Thriller parapsicológico. Jóvenes. En 1967, en la pequeña población de Point Pleasant (Virginia Occidental) acontecieron unos supuestos sucesos paranormales. Un buen número de personas creyó ver a un personaje que fue bautizado popularmente como Mothman, "hombre polilla", y otros tuvieron premoniciones, llamadas de ultratumba... John Keel, uno de los protagonistas de estos hechos, recogió la experiencia en un libro-crónica, The Mothman Prophecies, que ahora es llevado al cine libremente. Los hechos se sitúan a finales de los 90, y algunos personajes son completamente recreados.
John Klein, periodista, pierde a su mujer en un accidente de automóvil. Antes de su muerte, ve unos extraños dibujos que ella pintó, y que están misteriosamente relacionados con los sucesos de Point Pleasant. Mark Pellington (el director) se reveló como hábil creador de atmósferas inquietantes en el thriller Arlington Road. Ahora corrobora estas habilidades en un género distinto, el de terror. El miedo es psicológico, inteligente. Invita a creer lo increíble. Además, rueda una secuencia casi perfecta, el excelente clímax que acontece en el puente. El reparto es impecable, con unas interpretaciones muy contenidas. También se juega bien la carta del contraste entre los tipos de ciudad (Gere, el urbanita triunfador cuya vida da un vuelco; Bates, el investigador que decidió cerrar los ojos) y los de un entorno rural (Linney, la policía de pueblo).Al principio de la película y a la mitad hay dos escenas muy breves algo sensuales. En la primera está el protagonista y su mujer en un armario, en la segunda están dos jóvenes en un coche. No se ve nada. Es dudoso el beneficio de cortarlas.