Contenidos: Imágenes (algunas S), Diálogos (varios D)
Reseña:
Año de producción: 2010
País: Francia
Dirección: Gustave de Kervern, Benoît Delépine
Intérpretes: Gérard Depardieu, Yolande Moreau, Isabelle Adjani, Benoît Poelvoorde, Philippe Nahon, Bouli Lanners, Anna Mouglalis, Miss Ming
Guión: Gustave de Kervern, Benoît Delépine
Música: Gaëtan Roussel
Fotografía: Hugues Poulain
Distribuye en Cine: Karma Films
Duración: 92 min.
Género: Comedia, Drama, Tragicomedia
Viaje al pasado
Zafia, grosera, surrealista, a ratos poética. Un pastiche para incondicionales de Depardieu.
Serge, empleado de un matadero, ha trabajado desde los dieciséis años. Ahora, cumplidos los sesenta, su mayor deseo es retirarse. Durante una visita para arreglar los trámites administrativos relativos a su pensión, descubre que a lo largo de su caótica vida laboral varios de sus jefes olvidaron, nada casualmente, registrar sus ganancias. Para conseguir recibir el dinero que le corresponde, Serge tendrá que emprender un viaje hacia los lugares donde tuvo sus primeros trabajos. A bordo de su vieja motocicleta Mammuth (que le valió a Serge el apodo de “Mamut”) retomará el contacto con amigos, ex compañeros de trabajo y familiares a los que hacía mucho que no veía, comprobando que la imagen que dejó en ellos es muy diferente de la que él mismo había creído dar. Serge irá desplazando asimismo los motivos iniciales de su viaje hacia el recuerdo de Yasmine, su primer amor, fallecida en un trágico accidente de tráfico.
Desigual tragicomedia francesa, que se diría que no acaba de encontrar el tono y que desconcierta con respecto al destino de la historia, a cuyo guión le falta aplomo... una idea clara y más segura que transmitir. Con realismo narrativo se ofrece una curiosísima 'road-movie' anclada a un pintoresco personaje que va encontrando frikis en cada etapa de su camino, y que inevitablemente se irá encontrando más y más a sí mismo y a su pasado. Sin embargo, al cabo de los minutos sus aventuras se estancan totalmente y acaban por transmitir muy poco al espectador. Casi todo resulta monótono, triste y vacío.
Esto no es óbice para que haya humor negro y bastantes momentos de risa, pero reina ante todo la perplejidad, e incluso los momentos algo surrealistas, como las relaciones con la sobrina majara. De cualquier forma lo mejor del film es la labor taciturna de un inmenso Gérard Depardieu, a quien lo de "mamut" desde luego le viene al pelo, y también la soberbia partitura musical de Gaëtan Roussel (Decine21 / Almudí JD). LEER MÁS
