Narnia o las travesías en Europa.Los detalles S carecen de importancia (Filasiete / Almudí AG-AP)