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Nine

Nine

Nine
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Desaconsejable
  • Año: 2010
  • Dirección: Rob Marshall
Contenidos Imágenes (varias S, X), Diálogos (varios D)

Reseña:

Dirección: Rob Marshall
Intérpretes: Daniel Day-Lewis, Penélope Cruz, Marion Cotillard, Nicole Kidman, Ricky Tognazzi, Judi Dench, Sophia Loren, Kate Hudson, Stacy Ferguson
Argumento: Federico Fellini (la película "Ocho y medio"), Ennio Flaiano (la película "Ocho y medio"), Tullio Pinelli (la película "Ocho y medio"), Brunello Rondi (la película "Ocho y medio"), Arthur Kopit (libreto musical)
Guión: Michael Tolkin, Anthony Minghella
Música: Maury Yeston
Fotografía: Dion Beebe
Distribuye en Cine: Wide Pictures
Duración: 115 min.
Género: Musical

El director y sus mujeres 

    El director de cine Guido Contini (Daniel Day-Lewis) se encuentra en Venecia en mitad de una profunda depresión. No consigue recuperarse a nivel profesional, ni tampoco su vida privada está en un buen momento. Varias mujeres le atormentan, entre ellas su esposa (Marion Cotillard), su amante (Penélope Cruz), su madre (Sophia Loren), su musa (Nicole Kidman), su diseñadora de vestuario y confidente (Judi Dench) y hasta una periodista americana que le persigue (Kate Hudson). 

    Todo ello mientras intenta centrarse en la producción de su última película. “Nine”, basada en “8 ½” (1963) de Federico Fellini, cuenta con la participación de Maury Yeston, compositor de la música y letras originales de la puesta en escena de Broadway

    En su segunda película musical el director norteamericano Rob Marshall vuelve a usar material existente para trasladarlo a la pantalla con su sello personal. La cosa le salió redonda con la epatante Chicago (2002), que cosechó seis Oscar, entre ellos el de mejor película, pero los resultados, aunque buenos, no son tan óptimos en el musical que nos ocupa. 

    El director de Chicago lleva al cine el musical de Broadway inspirado en la película 8½ de Federico Fellini. Soberbias interpretaciones de Day-Lewis y Cotillard en un musical muy básico e innecesariamente cabaretero (Almudí JD-CS)

    Se trata de un guión muy adecuado para el mundo musical de Rob Marshall, que sabe como nadie introducir los números musicales en medio de escenas dramáticas, intercalando imágenes del mundo real y del ficticio con enorme destreza, con motivo de los ensueños del protagonista, de modo que todo funciona con increíble perfección. 

    El resultado general es una simple repetición de Chicago. Idéntica fórmula: visualmente espectacular, con esos platós oscuramente iluminados, los poderosos focos, las vedettes embutidas en corsés de avispa, los rítmicos y acompasados movimientos, la hipersexualización de las canciones y coreografías, etc. Un auténtico circo cinematográfico lleno de luz y sombras. Técnicamente perfecto, pero repetido. Y eso pesa.

Por otra parte las cuestiones de fondo de la historia no son otras que las del contradictorio universo del Guido de Federico Fellini  donde hay un perpetuo enfrentamiento entre la moral y las pasiones, entre su reconocido catolicismo y su traumática aceptación de la autoridad de la Iglesia. En estas cuestiones resulta curioso que Marshall vaya más allá que el siempre ambiguo y desconcertante director italiano. Temás como la culpa y la redención, que en Fellini serían impensables son aquí cuestiones explicitas, meollo en la evolución de la crisis del protagonista (Decine21).

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