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Dirección: Andrew Erwin y Jon Erwin. País: USA. Año: 2011. Duración: 107 min. Género: Drama. Interpretación: Rachel Hendrix (Hannah), Jason Burkey, (Jason) Jasmine Guy (Mary), John Schneider (Jacob), Jennifer Price (Grace), Collenn Trusler (Alanna). Guion: Andrew Erwin y Theresa Preston, basado en un argumento de Andrew Erwin, Jon Erwin y Cecil Stoker. Producción: Dan Atchison, Jon Erwin, Cecil Stoker y Justin Tolley. Música: Paul Mills. Fotografía: Jon Erwin. Montaje: Andrew Erwin. Diseño de producción: Edward Gurney Jr. Vestuario: Anna Redmon. Distribuidora: European Dreams Factory. Estreno en USA: 28 Octubre 2011. Estreno en España: 12 Abril 2013.
Reseña:
Película que suple sus carencias técnicas con simpatía y encanto y que, prejuicios aparte, conmueve, lo que no es poco
Los hermanos Jon y Andrew Erwin llevan años dedicados al mundo audiovisual. Empezaron con oficios más técnicos de montaje y fotografía, hasta que en 2002 fundaron su propia productora, con la que hicieron spots publicitarios, vídeos musicales y documentales. Cineastas de identidad cristiana, en “October Baby” recrean muy libremente un episodio real de la vida de la californiana Gianna Jessen. En 1977 ella nació “por accidente”, ya que fue fruto de un aborto “mal” realizado cuando su madre estaba de siete semanas. Ha tenido muchas deficiencias motoras, superadas gracias al esfuerzo y la oración de su madre y hermana adoptivas.
Los hermanos Erwin han cambiado mucho la historia al llevarla al filme, pero han conservado los aspectos nucleares, se han inspirado en las propias declaraciones de Gianna e incluso han incluido una canción suya en la banda sonora. En realidad, los directores y la guionista Theresa Preston entrevistaron a muchas mujeres que habían vivido experiencias relacionadas con el aborto, y de todas ellas sacaron ideas que están incluidas en el filme. Los Erwin sólo sabían que querían hacer una película que se llamara October Baby. El productor Cecil Stokes les dijo: “Si un niño se llama así es porque no tiene nombre”. Pusieron “niño sin nombre” en el buscador, y les salió el caso de Gianna, “superviviente de un aborto”. Impactados por lo que leyeron, se pusieron a trabajar.
La cinta arranca cuando Hanna —interpretada por Rachel Hendrix, que ya había trabajado para los hermanos Erwin— tiene 19 años y se entera de que sus padres son adoptivos. Comienza un recorrido de descubrimiento e investigación de su propia vida, que le van a llevar hasta encontrar a su madre biológica, algo que también sucedió en la vida real de Gianna. En todo ello contará con la ayuda de Jason, su amigo de toda la vida.
A pesar de que la producción y planificación es muy de tvmovie, la película está resuelta con buen oficio, a través de un buen guión y unos excelentes actores, casi todos desconocidos, pero que ya habían trabajado con el equipo de Arwin y Stokes. Lo más interesante es que desarrollan los procesos del perdón y de reelaboración de la propia identidad de una forma muy afinada y correcta. Más que una película sobre el aborto, trata de la necesidad del perdón y de vínculos para poder caminar en la vida. Ciertamente, el tono es muy peliculero, en el sentido hollywoodiense; es casi una película blanca, pero se agradece que por ello pueda llegar a un público mucho más amplio.(Cope J. O.)